Mucho se ha hablado de la posibilidad de que los Cachorros traspasen al antesalista Kris Bryant, a quien le queda un año para convertirse en agente libre, y también de que se desprendan del torpedero boricua Javier Báez y el primera base Anthony Rizzo.
Pero si Chicago realmente quiere remodelar su roster y mejorar sus posibilidades de armar un equipo capaz de pelear por una Serie Mundial en un futuro, el club debe intentar canjear a otra pieza: el derecho Yu Darvish, quien está bajo contrato por tres años más y a quien le deben US$59 millones.
No sería una decisión fácil para el presidente de operaciones de béisbol Jed Hoyer. Darvish terminó en el segundo lugar para el Premio Cy Young en la Liga Nacional en el 2020 luego de dejar promedio de carreras limpias de 2.01, WHIP DE 0.96 y 93 ponches en 76.0 innings.
A continuación, presentamos los motivos por los cuales los Cachorros deben ponderarlo seriamente.
Darvish les da las mejores posibilidades de agregar piezas fundacionales
Luego de ponerle fin a una sequía de 108 años sin título de Serie Mundial en el 2016, los Cachorros parecían estar en posición de ser una fuerza motriz por muchos años con un núcleo integrado por Bryant, Báez, Rizzo, Kyle Schwarber y el receptor venezolano Willson Contreras. Pero las cosas no han salido de esa manera.
Los Cachorros sucumbieron ante los Dodgers en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 2017, ante los Rojos en el Juego del Comodín del 2018 y no clasificaron para los playoffs en el 2019, lo cual resultó en la partida de Joe Maddon como capataz. Bajo el nuevo timonel David Ross, Chicago capturó el banderín de la Central de la Liga Nacional en el 2020, pero fue barrido por los Marlins en la Serie del Comodín del Viejo Circuito. Tras concluir la campaña, Theo Epstein dejó su cargo como presidente de operaciones de béisbol.
Los Cachorros podrían canjear a Bryant por uno o dos jugadores, llenar huecos con contrataciones económicas de corto plazo y tratar de dar la pelea con un roster encabezado por Báez, Rizzo, Contreras, Darvish, Kyle Hendricks e Ian Happ. Pero eso no resolvería los problemas que enfrentará el equipo después del 2021.
Aun si los Cachorros renuevan con uno o más de sus agentes libres el próximo invierno, tienen mucho trabajo por hacer si han de armar un equipo capaz de derrocar a clubes como los Dodgers, Bravos o Padres, y su sistema de liga menor no cuenta con muchas futuras estrellas. En los rankings de MLB Pipeline de las fincas de las Mayores en septiembre, los Cachorros ocupan el 26to lugar.
Canjear a Bryant, Báez o Rizzo no solucionará ese problema, ya que por lo general los equipos son reacios a desprenderse de prospectos élite para adquirir a un jugador por un año. Eso es muy cierto en este caso, ya que Bryant (OPS de .644), Báez (OPS de .599) y Rizzo (OPS de. 755) vienen de dejar números decepcionantes en una temporada abreviada por la pandemia.
Contreras tendría más valor en el mercado de cambios que los otros tres jugadores, pero la remuneración a cambio del careta de 28 años podría ser mínima también, ya que puede convertirse en agente libre después del 2022.
Pero Darvish podría conseguirles las piezas fundamentales que los Cachorros tanto necesitan, dada la demanda por abridores élite en las Mayores.
Tendría bastante valor en este mercado
A Darvish le quedan tres años en su contrato, por lo que los Cachorros tienen la opción de esperar para cambiarlo. Pero si quieren maximizar la remuneración a cambio del veterano, este es el momento para actuar.
Entre los abridores agentes libres, hay un descenso notable después de Trevor Bauer, quien podría conseguir un contrato de cinco con un valor anual de US$30 millones o más, o un convenio más corto, con un valor anual más alto. De su parte, Darvish devengará US$59 millones entre los próximos tres años, lo cual equivale a US$19.7 millones al año.
Basado en los contratos agentes libres que firmaron Robbie Ray (un año, US$ millones), Mike Minor (dos años, US$18 millones, Drew Smyly (un año, US$11 millones) y Charlie Morton (un año, US$15 millones), abridores agentes libres como Mashiro Tanaka, Jake Odorizzi y James Paxton probablemente consigan contratos con valores anuales entre US$10 y US$14 milones.
Dada la falta de opciones en el mercado de agentes libres, los equipos que necesiten un as podrían acudir al mercado de cambios, pero allí las alternativas han disminuido. Los Rangers enviaron a Lance Lynn a los Medias Blbaen lunes a cambio de dos prospectos. Lynn, de 33 años, devengará US$8 millones en el 2021, el último año de su contrato.
Entre otros candidatos para ser traspasados se encuentran el derecho de los Rojos Sonny Gray (se le debe US$20 millones entre el 2021-22) y el zurdo de los Rays Blake Snell (se le deben US$39 millones del 2021 al 2023.)
Su edad y su historia de salud
¿Otra razón por la cual los Cachorros deberían estar haciendo todo lo posible por canjear a Darvish este invierno? El monticular tiene 34 años y ha padecido varias lesiones en el brazo de lanzar.
Darvish se sometió a una cirugía Tommy John en el 2014, se perdió toda la temporada del 2015 e hizo apenas 17 aperturas en el 2016. Casi no lanzó en el 2018 por un tirón en el tríceps derecho que le afectó el codo, el cual fue sometido a un procedimiento de desbridamiento artroscópico.
Además, la actuación de Darvish no ha sido consistente en los últimos años. Antes de dominar en el 2020, tuvo promedio de carreras limpias de 4.02 del 2017 al 2019.
Gracias a su repertorio variado, Darvish tiene buenas posibilidades de ser un lanzador efectivo por varios años más, pero los Cachorros estarían arriesgándose y mucho si esperan para cambiarlo. Dada la situación precaria que enfrenta el roster del equipo, se puede argumentar que es un riesgo que no pueden darse el lujo de correr.
Más flexibilidad económica
Canjear a Darvish no solamente le daría a Chicago el talento joven que tanto necesita, sino que también despejaría US$59 millones de la nómina del club, incluyendo US$22 millones en el 2021.
Por lo tanto, aunque perder al derecho sería una baja sensible, los Cachorros contarían con más recursos para llenar sus huecos, negociar extensiones con jugadores que pronto serán agentes libres o hasta hallar un reemplazo capaz.
No sería lo ideal, pero Chicago debe ponderar todas sus opciones para salir de una situación cada vez más difícil.