Burns lidera el Genesis; Niemann, a 3 golpes
Sam Burns tuvo el comienzo ideal en Riviera. Su cierre fue incluso mejor.
El golfista del estado de Luisiana inició con un putt de 18 pies para eagle y terminó con tres birdies consecutivos el jueves en el Genesis Invitational. Firmó una tarjeta de 64 golpes, siete bajo par, la tercera ocasión en esta temporada que se ubica en ese marcador en la primera ronda.
Burns, de 24 años, aún está buscando su primer triunfo en la Gira de la PGA. Tomar la ventaja en uno de los mejores campos del año y ante rivales fuertes sería un buen primer paso.
“Este campo por momentos no te ofrece muchas oportunidades”, reconoció Burns. “Entonces creo que al iniciar teníamos esa mentalidad de hacer lo que pudiéramos”.
Burns tomó una ventaja de dos tiros sobre Matt Fitzpatrick y Max Homa, que crecieron a menos de 50 kilómetros del campo, en la localidad de Valencia, y solían asistir a los eventos de la Gira de la PGA en Riviera cuando eran niños.
El chileno Joaquín Niemann completó su recorrido en 67 golpes, y viene a continuación en la tabla. Comenzó el año con dos segundos lugares en Hawái, a lo que siguieron unas semanas de descanso.
También con 67 golpes se ubica Patrick Cantlay, que viene de quedar cerca del triunfo en Palm Springs y Pebble Beach. Extendió su racha de buenos juegos con cuatro birdies en sus últimos nueve hoyos.
Dustin Johnson, el número uno del mundo que ha jugado en Riviera consistentemente bien en los últimos 10 años, no pudo aprovechar de los hoyos par 5 y alcanzó a terminar con 68.
“No puedes pedir un campo en mejor forma”, admitió Johnson, que ganó hace dos semanas en Arabia Saudí . “Los greens están perfectos. Están firmes y rápidos. El campo es difícil cuando está firme y rápido. Tienes que estar en una buena posición o no tienes oportunidad”.
También con 68 están Brooks Koepka y Jordan Spieth.
Riviera tiene reputación de ser difícil aunque el juego evolucione. El récord de 72 hoyos, de 20 bajo par y 264 golpes que estableció Lanny Wadkins en 1985, se mantiene como la marca más longeva de un evento de la Gira de la PGA.
Fue lo suficientemente difícil para Justin Thomas, que inició con un 77 a pesar de que tuvo birdies en dos de sus últimos tres hoyos.