Trasladan el cuerpo de Mingote a Islamabad antes de su repatriación a España

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EFE,  España, Madrid, Madrid, 

El cuerpo del montañero español Sergi Mingote, que falleció el sábado durante una expedición invernal al K2 (8.611 metros), fue trasladado este lunes a Islamabad, donde está en marcha el proceso para su repatriación a España.

El alpinista Carlos Garranzo, designado por la familia de Mingote para hacer las gestiones de la repatriación, informó Efe del traslado del cuerpo desde la localidad de Skardu, próxima al K2, a la capital paquistaní, a unos 600 kilómetros al sur.

Ahora el cuerpo sin vida del montañero ha sido trasladado a un hospital hasta que las autoridades paquistaníes permitan su salida del país.

“Está todo tramitado, pero los trámites del Ministerio de Interior tardan unos tres días”, dijo Garranzo, quien participaba también en la expedición invernal al segundo pico más alto del mundo hasta que abandonó por problemas de salud. 

Mingote, de 49 años, murió el sábado durante la expedición tras sufrir una caída bajando del Campamento 1 al campamento base avanzado, donde se envió un equipo médico en vano.

“Nadie piensa que va a la montaña a morir; si no, no iríamos”, dijo el alpinista, en referencia al fallecimiento de su compañero.

La muerte de Mingote fue lamentada en España por dirigentes de partidos políticos, del mundo económico y de entidades sociales. 

El ayuntamiento de Parets del Vallés (Barcelona) decretó el mismo sábado cinco días de duelo oficial por la muerte de su exalcalde.

La muerte del veterano montañero coincidió con la primera ascensión invernal al K2, expedición que él mismo colideraba, lograda por diez nepalíes. 

El ascenso al K2 en invierno, el único de los 14 ochomiles que no había sido coronado durante el periodo invernal, estaba considerado el último gran desafío de la disciplina.





Hallan cuerpo de Paty, la joven argentina que cayó en un glaciar hace 42 años

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El Universal,  Argentina, Buenos Aires, 

Marta Emilia Altamirano, “Paty”, es la joven argentina de 20 años que por marzo de 1981 murió al caer en la grieta de un glaciar del cerro Mercedario, en San Juan, y cuyo cuerpo, tras casi 43 años perdido, fue rescatado el pasado fin de semana. En un poema que ella misma escribió y atesora su familia, describe su personalidad y el amor hacia a la naturaleza: “Gracias por los sufrimientos que me hacen comprender a los demás. Gracias por el mundo y gracias por darme la dicha de habitar en él”.

El hallazgo, ocurrido el martes 24 de enero por parte de unos turistas que hacían andinismo, desató un operativo en el que intervino la Policía provincial, la Gendarmería Nacional, la Fiscalía de la zona, Criminalística y el Grupo Geras. Tras romper la masa de hielo en la que se encontraba el cuerpo, el sábado pasado, pudo ser rescatado luego de muchos intentos infructuosos de diferentes profesionales del andinismo, amigos y familiares de la joven que la buscaron desde que ocurrió la desgracia.

Según la autopsia, realizada en la Morgue Judicial de San Juan, el cuerpo tiene uno de sus pies desprendido y la muerte se produjo a causa de politraumatismos. Para verificar su identidad, se realizó un examen de ADN y las autoridades están a la espera de los resultados. No obstante, ni bien se supo que el cuerpo era de una mujer, las autoridades supieron que se trataría de Paty.


Amaba las montañas

A Marta Emilia Altamirano le decían Paty. Era oriunda de Tucumán, muy creyente y le gustaba escribir poemas. Con su hermana Corina se había preparado durante dos años para subir el cerro Mercedario en Calingasta, San Juan, haciendo andinismo en otros cerros.

“Paty tenía 20 años; era una joven llena de vida, apasionada y amaba las montañas”, dijo esta semana Corina a La Gaceta de Tucumán.

El 23 de marzo de 1981, Paty partió junto a su hermana Corina y su novio, el alpinista Sergio Bossini, a hacer la deseada excursión al cerro Mercedario.

De acuerdo a los registros que mantiene el Club Andino de Tucumán, el grupo comenzó su viaje desde Barreal y paró en el paraje Hornadillas, en el destacamento Álvarez Condarco de Gendarmería Nacional.

