Cuba cancela por la covid-19 los eventos deportivos previstos en abril

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EFE,  Cuba, La Habana, 

Cuba ha cancelado los eventos deportivos previstos en abril debido al aumento de los casos de covid-19 en la isla, anunció este miércoles el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).

La decisión "es válida para los certámenes locales y con participación foránea", advierte un comunicado.

La única excepción es la disputa de la edición 60 de la Serie Nacional de Béisbol.

Entre las competencias internacionales programadas para abril destacan el torneo de lucha Cerro Pelado-Granma, la Copa Marcelo Salado de Natación y el Tour Norceca de voleibol de playa.

El Inder informó de que seguirá dando prioridad a las medidas dispuestas para frenar los impactos de la pandemia y que esa práctica rige también en la preparación de las preselecciones olímpica y paralímpica para los Juegos de Tokio.

Cuba enfrenta desde enero pasado el tercer rebrote de la covid-19 que se ha extendido por todo su territorio y tiene a La Habana como epicentro, con reportes diarios de varios centenares de nuevos contagios en las últimas semanas.

Hasta hoy la isla acumula 40.765 casos del coronavirus SARS-CoV-2 y 277 fallecidos por la covid-19 en 11 meses de pandemia.Cuba ha cancelado los eventos deportivos previstos en abril debido al aumento de los casos de covid-19 en la isla, anunció este miércoles el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).

La decisión "es válida para los certámenes locales y con participación foránea", advierte un comunicado.

La única excepción es la disputa de la edición 60 de la Serie Nacional de Béisbol.

Entre las competencias internacionales programadas para abril destacan el torneo de lucha Cerro Pelado-Granma, la Copa Marcelo Salado de Natación y el Tour Norceca de voleibol de playa.

El Inder informó de que seguirá dando prioridad a las medidas dispuestas para frenar los impactos de la pandemia y que esa práctica rige también en la preparación de las preselecciones olímpica y paralímpica para los Juegos de Tokio.

Cuba enfrenta desde enero pasado el tercer rebrote de la covid-19 que se ha extendido por todo su territorio y tiene a La Habana como epicentro, con reportes diarios de varios centenares de nuevos contagios en las últimas semanas.

Hasta hoy la isla acumula 40.765 casos del coronavirus SARS-CoV-2 y 277 fallecidos por la covid-19 en 11 meses de pandemia.





¡Le vale! AMLO responde a Calderón por visita de presidente de Cuba

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la visita a México del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, invitado a los festejos patrios del 15 y 16 de septiembre.

En su conferencia mañanera de este martes en Palacio Nacional, López Obrador respondió a las críticas del expresidente Felipe Calderón, quien calificó de “inaceptable el protagonismo en las fiestas del bicentenario de la consumación de la independencia de un dictador que encierra a decenas de ciudadanos cubanos”.

“Lo mismo que acaba de decir el presidente Calderón, que porque viene invitado el presidente de Cuba, que no le gusta ¡Pues qué bien que no le guste, fuera máscaras!”, expresó López Obrador. 

En el Salón Tesorería, López Obrador recordó que Felipe Calderón se entrevistó con el expresidente cubano, Raúl Castro.

“Nada amás que son muy hipócritas porque ahora estamos viviendo, pues sí, un momento estelar porque ya no se puede fingir, cada quien desde su sitio, pero esto muestra el bajo nivel del conservadurismo”, añadió.

Tras los dichos por López Obrador en la mañanera, el expresidente Calderón agradeció en redes sociales la solidaridad y apoyo “frente a los intentos de distorsión de la Justicia en contra mía por parte del gobierno con propósitos de persecución política”.

López Obrador confirmó que el presidente Díaz-Canel pronunciará un discurso en el marco de la Independencia de México "por el mismo trato".

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Conoce por qué es tan difícil una reconciliación entre EU y Cuba

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Entre Cuba y Estados Unidos hay una relación compleja con un gran componente emocional.

Han sido aliados y adversarios, pero nunca indiferentes ante el otro.

Estados Unidos y Cuba han mantenido una difícil y compleja relación desde que la isla obtuvo su independencia de España hace más de 120 años.

A lo largo de todas estas décadas, la potencia del norte ha sido un actor determinante para lo que ocurre en la isla.

Tal vez su punto más álgido fue durante la Guerra Fría, cuando a cambio de la ayuda y protección soviética, La Habana se ofreció a Moscú como una cabeza de playa desde la cual misiles nucleares podían amenazar objetivos clave del sur del EU, incluyendo la desembocadura del río Misisipi, las principales instalaciones petroleras, así como importantes puertos del país.

