El destino de Juan Reynoso, un experto en romper maldiciones
Juan Reynoso no fue la primera opción de Cruz Azul, pero quizá sea la más acertada de los últimos 23 años. Antes, la nueva dirigencia buscó un nombre rimbombante como el de Matías Almeyda, Antonio Mohamed o incluso sacar del retiro a Hugo Sánchez; sin embargo, la falta de presupuesto provocó que sus ojos voltearan hacia el peruano.
Y sí, Reynoso llegó en una nube de escepticismo que se agravó con las dos primeras derrotas del campeonato, que desataron las voces apocalípticas sobre un fracaso prematuro en Cruz Azul. Sin embargo, Juan se dedicó a trabajar, convenció a su grupo, firmaron una temporada histórica y ahora está a 180 minutos -o más- del logro más grande.
A prueba de sequías
El camino de Reynoso como entrenador comenzó de la mano del Coronel Bolognesi de Perú. Un equipo que solo tenía dos Copas y algunos trofeos regionales, hasta que Juan los llevó a la conquista del Clausura 2007, su primer título nacional en 78 años de historia.
"Fue un inicio complicado, pero después Juan supo imponer su liderazgo y estilo de juego, así logramos el título del Clausura. Con él tuvimos dos logros: entrar por primera vez a Copa Libertadores y obtener un campeonato nacional.
Yo me fijé en él por toda la trayectoria que tenía como jugador y persona, porque siempre ha sido muy correcto, muy empecinado en sus ideales y con una formación de liderazgo y de creer en sus convicciones; eso nos convenció para apostar por él", recuerda Fernando Martorell, presidente del Bolognesi.
Ese primer título hizo que el nombre de Juan Reynoso sonara fuerte en el futbol peruano; a los dos años volvió a ser campeón, ahora con el Universitario de Deportes.
Para 2012 aceptó la invitación de venir a trabajar como auxiliar de Memo Vázquez en Cruz Azul y en 2013 tomó las riendas de Cruz Azul Hidalgo, con resultados muy discretos. Fue entonces que regresó a Perú en 2015, donde logró otro de sus grandes triunfos: romper la sequía del Melgar, que llevaba 34 años sin ganar el título.
“Nosotros tuvimos mucha suerte de contar con Juan como técnico, porque en mi experiencia Juan es un profesional en todo el sentido de la palabra, muy organizado, muy responsable y disciplinado, y esas características lo catapultan al éxito”, menciona José Suárez Zanabria, quien fuera administrador del Melgar en aquella época.
“No solamente lidiábamos con presión por los resultados; el club tenía problemas económicos, pero logramos sacar adelante este proyecto. Nuestro último campeonato había sido en 1981 y logramos en 2015 ganar, justo en nuestro centenario; la situación era adversa, pero salimos adelante”, agrega Suárez Zanabria.