La joven Estados Unidos se queda corta contra una Gales sin Bale
La juventud de Estados Unidos no fue suficiente para derribar a una poca ambiciosa Gales que no contó con Gareth Bale, aún tocado, y que estaba con la cabeza puesta en la Liga de Naciones (0-0).
El empate a cero denotó la falta de estímulo de Gales y la incapacidad creativa de una Estados Unidos cuya media de edad en la delantera era menor de 18 años y que entre sus efectivos cuenta con conocidos de la Liga española como Konrad de la Fuente (Barcelona), Yunus Musah (Valencia) y Sergiño Dest (Barcelona).
El que se tuvo que aburrir de lo lindo fue un Gareth Bale que se tuvo que quedar en la grada, aún tocado del tobillo tras jugar con el Tottenham el pasado fin de semana, y es que la primera parte -y el encuentro en general- no fue precisamente entretenida, con dos equipos que parecían más preocupados de no lastimarse y lesionarse que de otra cosa.
El repunte de lesiones por el esfuerzo que los futbolistas están teniendo que hacer esta temporada está teniendo dos consecuencias en los partidos, las rotaciones y la precaución, y en el caso del Gales-Estados Unidos hubo un poco de todo.Los jugadores se respetaron mucho sobre el césped y Gales cedió la iniciativa para intentar hacer daño a la contra, mientras que a los estadounidenses les costaba mucho crear con la pelota.
Las ocasiones para Gales llegaban con disparos lejanos y el que mejor dirigido fue, lo atrapó sin problemas Steffen, bien colocado.
Necesitó Estados Unidos un regalo para también probar suerte. Esta vez, Gales se confió en la salida de balón, se equivocaron y se la dieron a De la Fuente, jugador de las categoría inferiores del Barcelona.El jovencísimo delantero, pese a controlar y estar solo delante del portero, le golpeó con demasiada potencia y escasa puntería y mandó la mejor ocasión muy por encima del larguero.
La mejor noticia del insípido encuentro era ver a Giovanni Reyna, la perla del Dortmund, por el campo.
El chico de 17 años era el único que mostraba algo diferente y que intentaba romper líneas rompiendo caderas.
Se venía hacia el interior, intentaba filtrar pases y en general era de lo poquito destacable, pese que cada vez que llegaba a los metros finales se encontraba sin compañero al que servirle la pelota.
Y si Estados Unidos tenía a Reyna, lo que le quedaba a los galeses era el contraataque como arma para hacer daño.
A menos de media hora para el final, Gales volvió a rozar el gol, cuando Brennan Johnson se quedó solo delante de Steffen, pero tiró al muñeco, pero lo cierto es que tampoco se lo merecían.
El empate a cero fue lo más justo para dos selecciones que tienen otras cosas en la cabeza.
Ahora Gales podrá centrarse en lo que de verdad importa, en los dos encuentros de la Liga de Naciones que le quedan, ante Irlanda y Finlancia, y en los que puede sellar el ascenso a la Liga B de la competición.