El bicampeón del mundo de Fórmula 1 participó en su segundas 500 millas de Indianápolis el pasado domingo, después de no poder clasificarse para la carrera en 2019 y tras el gran debut de 2017.
El español y su Arrow McLaren SP estuvieron fuera de la batalla desde los primeros compases, a pesar de intentar una estrategia cruzada que le llevó hasta el 15º puesto a mitad de carrera, antes del accidente de Alex Palou.
Finalmente, el asturiano acabó 21º, tras perder una vuelta con los líderes por un problema eléctrico en el embrague de su monoplaza.
Cuando en un encuentro en Instagram con sus seguidores se le sugirió el rumoreado 'veto' de Honda para que no participara con Andretti en la edición 104ª de Indy 500, comentó: "Es una tontería muy grande. Para que la gente lo sepa, tenía algunas opciones: una era Andretti y la otra era McLaren, que fue muy mal en 2019, pero sentía que necesitaba darle otra oportunidad y creo que Arrow McLaren lo estaba haciendo muy bien durante la temporada".
"Todo lo que se dijo y se dice ahora, que no hemos ganado, todo el mundo sabe que no era posible ganar con Chevrolet. Si hubiera ido con Penske, el equipo que ha dominado los dos últimos años... acabaron uno quinto y los otros del 10 para atrás. No sé lo que se hubiera dicho si llego a ir con ellos".
Entrando en detalles de su carrera el pasado domingo, Alonso dice no saber muy bien el ritmo real del coche, dada su continua presencia en puestos retrasados.
"Saliendo tan atrás, al no tener el ritmo necesario con los motores Chevrolet, la idea de la carrera era quedarnos atrás. Estar ahorrando gasolina en el puesto 20 o por ahí, como hicimos y a partir de la vuelta 100 atacar. No sé muy bien el ritmo real que tenía el coche, porque fue una carrera anónima, donde pensábamos estar. A partir de la vuelta 100, el coche no engranaba la primera y cambiamos el volante a ver si eran las levas. Luego, al empujar el coche para salir vimos lo que era. Perdimos una vuelta y se acabó todo", resumió su segunda participación en la cita de la IndyCar.
"La pista estaba como estaba y no ibas a hacer una locura con una vuelta perdida. Es una carrera muy peligrosa. Terminé el rally más duro del planeta, como es el Dakar y la carera mas rápida del planeta, porque no hay nada comparable en velocidad y en riesgo como Indy. Me hubiese gustado ganar, pero me voy contento con la experiencia".
Alonso también ironizó sobre sus triunfos en el WEC y las 24 horas de Le Mans, donde compitió con uno de los dos Toyota híbridos LMP1.
"Cuando gano, es que el campeonato estaba hecho para mí y es que hay demasiados intereses como para que Alonso no gane. Es algo con lo que tengo que vivir. Antes me afectaba, pero ahora lo tomo con calma y me hace gracia. Cuando sale mal, es que te han vetado y ya se sabía, y cuando sale algo bien, te lo han regalado. Los que hablan tanto, que se pongan el casco y salgan a correr una vez en Indy, sin objetivos ni nada. Cuando veamos eso en mucha gente de los que hablan, tendrán razón", aseguró.