Luis Patiño estaba en su casa en Barranquilla, Colombia cuando su agente lo contactó en la noche del 27 de diciembre. Realmente fue después de la 1 a.m., indicó Patiño, cuando se enteró que había sido cambiado de los Padres a los Rays. De hecho, era tan tarde que no atendió la llamada. Su padre fue quien se enteró de la noticia y se la comunicó a Patiño.
Fue una sensación extraña y de sorpresa para el prometedor lanzador derecho, porque no había escuchado nada que le indicará que podría ser canjeado. Pero en cuanto se comenzó a regar la noticia, Patiño fue contactado por Manuel Margot y Emilio Pagán, quienes le comentaron al colombiano que los Rays tienen la reputación de desarrollar lanzadores y que disfrutaría su paso por Tampa Bay.
Cuando se enteró que formaba parte del paquete que enviaron los Padres a Tampa Bay a cambio del ex Cy Young de la Liga Americana, Blake Snell, Patiño cayó en cuando de lo que eso significaba:
“Saber que eres parte de un cambio de lanzadores que han tenido mucho éxito en esta liga y que ahora eres parte de una organización de los Rays que me quiere, es definitivamente una buena sensación”, confesó Patiño en una videoconferencia vía Zoom.
Fue un inesperado final a un año movido para Patiño, 19no mejor prospecto del béisbol según MLB Pipeline. Comenzó el año pasado habiendo hecho sólo dos aperturas más allá de Clase A y terminó lanzando con San Diego en la Serie Divisional de la Liga Nacional. De pronto, estaba fuera del equipo como parte del cambio en el que los Rays también adquirieron al receptor dominicano Francisco Mejía, el derecho Cole Wilcox y el careta Blake Hunt; una de las caras familiares con quien Patiño hizo bullpen en el segundo día de los campamentos en Port Charlotte, Florida.
“Parece que hay un chico allí afuera que genera muchas razones por las cuales estar emocionado”, dijo el manager de los Rays Kevin Cash. “Parece estar muy motivado, pulido y bien maduro para lo corta que ha sido su carrera”.
Esta pretemporada le dará una mejor idea a los Rays de dónde se ubica Patiño en sus planes a corto y largo plazo. Pero el colombiano ha soñado mucho tiempo poderse afianzar con un puesto de Grandes Ligas. Comenzó a jugar béisbol cuando tenía tres años. Practicó fútbol para poder mejorar su velocidad y agilidad y también jugó baloncesto para incrementar su capacidad atlética. Para él, los otros deportes tenían un mismo fin: béisbol.
Cuando Patiño tenía 16 años, recuerda que alguien lo describió como “eléctrico”. Sus profesores solían utilizar esa misma palabra para describir su enérgico carácter. Por eso y por la eléctrica recta que sale de su mano, su cuenta en Twitter lleva el nombre de: @ElElectrico62.
“Siempre he amado el béisbol y quería hacer lo posible por ser el mejor jugador posible”, dijo Patiño.
Ha mantenido esa misma actitud a lo largo de su carrera como profesional. Usualmente recibe consejos de su compatriota y veterano José Quintana, a quien Patiño considera “como una figura paterna”. Cuando los campamentos fueron cancelados el año pasado, el oriundo de Barranquilla se fue a Miami para vivir y entrenar con su ídolo del béisbol.
“Tiene experiencia”, dijo Patiño. “[Haber sido] invitado a su casa y entrenar junto a él, viendo lo que hace desde que se despierta hasta que se acuesta y las rutinas que tiene, creo que es algo que me ayudó no sólo como jugador, sino también como persona. Sólo ver el trabajo duro que hace. Intenté aprender lo más posible de él y de las experiencias que ha tenido”.
Patiño es joven. Apenas cumplió 21 años en octubre. No tiene un cuerpo portentoso. Incluso Cash ha dicho que parece más joven de lo que realmente es – y eso es un complemento. Tiene “cara de bebé”, pero por algo fue la pieza clave que recibieron los Rays a cambio de Snell.
Su recta se estuvo alrededor de las 97 mph el año pasado y alcanzó las 100 mph. Los bateadores tuvieron problemas ante su cambio y slider, durante su debut en las Mayores, produciendo swings fallidos ante casi la mitad de las veces que utilizó sus pitcheos rompientes. Sus números convencionales no destacaron en su paso por San Diego – efectividad de 5.19, WHIP de 1.85 y 14 boletos en 17.1 entradas – pero tiene mucho potencial y está ansioso por mejorar.
“Creo que mi fuerte es mi mentalidad. Me puse muchas metas al comienzo del año, cosas que quiero lograr a lo largo de la temporada”, dijo. “Estoy emocionado de estar aquí. Llegar a otra Serie Mundial sería genial para esta organización. Quiero ayudar al equipo a ser parte de eso”.
Los Rays rápidamente pudieron ver destellos de lo que puede aportar Patiño en una sesión de bullpen que tuvo el viernes en el Charlotte Sports Park.
“Muy, muy motivado. Está enfocado en ser realmente bueno”, dijo Cash. “Motivado, enfocado y hambriento por mejorar son las tres cosas que hemos escuchado – junto con una extraordinaria ética de trabajo”.