Por su parte, Cuba ha sido uno de los países de América Latina que más influye en la vida política de Estados Unidos.

La isla ha seguido siendo relevante aún después del fin de la Guerra Fría, cuando dejó de representar una amenaza de seguridad para su vecino del norte.

La desaparición de la Unión Soviética no trajo, como muchos esperaban, la caída del comunismo en Cuba y su retorno a la órbita de influencia estadounidense.

Tampoco se ha producido una normalización de las relaciones, similar a la que sí ha ocurrido, por ejemplo, entre Estados Unidos y Vietnam, que no solamente sigue siendo un país comunista con un sistema de partido único como Cuba, sino que además libró una larga y sangrienta guerra contra Estados Unidos.

Raúl Castro y Barack Obama impulsaron el mayor acercamiento que hayan logrado Cuba y EU en 60 años.

Pese a que la cercanía geográfica les impone numerosos retos comunes y al restablecimeinto de las relaciones diplomáticas y el deshielo ocurrido entre los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro entre 2014 y 2017, Washington y La Habana no han logrado superar décadas de distanciamiento.

BBC Mundo te cuenta 4 factores que han dificultado su reencuentro.

1. El peso de la historia y del nacionalismo

Aunque se implicó de forma tardía en la guerra de independencia de Cuba, Estados Unidos estableció la ocupación militar de la isla tras la derrota española en 1898.

El nacimiento formal de la República de Cuba no se produciría hasta 1902, con la entrada en vigor de una Constitución que, entre otras cosas, concedía a Estados Unidos el derecho de intervenir en la isla y el arrendamiento del territorio que aún hoy ocupa la base militar de Guantánamo.

Posteriormente hubo algunos cambios legales (así como otras intervenciones militares de EU) pero, en general, Washington mantuvo un alto nivel de injerencia en la isla que marcó las relaciones bilaterales antes y después de la Revolución cubana.

Las tropas estadounidenses ayudaron a poner fin al dominio de España sobre Cuba, pero luego se quedaron en la isla.

"El dominio político y económico de Estados Unidos antes de 1959 era ofensivo para el nacionalismo cubano. De parte de EU, la resistencia de Cuba a esta dominación, especialmente después de 1959 era inexplicable", le dice a BBC Mundo William LeoGrande, profesor de Gobierno en la Escuela de Asuntos Públicos de la American University.

"He leído todos esos documentos del gobierno de Estados Unidos del periodo entre 1959 y 1961 y allí se percibe un sentimiento entre los funcionarios estadounidenses de que 'estos jóvenes radicales' les estaban quitando Cuba, era como si la isla fuera parte de EU", agrega.

LeoGrande afirma que existen unos lazos emocionales muy complejos entre ambas culturas, que se conocen y se atraen mutuamente.

El experto considera que esos vínculos son una de las razones más profundas y persistentes por las cuales se ha hecho difícil establecer una relación más normal entre ambos países.

Sobre la tesis según la cual Washington sigue resentido hacia La Habana por la "humillación" que significó la "pérdida" de Cuba y el establecimiento de un gobierno comunista apenas a 150 kilómetros de Florida, LeoGrande señala que este elemento puede haber jugado un papel, pero destaca que Vietnam propinó una "humillación" aún mayor a EU, lo que no ha evitado un reencuentro entre ambos.

2. La Guerra Fría

La adopción de un sistema comunista de partido único y la alineación de La Habana con Moscú durante la Guerra Fría fueron durante décadas un importante obstáculo para la normalización de las relaciones con Washington.

"Estados Unidos vio como una traición que Cuba se pusiera del lado de la Unión Soviética, además de que al hacerlo se convirtió en una verdadera amenaza a la seguridad nacional estadounidense", señala LeoGrande, autor del libro Back Channel to Cuba, en el que recoge las iniciativas de diálogo con La Habana adelantadas -muchas veces en secreto- por los presidentes estadounidenses desde Dwight Eisenhower hasta Barack Obama.

En 1962, poco más de un año después de que Castro anunciara que Cuba sería un país socialista, se produjo la crisis de los misiles, cuando las fuerzas soviéticas intentaron desplegar en la isla armas nucleares que estarían apuntando hacia Estados Unidos.


Durante la crisis de los misiles, Estados Unidos impuso un bloqueo naval para evitar que Cuba siguiera recibiendo armas de la Unión Soviética.

