El Maracaná vacío recibe final brasileña de la Libertadores
Los futbolistas sudamericanos han alcanzado la cima del fútbol europeo en años recientes y ahora los técnicos europeos están haciendo lo mismo en Sudamérica.
Abel Ferreira busca convertirse en el segundo técnico portugués en coronarse campeón de la Copa Libertadores. Ferreira dirigirá a Palmeiras contra Santos el sábado en una final entre clubes brasileños — y de Sao Paulo — en un vacío estadio Maracaná en Río de Janeiro.
“Siento que tenemos todas las condiciones para ganar”, dijo Ferreira, el timonel de 42 años que asumió las riendas del equipo en noviembre. “Para eso crucé el Atlántico para estar aquí, en un club grande, trabajando para llegar a partidos decisivos y ganar”.
El año pasado, Jorge Jesús se consagró como técnico de otro club brasileño, Flamengo. Ahora está a cargo de Benfica en su país natal.
Cuca, el técnico rival el sábado, tiene amplia experiencia en la Libertadores. Sacó campeón a Atlético Mineiro en la edición de 2013.
Cuca, que permaneció hospitalizado durante semanas tras contagiarse de COVID-19 en octubre, dijo que su equipo está listo para la final pese a la ausencia del capitán y volante Alison, que se recupera actualmente del virus.
“Digo que estamos listos porque estamos listos mentalmente”, dijo Cuca. “Haremos todo lo que podamos y más para ganar esto. Solamente el sábado sabremos de seguro si tenemos lo suficiente para ser campeones”.
La final única de esta Libertadores será la tercera netamente brasileña. En 2005, Sao Paulo venció a Athletico Paranaense. Al año siguiente, el Internacional de Porto Alegre doblegó a Sao Paulo. Ambas fueron con el viejo formato de partidos a ida y vuelta.
El Verdão, como se le conoce a Palmeiras, se proclamó campeón una sola vez, en 1999, bajo la dirección de Luiz Felipe Scolari.
La vitrina de Santos, el antiguo club de Pelé y Neymar, luce tres copas del máximo torneo de clubes de Sudamérica. Dos conquistadas con Pelé en 1962 y 1963 y una con Neymar en 2011.
Neymar, que ahora juega con el Paris Saint-Germain, señaló el jueves que está apoyando a Santos, contra el club de su infancia, Palmeiras.
“Yo era hincha (de Palmeiras) ... Hasta que me fui a Santos a los 12 años. Entonces me enamoré de Santos y me hice un gran fan de Robinho”, dijo Neymar en Twitter. “Santos me dio la oportunidad de estar donde estoy. Siempre estaré agradecido”.
Clave en Santos será el aporte del venezolano Yeferson Soteldo, autor de un sublime gol en la victoria 3-0 ante Boca Juniors en el choque de vuelta de las semifinales. El habilidoso extremo apenas mide 1,60 metros (5,3 pies) de estatura.
“Pasé por muchas cosas, todo el mundo hablaba de mi talla, que no iba a poder jugar fútbol por mi tamaño”, dijo en un video publicado por las redes sociales del torneo. “Ahora estoy aquí porque me superé”.
“Va a ser una historia hermosa que todos van a recordar. Yo más aún, que uso la camiseta 10 del Santos, soy de Venezuela, no creían en mí”, dijo Soteldo. “Cuando llegué aquí fue algo muy grande para Venezuela. Es algo que voy a recordar, quedar en la historia del Santos y lo más importante es ganar la copa porque sería un premio a todo lo que hemos hecho en el año”.
Los dos clubes paulistas fueron duros rivales en la década de los 60 y algunos hinchas planeaban hacer la travesía a Río para vitorear desde afuera del estadio, pese al coronavirus.
Brasil ha tenido más dde 220.000 muertes vinculadas con la pandemia y menos de 1% de la población ha sido vacunada.