La carrera del enigmático Antonio Brown parecía absolutamente terminada, pero como el Ave Fénix, el receptor resurgió de sus cenizas con un poco de ayuda.

Después de, esencialmente, forzar su salida de los Pittsburgh Steelers, arribó a los entonces Oakland Raiders, donde antes de siquiera jugar un partido oficial, se quejó en reiteradas ocasiones por su casco y se peleó públicamente con el gerente general Mike Mayock. Los Raiders se cansaron y después de un poco de presión positiva de Tom Brady, los New England Patriots le dieron una nueva posibilidad al receptor.

Acto seguido, llegaron las acusaciones por acoso sexual y los Patriots decidieron cortarlo. De hecho, por ese mismo episodio, la NFL decidió suspenderlo para los primeros ocho partidos de la temporada.

Un choque de trenes fue más sútil que el increíble listado de problemas que ha tenido Brown en los últimos años.

Las peleas con su ex chef personal, los gritos con la policía ante el ojo público, los exabruptos en redes sociales y las quemaduras de pies producto del exceso de la crioterapia parecen sólo adornos en el medio de unos años tumultuosos que nos hicieron pensar en un momento dado que Brown no estaba bien de salud.

Nos preocupamos por él y su carrera en la NFL parecía simplemente cosa del pasado. No porque le faltara talento, porque le sobra, sino porque su “madurez” dejaba mucho que desear.

Pocos jugadores tienen más influencia que Brady, quien ahora tiene a los Tampa Bay Buccaneers a un triunfo del segundo título en la historia del club.

Cuando el mariscal levantó la mano, la llegada de Rob Grownkowski se hizo realidad y cuando volvió a poner su reputación en juego por Brown, Tampa Bay tomó la decisión poco popular de contratarlo y darle una nueva oportunidad al receptor.

“Creo en las segundas oportunidades”, afirmó Bruce Arians, entrenador en jefe de los Buccaneers.

Más bien es la cuarta o quinta en la NFL para Brown, quien parece haberse dado cuenta de que la oportunidad que le dieron los Buccaneers, parecía ser su la última.

Brady le abrió las puertas de su casa y Brown vivió con el mariscal algunos días.

Los Buccaneers tenían uno de los grupos de receptores más profundos de la NFL, pero veían en Brown a “una póliza de seguros con techo alto”.

En ese momento, tanto Chris Godwin como Mike Evans batallaban con las lesiones y tener a Brown en gateras para la segunda mitad de la temporada generaba un alivio en Tampa Bay, siempre y cuando no se metiera en problemas extra deportivos.

Siendo justos con Brown, a quien se le ha criticado en varias ocasiones, eso no ha sucedido.

Brown ha sido un ciudadano modelo y entendió que sólo tenía una oportunidad más, gracias a su poderoso e influyente amigo. En respuesta a esa confianza, Brown, siete veces seleccionado al Pro Bowl, lideró a los Buccaneers en pases hacia él en las últimas cinco semanas de la temporada regular con 45 recepciones para 483 yardas y cuatro touchdowns en ocho encuentros.

Brown apenas pudo participar en 27 jugadas en la Ronda Divisional ante los New Orleans Saints por una lesión en la rodilla que lo hizo a perderse el Juego de Campeonato de la NFC, pero después de mucho tratamiento, los indicios son positivos y se espera que pueda jugar ante los Kansas City Chiefs.

Los Buccaneers han quedado tan impresionados con la conducta de Brown, con quien habían llegado a un acuerdo de un año, que ya han expresado interés en tenerlo de regreso la próxima temporada.

Producto de su problemático historial, los futuros acuerdos probablemente continúen con vigencias de un año y llenos de cláusulas de conducta, pero el simple hecho de que Brown tenga la oportunidad de jugar un Super Bowl debe causar sorpresa.

Personalmente, estaba convencido de que su carrera en la NFL estaba terminada, pero los Buccaneers le extendieron la mano y ahora tendrá la posibilidad de ganar su primer anillo, algo que se le negó en su primera campaña, cuando llegó al Super Bowl con los Steelers.