El episodio, considerado como el momento en el que el mundo ha estado más cerca de una guerra nuclear, produjo una grave crisis que se resolvió a través de negociaciones directas entre Washington y Moscú, en las cuales Estados Unidos renunció a ejecutar o apoyar cualquier intento de invadir la isla.

Cuba además albergó el centro radioelectrónico de Lourdes, considerado como la mayor instalación de espionaje de la Unión Soviética fuera de su territorio, que contaba con sofisticadas antenas y equipos de escucha usados para interceptar las comunicaciones estadounidenses entre 1964 y 2002.

3. Intereses económicos

Pese a las décadas de distanciamiento, la relación entre Washington y La Habana sigue enturbiada por disputas económicas sin resolver.

Durante los primeros años tras su llegada al poder, la Revolución cubana estatizó las propiedades de las empresas estadounidenses en Cuba.

Las primeras expropiaciones se produjeron en 1959, cuando a través de una reforma agraria fueron confiscadas tierras propiedad de empresas estadounidenses.

En los meses siguientes, se verían también afectados los bienes de numerosas empresas como la Compañía Cubana de Teléfonos, que era propiedad de la estadounidense ITT.

Fidel Castro ordenó la expropiación de las propiedades de las empresas estadounidenses en Cuba.

Entonces, Washington protestó infructuosamente arguyendo que propiedades de empresas estadounidenses valoradas en centenares de millones de dólares estaban siendo confiscadas de forma arbitraria. Pero las cosas irían a peor.

El 24 de junio de 1960, Fidel Castro advirtió que si Estados Unidos reducía la cuota para la importación de azúcar de Cuba, su gobierno podría confiscar los bienes de las compañías estadounidenses de forma proporcional.

"Nosotros podemos perder nuestra cuota de azúcar y ellos pueden perder sus inversiones", dijo el mandatario, destacando que los estadounidenses tenían unos 800 millones de dólares invertidos en la isla.

El 29 de junio de 1960 fue expropiada la refinería de la petrolera estadounidense Texaco en Santiago de Cuba bajo el argumento de que se negaba a procesar petróleo procedente de la Unión Soviética.

La empresa reclamaba que el gobierno cubano no había entregado las divisas para pagar por importaciones de crudo previas.

Las otras refinerías existentes en el país correrían el mismo destino.

Tras el triunfo de la revolución en 1959, Cuba expropió las refinerías extranjeras en la isla.

El Departamento de Justicia de EU recogió las reclamaciones de los ciudadanos y empresas de ese país que fueron afectados por las expropiaciones y estatizaciones ejecutadas por el gobierno cubano desde 1959. Tras analizar 8.821 de ellas, se consideró que eran válidas 5 mil 913, por un valor estimado de mil 902 millones de dólares.

La Ley Helms-Burton, de 1996, establece como requisito para iniciar el levantamiento del embargo económico contra Cuba que el gobierno de la isla comience a tomar los pasos requeridos para devolver esos bienes expropiados o para pagar las compensaciones correspondientes.

Por su parte, las autoridades cubanas han denunciado que el embargo (al que denominan bloqueo) ha costado a la isla unos 144.413,7 millones a lo largo de las últimas seis décadas y han dicho que la normalización de las relaciones no será posible hasta tanto estas sanciones no sean eliminadas.

Estas diferencias por temas económicos son, en opinión de LeoGrande, obstáculos que se pueden superar si ambos países deciden normalizar sus relaciones.

4. El poder del exilio cubano

La emigración masiva de cubanos hacia el sur de Florida convirtió el tema de las relaciones con la isla en un asunto de política interna en Estados Unidos.

Según estimaciones del Centro de Investigaciones Pew, para 2017 había unos 2.3 millones de personas de origen cubano en Estados Unidos, lo que los convertía en la tercera mayor comunidad hispana en ese país, solamente superados por mexicanos y puertorriqueños.

El llamado "lobby cubano", conformado por un amplio y variado grupo de personalidades e instituciones no gubernamentales, es considerado como el motor detrás de la creación de Radio y TV Martí, así como de la Ley Helms-Burton, que endureció las condiciones para el levantamiento del embargo al establecer que debe contar con la aprobación del Congreso estadounidense.

"Después del final de la Guerra Fría, ya Cuba no significaba un problema importante de política exterior para Estados Unidos, pero para entonces ya la comunidad cubanoestadounidense se había vuelto muy poderosa en términos políticos", explica William LeoGrande.

Este poder se expresa en su capacidad para insertar los temas de su interés en la agenda nacional de EU, pero también en su capacidad para ocupar cargos en las instituciones.

