El año 2020 dejó como saldo para el fútbol de Costa Rica un gris desempeño de la selección, que no consiguió victorias, y el regreso a la cima del Alajuelense, uno de los equipos grandes del país, que tenía 7 años de no ser campeón.
La selección mayor masculina, al mando del entrenador Ronald González, jugó pocos partidos debido a la pandemia de la covid-19, en los que no consiguió una sola victoria y firmó un pobre rendimiento que llenó de dudas el ambiente a las puertas del inicio de las eliminatorias regionales del Mundial de Catar 2022.
En este 2020 Costa Rica solo jugó cinco partidos, todos amistosos, de los cuales solo en los últimos dos pudo contar con los futbolistas que militan fuera de Costa Rica, como es el caso del portero del PSG francés Keylor Navas, la principal figura del equipo.
El primer encuentro del año fue en marzo contra Estados Unidos y los ticos cayeron por 1-0, mismo marcador por el que perdieron los dos partidos en casa contra Panamá en octubre.
En noviembre Costa Rica sufrió para empatar por 1-1 ante Catar en Austria y sumó una derrota por 2-1 contra el País Vasco.
La prensa ha criticado fuertemente el desempeño del equipo y el trabajo del seleccionador Ronald González, quien ha justificado el bajo rendimiento diciendo que ha tenido poco tiempo de trabajo con el plantel completo.
“Estoy bastante incómodo porque no hemos podido ganar y eso lo asumo yo como responsable del equipo”, reconoció González tras el partido ante el País Vasco.
La última victoria de Costa Rica se remonta al 14 de noviembre de 2019 cuando se impuso por 1-2 a Curazao.
El 2021 estará lleno de competencias oficiales y casi sin espacio para más experimentación.
Las únicas fechas disponibles para partidos amistosos serán las del dos de marzo, ya que después Costa Rica disputará la ronda final de la Liga de Naciones en junio, al mes siguiente será la Copa Oro de la Concacaf y los siguientes espacios del año corresponderán al inicio de las eliminatorias a Catar 2022.
Tras la generación dorada que llevó a Costa Rica a los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, de la cual aún hay una buena base, la selección ha tenido problemas para encontrar el relevo generacional de piezas claves, especialmente en el medio campo y el ataque.
EL REGRESO DE UN GRANDE
El 2020 marcado por la pandemia tuvo a Costa Rica como el primer país que reanudó su torneo de fútbol en mayo tras una paralización de dos meses. El Saprissa se coronó campeón del Torneo Clausura en junio y alcanzó su estrella 35, con lo que amplió su ventaja como el equipo más laureado de Costa Rica.
Este año trajo el regreso a la cima del otro grande del fútbol de Costa Rica, el Alajuelense, que no se consagraba campeón desde diciembre de 2013.
Tras 7 años de sequía y apoyado en la experiencia de Bryan Ruiz, quien regresó a Costa Rica tras una larga carrera en el exterior, el Alajuelense rompió la mala racha de 7 años y consiguió, por fin, su ansiada estrella 30 en el Torneo Apertura que concluyó este diciembre.
El entrenador argentino Andrés Carevic, criticado tras perder las dos anteriores finales, consiguió finalmente alzar la copa de campeón en su tercer intento al frente del Alajuelense, al derrotar al Herediano.
Las otras piezas claves del éxito del Alajuelense fueron el centrocampista hondureño Alex López, de gran nivel en el certamen, pero principalmente el veterano Bryan Ruiz, de 35 años.
Ruiz tenía dos años sin jugar en el Santos brasileño y tomó la decisión de regresar a Costa Rica a mediados de 2020 para vincularse al equipo de donde surgió y retomar nivel con la esperanza de asistir al Mundial de Catar, que sería el tercero de su carrera tras Brasil 2014 y Rusia 2018.