Randy Arozarena y su talento pueden encaminar Serie Mundial
El coach de bateo de los Rays, Chad Mottola, había observado lo suficientemente a Randy Arozarena durante los entrenamientos primaverales para saber que el joven jardinero generaba una velocidad élite con el bate. Pero hubo un momento en específico en el que Mottola se dio de cuenta de que tenía a su cargo una estrella en ascenso.
Ese momento se produjo el 7 de septiembre contra los Nacionales. Arozarena entró al partido como reemplazo defensivo en el séptimo inning, pero fue con el bate que se hizo sentir en el octavo, en el que le conectó un cuadrangular solitario al relevista Tanner Rainer. Mientras Arozarena regresaba a la cueva, Joey Wendle, infielder de Tampa Bay, lo detuvo para asegurarse de que el cubano estuviese consciente de que acababa de dar uno de los swings más impresionantes que Wendle había visto en su carrera.
El hecho de que Arozarena conectara un bambinazo no fue la parte impresionante, sino la manera en que lo hizo. A Rainey se le conoce por tener una recta élite que se encuentra en el 92do percentil en cuanto a la velocidad se refiere y gira más que el promedio. Dicha recta, combinada con su slider, coloca a Rainey en el 99no percentil tratándose de índices de swings en blanco y ponches. Al parecer, nada de eso le importó a Arozarena.
Luego de que Arozarena diera de foul una recta alta de 96.8 millas por hora, con la cuenta en 1-1, Rainey le lanzó otra recta de 97.3 mph en la esquina de adentro. Con la cuenta ahora en 1-2, Rainey decidió acudir nuevamente a la recta. Esta vez, Arozarena estaba listo y mandó el pitcheo por encima del muro del jardín izquierdo. Según Statcast, el jonrón salió del bate con una velocidad de 103.8 mph.
“[Rainey] estaba abrumando a todo el mundo con bolas rápidas, pero luego [Arozarena] le conectó una recta alta que nadie más fue capaz de tocar”, recordó Mottola. “Ahí es que nos dimos cuenta de que era algo distinto. Se notaba que la velocidad era especial, pero ahí fue que vimos que estaba en otro nivel”.A continuación, analizamos cómo la campaña regular de Arozarena y, de algunas maneras, ese turno al bate, presagiaron el éxito del cañonero en la postemporada.
Destruyendo rectasEl tablazo de Arozarena contra Rainey se produjo con un lanzamiento de 98.1 mph que tuvo una altura de 3.11 pies del suelo. Hubo muchos jonrones esta temporada contra pitcheos más veloces o más altos que ése, pero el de Arozarena fue uno de apenas seis tratándose de un pitcheo con semejante velocidad y altura, lo cual demuestra que el joven es capaz de alcanzar muchas rectas.
Cinco de los siete cuadrangulares de Arozarena en esta postemporada han sido ante rectas, y eso no debe de ser sorprendente dado lo que logró en la campaña regular. Arozarena empalmó siete vuelacercas en 23 juegos de temporada regular, todos frente a rectas. A la vez, bateó .316 y tuvo slugging de .895 en turnos al bate que terminaron con bolas rápidas.El contacto que ha hecho Arozarena refleja todo eso. Tuvo un promedio de bateo esperado de .306 y un slugging esperado de .684 en turnos al bate que terminaron en rectas. Dichas métricas, las cuales están basadas en la calidad de contacto más los ponches, indican que el contacto que hizo Arozarena ante las bolas rápidas fue bueno y no fue simplemente cuestión de suerte.
Ése ha sido el caso también en la postemporada, en la que Arozarena tiene promedio de .536 y slugging de 1.421 en turnos al bate que han terminado en rectas. Y una vez más, la calidad del contacto que estamos viendo: Promedio esperado de .454, slugging esperado de 1.064 de parte de Arozarena en la postemporada. Aunque ambos números son más bajos que los reales, la diferencia no es tan amplia como para insinuar que no debe estar teniendo los resultados que ha visto.
Contacto duro y perfil de bolas bateadas
El cuadrangular de Arozarena contra Rainey tuvo una velocidad de salida d 103.8 mph. La muestra en la temporada regular fue bastante pequeña, pero ofrece indicios de que Arozarena le daba bien duro a la bola. La velocidad promedio de sus batazos a la hora de salir del bate fue de 90.3 mph y su índice de contacto duro fue de 44.2%. Ambas cifras estuvieron bien por encima de los promedios de Grandes Ligas de 88.0 mph y 37.6%, respectivamente.
En otras palabras: Arozarena le dio duro a la bola. En una muestra limitada, tuvo un porcentaje de barriles de 14.0, mientras que el promedio de MLB estuvo debajo del 8%. El tema en común hasta ahora es que el contacto que hizo fue muchas veces de primera categoría.
En una noticia relacionada, si analizamos el perfil de bolas conectadas por Arozarena, los tres bateadores a los que más se asemejó en el 2020 fueron el dominicano Nelson Cruz, Wil Myers y el también cubano José Abreu, quienes tuvieron grandes campañas con el madero y dieron muchos batazos duros.En los playoffs, la proeza de Arozarena a la hora de darle fuerte a la bola estuvo más a la vista. El cubano tuvo 26 batazos duros en las primeras tres rondas de los playoffs, más que cualquier otro jugador, y el 65% de sus batazos han tenido velocidad de salida de 95 mph o más. También se encuentra empatado en el primer lugar con Corey Seager de los Dodgers con ocho barriles.
Ajustes: Lanzamientos que no son rectasSabemos que Arozarena puede hacer contacto con cualquier recta. Pero, ¿qué sucede cuando los lanzadores hacen el ajuste y le empiezan a tirar más lanzamientos rompientes? Ya han empezado a hacerlo, lo cual hace la racha de Arozarena aun más impresionante.
En la campaña regular, el 53.7% de los lanzamientos que vio Arozarena fueron rectas. Otro 30.4% fueron pitcheos rompientes y 15.8% cambios de velocidad. Pero en la postemporada, los lanzadores se han adaptado. Le han tirado rompientes a Arozarena el 48.1% de las veces. Un 41.5% han sido rectas y el otro 10.4% cambios de velocidad.Arozarena ha ido haciendo ajustes a la par de los lanzadores y ha conseguido sus hits, especialmente ante lanzamientos rompientes, en lo que va de la postemporada.
Durante la campaña regular, Arozarena se fue de 13-2 sin jonrón alguno frente a pitcheos rompientes. ¿En la postemporada? Se ha ido de 29-10 con dos bambinazos en esas situaciones.
“Aun cuando hace un out, se nota que tenía un plan”, señala Mottola. “No se trata siempre de buscar lanzamientos que son errores del pitcher, y algunos no han sido errores. Eso es lo que te hace sentir que esto será prologando y que somos dichosos de tener a un jugador como él”.