De esta forma, por ejemplo, en el Congreso actual hay 11 legisladores de origen cubano, mientras que solamente hay 15 congresistas de origen mexicano, pese a que esa comunidad suma más de 36 millones de personas en EU.

LeoGrande explica que hasta la década de 1980, los emigrantes cubanos se consideraban a sí mismos básicamente como exiliados que pensaban volver a Cuba en cuanto cayera el gobierno de Castro, pero que -al darse cuenta de que eso no iba a ocurrir pronto- comenzaron a concentrarse en participar en la política estadounidense.

"Desde entonces, ellos juegan un gran papel en determinar la política de EU hacia Cuba, debido a que son un bloque de votantes significativo, concentrado geográficamente en Florida, que es un estado que tiene un peso decisivo en las elecciones", señala el experto.

De acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew, 66% de los ciudadanos de origen cubano en EU residen en Florida.

Aunque tardó en incorporarse a las instituciones, la comunidad inmigrante cubana fue muy activa desde el principio y algunos de sus miembros llegaron a protagonizar numerosas, y en ocasiones polémicas, iniciativas como la fallida invasión de Bahía de Cochinos, en abril de 1961.

En las décadas siguientes, La Habana acusó a algunos de estos emigrantes de organizar actividades "terroristas" como la voladura en 1976 de una nave de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo o la serie de explosiones ocurridas en hoteles de La Habana en 1997, en las que falleció un turista italiano.

A inicios de esa década, un grupo de exiliados formó la organización Hermanos al Rescate que sobrevolaba con avionetas el estrecho de Florida para ayudar a balseros cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos. En 1996, dos de estas aeronaves fueron derribadas por aviones de guerra cubanos.

La Habana dijo que las avionetas habían violado su espacio aéreo, algo que EU negó. En cualquier caso, el incidente causó una grave crisis bilateral que derivó en la aprobación de la Ley Helms-Burton, que también contó con el impulso de los cubanoestadounidenses.

Tras las protestas que hubo en Cuba el 11 de julio, muchos cubanoestadounidenses salieron a manifestar su solidaridad en Estados Unidos.

La participación electoral ha permitido a esta comunidad inmigrante ejercer cierta influencia en la definición de las políticas ante Cuba.

Así, LeoGrande destaca que no ha sido posible lograr la normalización de las relaciones con la isla pese a que desde hace años las encuestas indican que los ciudadanos que no son cubanoestadounidenses favorecen esa idea.

"El problema político reside en que aunque la mayoría de los estadounidenses apoya la normalización con Cuba, este no es un tema importante para ellos, no es un asunto que les lleve a decidir su voto; mientras que para los cubanoestadounidenses sí lo es", señala.

"Entonces, para un político que sabe que los partidarios del acercamiento a Cuba no le van a votar por ello, mientras que los que se oponen sí van a votar en su contra, quedan claros los incentivos", agrega LeoGrande, quien considera al "lobby cubano" como uno de los principales obstáculos actuales para la normalización de las relaciones bilaterales.

Pese a estas dificultades, el experto es partidario del acercamiento entre ambos países cuya proximidad geográfica -destaca- genera muchos retos comunes.

"Hay muchos temas en los que Cuba y Estados Unidos tienen intereses compartidos -como la inmigración, el combate al narcotráfico o la protección al medio ambiente- a los que podrían dar mejor respuesta si se hablaran y reconciliaran, pero la hostilidad bilateral bloquea la posibilidad de progresar en esos temas", concluye.



El destino de Cuba está en manos de los cubanos: Leonardo Padura

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

El escritor cubano Leonardo Padura, aseguró que hoy en día hay una pelea constante entre Cuba y Estados Unidos, que está en el punto más bajo desde la guerra de los misiles, en un cruce de ofensas y agresiones de parte de Estados Unidos a autoridades cubanas y lo más lamentable, de peleas entre los cubanos, pero él tiene más que claro que "el destino de Cuba necesariamente tiene que pasar por una conciliación entre todos los cubanos".

En el marco de la 20 Feria Internacional del Libro del Zócalo, en su edición digital, Padura conversó con Gerardo Arreola sobre su nueva novela "Como polvo en el viento" (Tusquets), una historia en la que habla del exilio, la migración y el trauma de la diáspora y la desintegración de los vínculos de los cubanos con su patria.

Leonardo Padura dijo que hay 3 millones de cubanos o posiblemente más de viviendo en el mundo, y al hablar de migración citó a José Martí, que dijo es el padre de la Patria, y quien señaló que este tenía ser inevitablemente un país con todos y para el bien de todos.