“Sé que es mi última oportunidad. Es la última y pienso aprovecharla”, sentenció Brown.

Antonio Brown no pudo estar presente en la sesión de práctica del viernes, y su poca actividad lo pone en duda para el duelo ante los Kansas City Chiefs en el Super Bowl LV, según reporte del medio Pewter Report.

Otros jugadores de Tampa Bay Buccaneers que no han entrenado esta semana por lesión: Lavonte David, Antoine Winfield Jr., Jordan Whitehead y Jason Pierre-Paul.

Brown es uno de los receptores más sólidos de la NFL, así que su presencia es clave para las aspiraciones de Tom Brady de conseguir su primer campeonato con los Buccaneers.

Todavía faltan 9 días para el Super Bowl LV, tiempo suficiente para que el conjunto de Tampa pueda recuperar a buena parte de sus lesionados.

A los Tampa Bay Buccaneers les gustaría volver con el veterano receptor Antonio Brown.

Se ha informado que los Bucs quieren traer de vuelta a Brown para la temporada 2021, según una fuente.

Tampa se arriesgó al firmar a Brown por un año a fines de octubre. Brown estuvo fuera de la NFL durante más de un año en el momento de su fichaje y necesitaba completar una suspensión de ocho juegos antes de ser elegible para jugar con los Bucs.

En ocho partidos jugados esta temporada, el receptor abierto de 32 años produjo 45 recepciones para 483 yardas y cuatro touchdowns. Brown agregó tres recepciones para 59 yardas y una anotación durante la actual carrera de playoffs de Tampa, sin embargo, el veterano se perderá el juego del Campeonato de la NFC del domingo contra los Packers debido a una lesión en la rodilla.

Si bien la presencia de Brown en un cuerpo de recepción de Bucs cargado fue una vergüenza de riquezas en el papel, las lesiones persistentes de Chris Godwin y Mike Evans esta temporada han hecho que A.B. un bien necesario. Godwin, junto con Brown, se convertirán en agentes libres sin restricciones esta temporada baja.

Con el mariscal de campo Tom Brady bajo contrato hasta 2021 y una gran influencia en la llegada de Brown a Tampa, tal vez la escritura ha estado en la pared para el regreso de Brown en 2021.

La NFL está revisando un incidente que involucró al receptor de los Tampa Bay Buccaneers, Antonio Brown, en el que la policía dice que el WR destruyó una cámara de seguridad y arrojó una bicicleta en una choza de guardias de seguridad en su comunidad cerrada en Hollywood, Florida, informó el martes Tom Pelissero de NFL Network.

El incidente, que ocurrió el 15 de octubre, dos semanas antes de que Tampa Bay firmara a Brown, fue reportado por primera vez por The Miami Herald. Brown no fue acusado luego del incidente, aunque la policía de Hollywood determinó que tenía una causa probable para acusarlo de un delito menor, según el Herald.

No está claro si los Buccaneers estaban al tanto del último enfrentamiento de Brown con la policía antes de firmarlo con un contrato de un año el 27 de octubre, informó Pelissero.

Los Bucs emitieron la siguiente declaración el lunes después del informe de The Herald: "Estamos al tanto del incidente denunciado que involucra a Antonio Brown antes de su firma. Cuando Antonio se unió a nosotros, teníamos claro lo que esperábamos y exigíamos de él. Hasta ahora, ha cumplió con todas las expectativas que tenemos en su lugar ".

Brown recientemente cumplió una suspensión de ocho juegos. La liga no estaba al tanto del incidente antes de reinstalar a Brown, según Pelissero.

Este incidente es el último de una serie de problemas fuera del campo que involucran al receptor de los Buccaneers. La suspensión de ocho juegos de Brown se debió a dos incidentes separados: un cargo de agresión por atacar a un conductor de camión, por el cual Brown aceptó un acuerdo de culpabilidad; y un caso de conducta sexual inapropiada que involucra a una mujer. La liga también continúa monitoreando un caso civil en Florida, en el que una mujer diferente acusó a Brown de violación y agresión sexual. Una audiencia en ese caso está programada para el 11 de enero, menos dos semanas después de la conclusión de la temporada regular 2020.

