El probable escenario que enfrentarán clientes de bancos ante la posibilidad de que no cuenten con recursos para continuar el pago de sus créditos, existe la posibilidad de llegar a embargos o juicios, dijo la plataforma de comparación de servicios financieros en México, Coru.
"En el caso de los deudores, verán ampliar sus costos por mora y podríamos ver un aumento significativo en las malas calificaciones del historial crediticio, lo que impedirá a empresas y hogares acceder a créditos en tiempos no menores a cinco años. En casos mucho más complicados, podrían enfrentarse a embargos, juicios, costos legales, principalmente", explicó la empresa.
A partir de agosto, algunos de los programas de prórroga que aplicaron los bancos para apoyar a sus usuarios que tuvieron complicaciones económicas por la pandemia ya vencieron, con lo que los clientes deberán empezar a retomar el pago de capital e intereses que acordaron con diversas instituciones financieras.
En ese sentido, la Asociación de Bancos de México (ABM) ha informado que no se aplicarán más programas de diferimiento y que actualmente se analizan escenarios de reestructura de créditos donde se analizará caso por caso la situación de cada cliente.
Al cierre de julio, la ABM reportó 9.3 millones de clientes que tomaron los programas de diferimiento por parte de los bancos, donde se aplazó el pago entre 4 a 6 meses por un monto total de un billón de pesos en cartera de crédito.
"Más que pensar en endeudarse, habría que estar preparados para que los ingresos no se vean disminuidos y tener cuidado con la tentación de pedir un crédito (endeudarse) para liquidar una deuda", dijo Coru.
En ese sentido, la empresa emitió recomendaciones para clientes de los bancos hacia los próximos meses ante la posibilidad de que no puedan cumplir con sus compromisos financieros.
En ese sentido, dijo que la primera y principal recomendación, es bajar la deuda, tratar de pagar al menos el saldo mínimo.
En tanto, se deben buscar alternativas para capitalizarse, ya sea mediante la renta de activos (propiedades) o mediante emprendimientos acordes a la contingencia, que pueden ser negocios digitales.
En el caso de los créditos revolventes, como tarjeta de crédito, se debe buscar una reestructura, tomando en cuenta que tendrá además de un impacto negativo en el historial crediticio y la relación con el banco o la firma financiera donde se obtuvo el crédito.
Así, el cliente perderá la línea de crédito o la tarjeta de crédito y lo más probable es que quede una marca negativa en su buró de crédito y no pueda volver a sacar un crédito o algún producto financiero.
En el caso de un crédito hipotecario o automotriz, se debe buscar un pago anticipado o alguna solución de litigio para que el banco o financiera pueda recuperar la propiedad, objeto o inmueble.
"Piensa dos veces antes de endeudarte más y/o pedir crédito para pagar deudas. Lo más probable es que ni siquiera te lo den, y si te lo dan, serán préstamos caros. Antes de pedir crédito para pagar deudas, busca reestructurar deudas, o negociar una quita. Son soluciones poco recomendables por la marca negativa en Buró, pero es mucho peor el impago. Busca préstamos baratos, y/o sin intereses, por ejemplo entre familiares y/o amigos", recomendó Coru.
En ese mismo sentido, dijo que si se considera el empeño, también se corre el riesgo de que se puede perder la prenda si no se logra cumplir los pagos.