"No puedo concebir que los cubanos vivamos enfrentados con otros cubanos y que la política sea el rasero que separe a un cubano de otro, creo que todo lo que se pueda hacer por obtener esa conciliación es necesario, porque la patria no es de nadie, a patria es de todos los cubanos, están donde esté, aunque hayamos sido arrastrados ‘Como polvo en el viento’", afirmó.

El narrador en charla desde su casa en Cuba, aseguró que la migración de los cubanos, que es el corazón de la novela, es muy distinta a otras migraciones, pero que pueden compartir con todos los demás el hecho de que siguen siendo cubanos, aun cuando están fuera.

"Algo que los distingue, puede parecer chovinista y creo que es chovinista, es que no he visto a ningún cubano en ninguna parte del mundo viviendo debajo de un puente, son luchadores. La migración que sale de Cuba, en todos estos 60 años no es ese hondureño que trata de llegar a Estados Unidos, no es ni siquiera el bracero, el campesino mexicano, es una población generalmente alfabetizada, muchas veces muy alfabetizada, profesionales", dijo.

Aseguró que esta generación de la que habla en su nueva novela, todos son cubanos profesionales, hay arquitectos, físicos, médicos, está ese elemento presente incluso en uno de los personajes, Darío, que dice: "yo pude salir de la mierda y llegar a ser lo que soy porque viví en Cuba".

El también autor de "El hombre que amaba a los perros" y "La neblina del ayer", señala que eso hay que reconocerlo y eso sin duda en un por ciento importante le ha dado una ventaja a la migración cunaba, que además en el caso específico de los Estados Unidos ha tenido un tratamiento migratorio especial único en el caso de Cuba, "al tener un año en Estados Unidos ya tienes derecho a la residencia, eso es único".



Cuba cumple una semana sin muertes por Covid

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EFE,  Cuba, La Habana, 

Cuba completó este miércoles una semana sin muertes por coronavirus SARS-CoV-2, con lo que el número de fallecidos se mantiene en 79, en una jornada en la que se detectaron 13 nuevos casos para acumular un total de 1900.

La cifra de hoy supone un ligero ascenso respecto a los dos días anteriores (9 positivos el lunes y 6 el martes) pero en todo caso mantiene la tendencia al bajo número de infecciones tras haber pasado el pico en abril, según las autoridades sanitarias cubanas.

Tal y como viene siendo habitual en las últimas semanas, las altas volvieron a superar a los contagios. Hoy se anunció la recuperación de otros 35 pacientes para un acumulado de 1.573, lo que supone que más de ocho de cada diez infectados ya han superado la enfermedad.

De los 13 nuevos contagiados del miércoles, nueve eran contactos de casos confirmados anteriormente, mientras en cuatro se investiga la fuente de infección. Ocho son residentes de La Habana (la región con mayor número de casos) y los cinco restantes de la cercana provincia de Matanzas.

El director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, indicó que uno de los contagiados de La Habana había resultado positivo en uno de los controles aleatorios de estudio poblacional, lo que indicaría que la presencia del virus no se limita a las personas sometidas a vigilancia por presentar factores de riesgo.

Por otro lado, 8 de los nuevos positivos eran asintomáticos, y con ello ya más de la mitad del total de pacientes confirmados hasta ahora no mostraban síntomas de la enfermedad cuando se les realizó la prueba.

Los casos del miércoles se detectaron mediante el análisis de 1.732 muestras PCR en la víspera. En total se han realizado 87.288 de estos test hasta la fecha, complementados con miles de pruebas rápidas con kits procedentes de China.

Dos pacientes permanecen en estado crítico y otros seis graves, mientras 286 evolucionan sin complicaciones. Otros dos fueron evacuados en las pasadas semanas a sus países de origen.

Además, 817 personas se encuentran ingresadas en centros sanitarios al considerarse sujetos de riesgo y otras 1.889 permanecen bajo vigilancia clínico-epidemiológica en atención primaria.

Cuba se mantiene en fase pre-epidémica con transmisión autóctona limitada del coronavirus SARS-CoV-2, por lo que se aplican medidas preventivas como la suspensión del transporte público, el cierre de fronteras salvo casos excepcionales y la clausura de escuelas y los mayores centros comerciales.

El uso de la mascarilla es obligatorio en espacios públicos y, aunque no hay confinamiento forzado, se ha pedido a los ciudadanos no salir de casa excepto para actividades imprescindibles como ir al mercado o hacer trámites. EFE

aaf/lcl/lnm