Cuatro días después, el 27 de marzo, comenzaron el ascenso al cerro. “Cuando íbamos subiendo la pared sur del cerro, que es re difícil, en un momento ella se dio la vuelta, abrió los brazos, vio el paisaje y dijo ¡gracias Dios mío”, contó Corina recordando ese día.

Ante la llegada de la noche, cerca de las 19, decidieron montar su campamento al pie de un glaciar de 4 mil 300 metros de altura. Esperaban cenar y descansar en ese punto para, al día siguiente, con la claridad, retomar su viaje.

Pero, según dirían más adelante Corina y Bossini, Paty fue a recorrer la zona y en un segundo vieron cómo pisaba en falso “y se deslizó cientos de metros abajo” por una grieta del glaciar.

Ambos intentaron ir a buscarla, pero debido a que ya era de noche no había luz suficiente para dar con ella. Al día siguiente la encontraron, muerta. Debido al difícil acceso en la zona, desconsolados, decidieron ir a buscar ayuda para recuperar el cuerpo.

El 29 de marzo llegaron a uno de los puestos de Gendarmería para pedir auxilio y junto con un grupo de profesionales fueron hasta el lugar del accidente, pero el cadáver se encontraba ya bajo la nieve.

El 31 de diciembre del 1981 la madre de Paty, Martha Dichiara de Altamirano, su hermana Corina, su hermano Marcelo y Orlando Bravo del Club Andino de Tucumán emprendieron una nueva expedición para tratar de encontrar el cuerpo, detalló

El Diario Huarpe

. Si bien dieron con él, se encontraba en una grieta del Glaciar El Caballito y era imposible acceder.

Bossini volvió al lugar un par de veces, la última en 1984, al no poder rescatar el cuerpo de la joven colocó una cruz de hierro en la cima del glaciar. Hoy, luego de casi 43 años, que se cumplen en marzo, su hermana siente que revive la tragedia nuevamente.

“Estamos conmocionados y movidos. Es como que vos tenías el recuerdo en una cajita lacrada, hace 40 años, y de repente revivís todo de una forma muy extraña. Es volver a ver fotos, a buscar datos, a corroborar cómo estaba vestida”, contó Corina a La Gaceta.

Corina le facilitó a varios medios una de las poesías de Paty donde la joven expresa su amor por la inmensidad de la naturaleza y se dirige a Dios:

“Gracias por dar visión profunda a mis ojos para que se maravillen con tus obras gracias por los cerros que hacen estallar mi alma de gozo y dejan exhalar de mis labios suspiros de admiración.

Gracias por los sufrimientos que me hacen comprender a los demás

Gracias por los seres que me rodean y por las flores de mi jardín

Gracias por el mundo y gracias por darme la dicha de habitar en él”.


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El mal tiempo impide la búsqueda de los montañeros desaparecidos en el K2

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EFE,  Pakistan, Islāmābād, 

Las malas condiciones meteorológicas impidieron este martes que continuaran las operaciones de rescate de los tres montañeros desaparecidos en el K2 (8.611 metros) desde el pasado viernes, en una expedición para coronar esta montaña que ya se ha cobrado la vida de dos escaladores esta temporada.

“Los helicópteros están listos para volar. Estamos esperando a que mejore el tiempo”, dijo a Efe el secretario del Club Alpino de Pakistán, Karrar Haidri.

La fuente indicó que los helicópteros militares no han salido a la búsqueda del chileno Juan Pablo Mohr, el islandés John Snorri y el paquistaní Ali Sadpara desde que este lunes se cancelaron los vuelos por el mal tiempo.

También dos montañeros paquistaníes, Imtiaz Hussain y Akbar Ali, abandonaron un intento de subir al K2 en busca de los desaparecidos y regresaron al campo base, a la espera de la mejora de las condiciones meteorológicas.

El ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mahmood Qureshi, afirmó durante una conversación telefónica con su homólogo chileno, Andrés Allamand, que el país asiático “hará todos los esfuerzos posibles para recuperar a los héroes desaparecidos” a pesar del clima adverso.

El K2, una helada pirámide casi perfecta y la segunda montaña más alta del mundo, es conocida como “la montaña salvaje” por lo complicado que resulta escalarla y unas condiciones meteorológicas que en invierno pueden alcanzar los -50 grados y vientos de 90 kilómetros por hora.

