Golfista Koepka pone a prueba su reputación; no ha ganado
Brooks Koepka tiene más de un año completo sin ganar, una sequía que no experimentaba desde que era novato en el Circuito de la PGA y su apellido era mal pronunciado como “cupcake”.
Si no parece un año completo, es porque no lo ha sido.
Perdió tres meses cuando se lesionó en octubre la rodilla izquierda al resbalar sobre una los de concreto mojada en un tiro de salida en la Copa CJ en Corea del Sur. Otros tres meses de inactividad se debieron a la pandemia de COVID-19.
Como sea, el Campeonato de la PGA debe ser el lugar perfecto para que ponga fin a esa carencia de triunfos.
Es un torneo importante y Koepka cree que las competiciones de ese tipo son las más fáciles para él de ganar. Dijo eso el año pasado previo al Campeonato de la PGA en Bethpage Black, antes de que lograra la marca de la puntuación más baja (128) en 36 hoyos en un torneo relevante, en el que consiguió ventaja de siete golpes, la conservó y se alzó con la victoria.
Y volvió a manifestar esa creencia el martes.
“Si, todavía pienso igual”, manifestó el golfista estadounidense. “Por la modalidad de esta competencia, la mitad de jugadores son eliminados. Y a partir de allí, la mitad de ellos posiblemente no jueguen bien. Y a partir de ahí, me siento mentalmente capaz de derrotar a la otra mitad. Así que posiblemente habrá que reñir con 10”.
Esas cuentas son un poco raras, pero Koepka no se entretiene con minucias.
“Creo que por eso he jugado muy bien porque desgloso las cosas de manera muy sencilla”, apuntó. “Por alguna razón, la gente hace el golf más complicado de lo que debería ser”.
En últimas fechas, el golf le ha traído sinsabores.
Cerró con 65 en el RBC Heritage para terminar séptimo y parecía adquirir cierto impulso pero no fue así. La semana pasada, se retiró cuando su caddie dio positivo al coronavirus. No pasó el corte en Muirfield Village en el Abierto Workday Charity, terminó con 80 en la última ronda en el Memorial y después tampoco pasó el corte en el Abierto 3M.