Se cumplen 15 años del partido más épico de Kobe: el día que anotó 81 puntos
El 22 de enero de 2006, la NBA vivió uno de esos episodios que la convierten en la mejor Liga de baloncesto del mundo. Una de esas actuaciones que se recuerdan de por vida y que mientras está sucediendo obliga a frotarse los ojos. Aquel día, Kobe Bryant anotó 81 puntos en un partido ante los Raptors. Fue la segunda mejor anotación de la historia, sólo por detrás de los inalcanzables 100 puntos de Wilt Chamberlain el 2 de marzo de 1962. Se cumplen este viernes 15 años de aquella proeza y el aniversario resulta más especial que nunca al ser el primero desde el fallecimiento del legendario escolta de los Lakers.
Aquel día, en un éxtasis que duró 41 minutos y 56 segundos, Kobe anotó 21/33 en tiros de dos puntos, 7/13 en triples y 18/20 tiros libres. Sí, lanzó mucho, más de la mitad del total de los Lakers, pero sus porcentajes fueron asombrosos. Cuando restaban 43 segundos, estableció la cifra definitiva. Se fue al banquillo con el Staples Center en pie, gritando "MVP, MVP" y sabiendo que acababan de ver pasar la historia por delante de sus ojos. Para rematar su colosal actuación, metió los últimos 22 puntos de su equipo, que ganó por 122-104. Había ido perdido por 18.
Al descanso, nada anticipaba que aquel partido entraría en la leyenda de la NBA. Los Raptors con un José Manuel Calderón que fue espectador privilegiado de la gesta, ganaban por 49-63. Kobe, 'sólo' llevaba 26 puntos. Podía ser otra gran noche, pero era imposible imaginar lo que sucedería en la segunda mitad. En el tercer cuarto, el mito sumó 27 puntos y en el último añadió otros 28. 56 puntos en unos minutos de ensueño. "Después de la primera parte, ni se me pasó por la cabeza acabar con 81", dijo Kobe entonces.
Su voraz apetito anotador y su capacidad competitiva estuvieron detrás de su obra maestra como jugador. "Simplemente me motivé en la segunda parte porque íbamos perdiendo y yo quería ganar. La verdad es que algo así ni siquiera lo había soñado siendo un niño. Nunca se me había pasado por la cabeza". Phil Jackson, por entonces entrenador de los Lakers, dijo que había sido "una actuación de otro nivel. He visto muchos partidos grandiosos, pero la verdad es que nunca había presenciado algo semejante a lo de esta noche".
Michael Jordan, otra de las estrellas a las que dirigió el técnico y probablemente el mejor jugador de la historia, nunca llegó hasta allí. Su tope fueron los 69 puntos que le endosó a los Cavaliers. Un motivo más para comparar a Kobe con Air, el espejo en el que siempre se miró. Aceptó el reto de intentar ponerse a su nivel y, por algunos instantes como aquel encuentro de hace 15 años, lo consiguió.
La NBA se ha convertido en un nido de extraordinarios anotadores. El juego ha cambiado y favorece los ataques pantagruélicos. Muchos son los jugadores capaces de alcanzar los 40 puntos, los 50 o los 60. Sin embargo, sólo Devin Booker, escolta de los Suns, se ha acercado mínimamente a los 81 puntos de Kobe. El 24 de marzo de 2017 llegó a 70 en un partido ante los Celtics. El escolta de los Lakers se convirtió en un mito por días como aquel en el que nadie pudo pararle.