Hasta ahora solo 377 alpinistas han coronado la segunda cima más alta del mundo y 88 han fallecido intentándolo desde que el italiano Achille Compagnoni lograse la primer ascensión en 1954.

Los escaladores desaparecidos salieron del campamento la madrugada del viernes para aprovechar una ventana de buen tiempo para tratar de hacer cumbre en el K2, y horas después sus equipos perdieron el contacto con ellos y sus localizadores GPS.

El pasado sábado comenzó la búsqueda en helicóptero de los montañeros y el lunes dos helicópteros subieron, por tercer día consecutivo, hasta los 7.000 metros y recorrieron la ruta de los escaladores desaparecidos.

A los tres escaladores también les acompañaba Sajid, hijo de Ali Sadpara, que se encontraba con ellos en el conocido como “cuello de botella”, a 8.200 metros, pero tuvo que abandonar y regresar al campamento III debido a un problema con su regulador de oxígeno.

Sajid afirmó en una declaración en vídeo publicada el domingo que considera que las posibilidades de hallar con vida a los desaparecidos “son casi nulas”.

La desaparición de los tres escaladores llega después del éxito alcanzado el pasado 16 de enero, cuando 10 nepalíes, nueve de ellos de la etnia sherpa más conocidos por sus habilidades como porteadores, lograron el primer ascenso invernal al K2.

El K2 era el único de los 14 ochomiles que no había sido coronado en invierno y estaba considerado el último gran desafío de la disciplina.

Esta expedición, que comenzó a finales de diciembre, se cobró en enero la vida del montañero español Sergi Mingote, tras una caída, y del escalador búlgaro Atanas Georgiev Skatov por una rotura de la cuerda de seguridad.



Autoridades temen muerte de tres alpinistas en montaña K2

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Reuters,  Pakistan, Islāmābād, 

Varios helicópteros del Ejército de Pakistán continuaban el lunes la búsqueda de tres alpinistas desaparecidos en la segunda montaña más alta del mundo, el K2, entre ellos un chileno, mientras se desvanece rápidamente la esperanza de que sigan vivos.

El chileno Juan Pablo Mohr, el paquistaní Muhammad Ali Sadpara y el islandés John Snorri fueron vistos por última vez el viernes alrededor del mediodía en lo que se considera la parte más difícil de la escalada: el Cuello de Botella, un barranco empinado y estrecho a sólo 300 metros de la cima del K2, a 8.611 metros.

El lugar está justo por encima del límite al que pueden llegar los helicópteros, que llevan tres días buscando.

Sadpara, uno de los alpinistas más célebres de Pakistán y que había ascendido a ocho de las montañas más altas del mundo, estaba acompañado por su hijo Sajid Sadpara, de 20 años, a quien le ordenó descender cuando una máscara de oxígeno que estaba utilizando se estropeó.

Sajid dijo el domingo a periodistas que esperó toda la noche en un campamento justo debajo del Cuello de Botella, creyendo que los tres habían ascendido y que bajarían. "Dejé la luz de mi tienda encendida por la noche pensando que la verían cuando volvieran", dijo.

"Creo que si buscan los cuerpos tiene sentido continuar la operación, pero si estás a 8.000 (metros) en invierno durante dos o tres días, las posibilidades de una persona de sobrevivir son casi nulas".

Era el segundo intento de escalada del grupo en el K2 este invierno, en una temporada en la que ya han muerto otros tres alpinistas en la zona.

El mes pasado, 10 sherpas nepalíes se convirtieron en las primera personas en hacer cumbre en el K2 en invierno.

El mismo día, el alpinista español Sergio Mingote, de 49 años, murió tras caer por una grieta al intentar bajar al Campo Base. El mes pasado, el estadounidense Alex Goldfarb-Rumyantzev murió al intentar escalar el cercano pico Pastore como preparación para intentar hacer cumbre en el pico Broad, de 8.047 metros

En 2008, 11 alpinistas murieron en el K2 en el transcurso de dos días.



Escaladores tienen más probabilidades de llegar a la cumbre en Monte Everest

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Reuters,  Nepal, Karnali, 

Los escaladores que se enfrentan al Monte Everest tienen el doble de probabilidades de llegar a la cumbre y un poco menos de chances de morir que hace dos décadas, a pesar del fuerte aumento de multitudes en la llamada "zona de la muerte", según un estudio publicado el miércoles.

