Los Vikingos no aceptarán más a sus aficionados
Los Vikingos de Minnesota se han dado por vencidos en intentar tener más público en sus encuentros e indicaron que el equipo no permitirá el ingreso de aficionados para los encuentros en casa. Esto debido a que el estado superó el récord de muertes por coronavirus en un solo día.
En un comunicado, los Vikingos indicaron que, aunque jugadores, entrenadores y el personal extrañan la energía y la pasión de los aficionados, el club no buscará la aprobación de tener más de 250 aficionados para el resto de los encuentros en el U.S. Bank Stadium. Los lineamientos actuales de las autoridades de salud del estado limitan la capacidad a 250 personas.
Aunque hemos trabajado fuertemente en desarrollar un plan seguro y responsable para tener un limitado número de aficionados, hemos tomado las decisiones considerando prioritarios los lineamientos de las autoridades de salud”, dijo el equipo. “Nos tomamos muy en serio el incremento de casos de infección de covid-19 en Minnesota y el incremento en hospitalización, por lo que creemos que no permitir el acceso de aficionados para los últimos cuatro juegos en casa es la decisión correcta para proteger a nuestra comunidad”.
El Departamento de Salud de Minnesota reportó una cifra récord de 56 fallecidos por covid-19 y 4,900 nuevos casos, incrementando la cantidad de muertes en el estado a 2,754 y el total de casos a 194,570. El total de fallecidos en un día representa un incremento de 55 por ciento del anterior récord de 36 que reportaron el viernes.
El promedio de siete días de positivos en Minnesota —una medida importante de cuán rápido se ha propagado el virus— prácticamente se duplicó en las últimas dos semanas del 7 por ciento el 27 de octubre a casi el 13 por ciento el martes, de acuerdo con información de The Covid Tracking Project.
Esto es inevitable. Si no modificamos nuestro comportamiento e intentamos mitigar, seguirá incrementando”, comentó en Minnesota Public Radio el gobernador Tim Walz ayer, al dar a conocer las cifras.
Un día antes, Walz advirtió a los ciudadanos que el estado se encaminaba a la peor fase de la pandemia y que las condiciones empeorarían a menos de que la gente comenzara a cambiar su comportamiento. Anunció nuevas restricciones dirigidas a contener la aceleración de la propagación del coronavirus.