Snell no ve la hora de triunfar en San Diego
Blake Snell estaba sentado en su casa cuando el gerente general de los Rays, Erik Neander, lo llamó para notificarle que había sido cambiado a los Padres.
Quedarse en estado de shock fue la primera reacción de Snell, una sensación que se mantiene incluso días después de haberse concretado el cambio. Luego de terminar la llamada con Neander, Snell llamó por teléfono a Kyle Snyder, el coach de pitcheo que ha jugado el rol más importante en el crecimiento de Snell como lanzador durante las últimas temporadas.
Snyder y Snell tuvieron una emocional conversación de casi dos horas. Una vez colgó, la realidad comenzó a pegarle a Snell: Ya no era un miembro de los Rays de Tampa Bay, la organización que lo seleccionó en el 52do puesto del draft del 2011.
“[Los Rays] son todo lo que conozco”, dijo Snell a MLB.com. “Crecí en el sistema, crecí alrededor de toda esta gente, maduré como ser humano y como hombre. Mucha gente me guio en esa dirección. Lo que no me gusta es que no podré ver a toda esa gente, porque no podré despedirme de cada uno. Va desde los que cuidan el clubhouse, los guardias de seguridad, todos tuvieron un gran impacto en mi vida”.
Snell admitió que el cambio produce un sentimiento agridulce. El zurdo está emocionado por poder jugar en un equipo de los Padres que tiene la oportunidad de competir por un título de Serie Mundial, con un núcleo joven y emocionante, pero Snell quería regresar al Clásico de Otoño con los Rays, especialmente luego de la controversial decisión del manager Kevin Cash de retirar al zurdo del Juego 6, en la derrota ante los Dodgers.
“Apesta, porque tengo un gran vínculo con estos chicos”, dijo Snell. “Logramos mucho el año pasado y pienso que fue bueno para nosotros ver eso y creer lo que somos capaces, pero creo que con Charlie [Morton] y yo fuera, sacas gran parte del equipo. Hay muy buenos jugadores y van a ser dominantes, pero les sacaste el aire de un golpe”.
“Estoy triste, porque quería ser parte de eso y ayudar a este equipo a ganar una Serie Mundial. Pero todavía los voy a apoyar. Los seguiré forzando a ser el equipo que pueden ser, porque les tengo mucho cariño y no tengo más que amor hacia los Rays”.
Snell también quiso dejar claro que no quería ser cambiado, a pesar de lo sucedido en la Serie Mundial. Cuando firmó por cinco años y US$50 millones en el 2019, Snell dijo que quería mantenerse en la organización durante la duración del pacto.
Compró una propiedad en St. Petersburg y remodeló algunas partes, incluyendo la inclusión de una piscina en el jardín. Pero los Rays buscaban alivio financiero, por lo que decidieron que era el momento de salir de Snell, a quien se le deben US$40 millones por las próximas tres temporadas.
“Nunca quise irme de Tampa”, dijo Snell. “No voy a ser alguien que se molesta y habla cosas malas de los demás, porque están haciendo su trabajo y buscando lo mejor para ellos. Respeto las oficinas, respeto a Kevin Cash y sé que hay muchos que le critican muchas cosas, pero él es un buen manager”.
“No quería salir de Tampa. Quería seguir aquí más tiempo. Quería ser un Ray, pero ahora he sido cambiado, tengo que seguir adelante y emocionarme por ser un Padre y ayudarlos a ganar una Serie Mundial. No tengo más que cariño con los Rays, hicieron mucho por mí y estoy muy agradecido por ello”.
Con las adiciones de Snell y Yu Darvish, de quien se ha informado va rumbo a San Diego, los Padres han conformado una de las mejores rotaciones en las Mayores. Snell ya se ha puesto en contacto con sus nuevos compañeros, incluyendo Manny Machado y Tommy Pham, quien jugó un papel importante en motivar a los Padres para que hicieran el canje.
Tomará un tiempo acostumbrarse, incluso para el Snell, pero el serpentinero de 28 años está enfocado en su nuevo capítulo.
“Los Padres tienen un gran equipo”, dijo Snell. “Pueden batear, defender y lanzar, y si obtienen también a Yu, me emociona lo que podemos conseguir. Es bueno ir a un equipo con un dueño dispuesto a invertir y que quiere ganar ahora. Sé que soy una gran parte de ello. Definitivamente estoy emocionado por la oportunidad, y no ve la hora de comenzar”.