Antonio Brown fue acusado por la comunidad donde vive de destruir una cámara de seguridad y lanzar una bicicleta a un guardia de seguridad el 15 de octubre pasado, reportó el diario Miami Herald al citar un reporte de la policía.

La Policía de Hollywood, Florida, decidió que tenían causas probables para acusar a Brown con daño criminal, un delito menor, pero la presidenta de la asociación de residentes de Hollywood Oaks, Sylvia Berman, rechazó presentar cargos, reportó el Herald.

De acuerdo al reporte, Berman dijo a la policía que temía que Brown “tomara represalias contra sus empleados”.

Berman dijo al diario que no le temían a Brown, pero que el consejo de Hollywood Oaks decidió que el incidente no era suficientemente serio como para presentar cargos y que el ahora receptor de los Tampa Bay Buccaneers acordó arreglar la cámara dañada.

Alana Burstyn, vocera de Brown, dijo al Herald que los problemas entre los residentes y el receptor “han sido resueltos en su totalidad y amigablemente y todos se llevan muy bien. No estoy segura de quién intenta promover esta narrativa”.

“Antonio lamenta haber perdido la cordura ese día y ya hizo las paces con la HOA (Hollywood Oaks Homeowners Association), sin embargo, Antonio está preocupado, y con razón, de ser rutinamente el blanco de algunas personas por malos tratos y escrutinio no merecido porque es Antonio Brown”, dijo Burstyn en un segundo comunicado enviado al Herald.

“Antonio quiere ser un buen vecino, buen ciudadano y un buen compañero”, agregó.

El caso fue cerrado el 5 de noviembre por el Departamento de Policía de Hollywood, reportó el Herald.

“Estamos al tanto del incidente reportado que involucra a Antonio Brown antes de su contratación”, dijeron los Buccaneers en un comunicado emitido el lunes. “Cuando Antonio se unió a nosotros, fuimos claros sobre lo que esperábamos y requeríamos de él. Hasta ahora, ha cumplido con todas las expectativas puestas en él”.

Brown tiene un historial de problemas extra deportivos. Antes de unirse a los Buccaneers, cumplió con una suspensión de ocho juegos por múltiples violaciones a la política de conducta personal de la NFL. Ha sido acusado dos veces de mala conducta sexual y enfrenta una demanda civil de una de las acusadoras que tiene fecha programada para inicio de juicio entre el 14 y 18 de diciembre.

También enfrenta una acusación por robo y agresión y dos cargos menores más relacionados a un incidente sucedido en enero pasado con un empleado de una compañía de mudanzas sucedido afuera de su casa en Hollywood. Actualmente, Brown cumple dos años de libertad condicional por el incidente.

Parte de su libertad condicional involucró un curso de manejo de ira de 13 semanas junto con una evaluación psicológica.

En los dos juegos en que ha participado con los Buccaneers en la actual temporada, Browns suma 10 recepciones para 100 yardas.

Antonio Brown está oficialmente en los Buccaneers.

El asediado receptor firmó su contrato el martes por la mañana, informó Tom Pelissero de NFL Network. Como era de esperarse, está lleno de incentivos.

El acuerdo de un año incluye $ 750,000 en salario base prorrateado y un valor máximo de $ 2.5 millones, agregó Pelissero. Esto último requeriría que Tampa Bay ganara el Super Bowl y que Brown, de 32 años, se acercara a la producción por juego de su pico mientras aparecía en todos los juegos desde la Semana 9 en adelante. El pacto se acordó inicialmente la semana pasada, después de que Tom Brady hiciera campaña durante meses para traer a A.B. a bordo.

Brown, quien permanece suspendido por múltiples violaciones a la política de conducta personal de la NFL, es elegible para debutar el 8 de noviembre cuando los Bucs reciban a los Saints. El ex All-Pro no ha jugado en una temporada desde un juego con los Patriots en septiembre pasado.