Alrededor de dos tercios de los alpinistas tuvieron éxito en su intento de alcanzar la cima entre 2006 y 2019, en comparación con la cifra alcanzada en los 15 años anteriores de alrededor de un tercio, según el estudio de la Universidad de Washington y la Universidad de California en Davis.

El riesgo de morir en la montaña era del 0,5 por ciento para las mujeres y del 1,1 por ciento para los hombres, frente al 1,9 por ciento y el 1,7 por ciento en 1990-2005, según el estudio.

El número de intentos de llegar a la cumbre se ha disparado a lo largo de las décadas. En 2019, 955 personas intentaron llegar a la cumbre, frente a 222 en 2000. 

Nueve escaladores murieron en el Everest en mayo del año pasado, por lo que la temporada fue la más mortífera desde el terremoto de 2015 que mató al menos a 18 personas en el campamento base. Las autoridades dijeron que las multitudes no fueron la razón principal de esas muertes.

"Sorprendentemente, el hacinamiento no tiene un efecto evidente sobre el éxito o la muerte durante los intentos por llegar a la cumbre", dijo el resumen del estudio.

Los escaladores han expresado preocupación de que Nepal esté otorgando permisos a cualquiera que esté dispuesto a pagar la tarifa de 11.000 dólares.

Nepal planea cambiar las reglas de escalada y hacer que los guías, el estado físico y la experiencia de escalar una montaña más baja sean obligatorios para el Everest, para elevar los niveles de seguridad, dijo el funcionario del departamento de turismo, Mira Acharya.

El monte Everest ha sido escalado por más de 6.000 alpinistas y al menos 311 personas han muerto.



VIDEO: Alpinistas dentro del cráter del Popocatépetl

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

En un video difundido en redes sociales se observa que un grupo de entre 11 o 12 alpinistas se encuentran en el cráter del volcán Popocatépetl, aun cuando está emitiendo gases, lo que provocó molestias entre cibernautas y autoridades por el peligro al que se expusieron.

Las imágenes, que duran dos minutos, muestran cuando una fumarola sale de la "boca" de la Montaña que humea, nombre en náhuatl del Popocatépetl, mientras varios de los hombres suben por una de las paredes del cráter.

El hombre que grabó el video con su celular captó el momento en que otros siete montañistas ya ascendieron al cráter y esperan a que sus compañeros hagan lo mismo. El video difundido en redes no tiene registro de cuándo se hizo el ascenso de los alpinistas.

Cibernautas criticaron a los hombres que subieron a la cima del Coloso de Anáhuac porque no sólo pusieron en peligro su vida, sino también la de los grupos de rescate que tendrían que subir para ayudarlos si algo les hubiera ocurrido.

Pablo Obregón, alpinista mexicano que ha ascendido varías veces el Popocatépetl, consideró que los montañistas que aparecen en las imágenes corrieron un riesgo mayor porque pudieron morir por la gran actividad que tenía Don Goyo al momento en que estuvieron en el cráter.

La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) reiteró el exhorto a respetar el radio de restricción del coloso de 12 kilómetros, luego de que se difundió un video en el que, por tercera ocasión, en lo que va del año, varios alpinistas grabaron cuando ascendieron al cráter del Popocatépetl.

El titular de la dependencia, David E. León Romero, señaló que "subir al cráter de un volcán activo es una acción que no sólo pone en riesgo la vida de las personas que realizan ascensos al volcán de manera irresponsable, sino que compromete la integridad de los diferentes rescatistas que tendrían que ir en auxilio de quienes ingresan al área de restricción, así como recursos humanos y materiales del Estado mexicano".

A través de un comunicado, la CNPC explicó que el radio de protección fue establecido por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) en referencia al número de explosiones y exhalaciones del coloso.

Con frecuencia, éstas se acompañan de fragmentos balísticos incandescentes, expulsión de rocas con temperaturas superiores a los mil grados centígrados y de diferentes dimensiones que pueden superar con facilidad el tamaño de un automóvil, mismos que son lanzados dentro o fuera del cráter, alcanzando varios kilómetros de distancia, por lo que se exhorta a la población a respetar el radio de restricción y por ningún motivo acercarse al cráter.

La dependencia dijo que subir a un volcán activo no debe ser visto como un reto deportivo para los alpinistas, sino como una acción imprudencial.