Falleció Leon Spinks, quien destronó a Ali en 1978
Leon Spinks, quien se adjudicó una medalla olímpica de oro y sorprendió al mundo del boxeo cuando derrotó a Muhammad Ali para conquistar el cetro mundial de los pesados en apenas su octava pelea profesional, ha fallecido. Tenía 67 años.
Spinks, quien residió en Las Vegas durante los últimos años de su vida, falleció la noche del viernes, según un comunicado difundido por una agencia de relaciones pública. Padecía un cáncer de próstata y otros cánceres.
Su esposa, Brenda Glur Spinks, y otros amigos y familiares cercanos le acompañaron al momento del deceso.
Un afable peso pesado que sufrió de alcoholismo, Spinks doblegó a Ali por decisión en una pelea de 15 asaltos en 1978 para proclamarse campeón. No estaba en el ránking de la división en ese momento, y fue seleccionado como retador debido a que Ali buscaba una pelea fácil.
Se encontró con todo lo contrario. El estilo poco ortodoxo de Spinks confundió a Ali durante todo el combate, y acabó llevándose la victoria con una decisión dividida. Los dos disputaron una revancha siete meses después en el Superdome de Nueva Orleáns, con Ali saliendo airoso en el fallo de los jueces ante 72.000 espectadores, una cifra récord de espectadores para el boxeo en una arena bajo techo, y una teleaudiencia en Estados Unidos que alcanzó los 90 millones.
“Fue una de las cosas más absurdas cuando Ali pactó pelear con él, si uno se ponía a ver las peleas que había disputado. No era un retador de primer nivel, es que ni siquiera debió ser retador”, dijo el promotor Bob Arum el sábado. “No era más que un oponente, pero de alguna manera se las arregló para ganar esa pelea”.
Spinks perdió la revancha ante Ali en Nueva Orleáns y peleó por el cetro una vez más tras ello, cuando fue noqueado en el tercer asalto en 1981 por Larry Holmes. Se mantuvo activo hasta mediados de los 90, completando su carrera con una foja de 26-17-3.
De radiante sonrisa sin un diente frontal, Spinks se hizo popular en la afición del boxeo por la memorable victoria ante Ali y por su amigable trato.
Pero dilapidó pronto todo el dinero que se embolsó peleando y, tras el retiro, acabó como empleado de un gimnasio en el estado de Nebraska, limpiando los vestuarios.
Más adelante fue un parte de un grupo de exboxeadores cuyos cerebros fueron examinados por el Centro de Neurología Lou Ruvo de la Cleveland Clinic en Las Vegas. A Spinks se le diagnosticó daño cerebral causado por el impacto de golpes en la cabeza y alcoholismo, aunque podía acudir a sesiones de firma de autógrafos en sus últimos años.
“Era un hombre de buen alma”, dijo Gene Kilroy, un socio de negocios de Ali cuando éste enfrentó a Spinks y se hizo amigo del boxeador.
Spinks conquistó el oro olímpico de la división de los semipesados en los Juegos Olímpicos de 1976 en Montreal, sorprendiendo al cubano Sixto Sori. Fue uno de cinco boxeadores estadounidenses que se subieron a lo más alto del podio en esa cita. Su hermano, Michael, quien posteriormente se coronaría campeón mundial pesado se alzó con el oro de la división de los medianos, y Sugar Ray Leonard se alzó con el título welter.