El día que Maradona se rindió a su marcador en el viejo Carlos Tartiere
Pocas veces se habrá oído a Diego Armando Maradona ensalzar a un defensor como aquel 2 de noviembre de 1992 tras el marcaje que Luis Manuel le hizo en su única visita al antiguo Carlos Tartiere, un trabajo “noble y leal” del central del Real Oviedo que el Pelusa alabó personalmente tras empatar con el Sevilla (1-1).
Así, la única vez que Maradona pisó el césped del municipal ovetense acabó siendo recordada por otro nombre propio, el de un Luis Manuel ante el que el astro argentino se rindió tras el partido por lo bien que había sabido interpretar su juego y la manera tan limpia en la que había anulado su peligro.
“Marcajes así me gustan. Ha sido un defensor noble que solo me ha hecho falta cuando ha estado obligado a ello. A mí lo que no me gusta es la mala intención y este chico para nada demostró eso, siempre fue a la pelota. Ojalá todos los marcadores fueran tan leales como él”, ensalzó el propio Maradona tras un choque en el que el defensor azul le secó sobre el verde.
Hace 18 años no había tantos medios y la llegada de Maradona a Oviedo, aunque fuese en el tramo final de su carrera, levantó expectación entre la afición local por poder ver de cerca el talento innato del astro argentino, un don que supo canalizar y contener el central carbayón.
Su excompañero y autor del gol carbayón ese día, Paco Fernández, recuerda que la tarea de frenar al argentino no era nada sencilla pese a que no era la época dorada de El Pelusa dado que “jugaba muy libre, sin zona fija y sacando al defensa de su posición”, algo que Luis Manuel supo leer y frenar llevándose los halagos del propio Diego Armando.
Luis Manuel no se dio importancia entonces tampoco, y naturalizó que en su forma de ver el fútbol “un buen marcaje no tenía por qué ser a base de patadas”, pero Paco recuerda con cariño que ese día, el que aún es su amigo, “anuló a Maradona con un marcaje limpio y demostrando el gran defensor que era”.