¿Por qué 9 de cada 10 millennials odian los bancos?

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Nueve de cada 10 millennials mexicanos refirieron odiar los bancos, de acuerdo con un estudio realizado por Fondeadora y Dada Room.

El análisis reveló la severa inconformidad de los jóvenes hacia la banca en México, debido a que han experimentado diversas problemáticas al contratar sus servicios, entre las que destacan los cargos no reconocidos, la suscripción a servicios no solicitados y la negación de préstamos o servicios.

Lo último se debe a que esta generación posee poca o nula educación financiera, lo que se traduce en que sientan poco respaldo por parte de la banca.

Un estudio de la firma PriceWaterhouseCoopers arrojó que 54% de los millennials se sienten preocupados con el manejo de sus finanzas; 53% dijo tener tarjetas de crédito sobregiradas; mientras que 54% no podría atender algún imprevisto si se le presentara porque carece de ahorros.

Además de las situaciones mencionadas, los jóvenes mexicanos dijeron que existen otras prácticas que agudizan la mala relación que tienen con los bancos.

Para 88%, recibir llamadas telefónicas ofreciendo servicios que no les interesan resulta molesto; a 80% le desagradan los cargos por saldo mínimo y los pagos de anualidades; y a 76% le irrita tener que acudir a una sucursal a realizar ciertos trámites.

En tanto, únicamente cuatro de cada 10 usuarios afirmaron estar conformes con su experiencia en banca electrónica, pero prefieren hacer uso de los servicios de banca digital y atención en línea antes que visitar una sucursal.

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018 (ENIF) del Inegi reveló que 31 millones de personas con cuenta en un banco tienen algún dispositivo móvil, y de este segmento, apenas 22% tiene una app de banca digital.

Como parte de las soluciones que proponen los millennials para mejorar los servicios de los bancos, las sugerencias más comunes fueron la apertura de cuentas sin saldos mínimos ni comisiones escondidas, la responsabilidad social de los bancos, así como la atención personalizada con el usuario.

Para Pamela Olvera y Antoine Pérouze, fundadores de Dada Room, la solución es apostar por el implemento de la tecnología para facilitar el acceso a la banca a los millennials, ya que la escasa educación financiera y el nulo respaldo de los bancos dificultan que puedan obtener servicios de calidad con las instituciones financieras tradicionales.





Millennials sufren de ansiedad por llamadas: ¿por qué prefieren mensajes?

Los jóvenes sienten cierta aversión a hablar por teléfono

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Medio Tiempo,  Ciudad de México, Mexico, 

Las nuevas tecnologías ‘dividieron’ al mundo entre los que no pueden dejar de llamar por teléfono o los que solo prefieren hablar por WhatsApp o mensajes de texto. Si naciste entre 1946 y 1964, un boomer, probablemente te identifiques entre los primeros, mientras que los segundos pertenecen a la generación millennial o posterior. 

Los nacidos entre 1981 y 1996, calificados como millennials o generación ‘muda’, tienen cierta aversión por las llamadas telefónicas, lo que se traduce en el uso, en su mayoría, de mensajes de texto, luego de que el hablar por teléfono fue sustituido por las aplicaciones de mensajería instantánea o el SMS, como ocurre en Estados Unidos. 

Este tema ha causado una brecha generacional entre boomers y millenials, ya que los primeros suelen llamar y los segundos no contestan, sino que 'mensajean' por WhatsApp, lo que podría conllevar problemas en las habilidades de comunicación verbal. 

De acuerdo con un estudio que realizaron en Estados Unidos a mil 200 millennials, el 81 por ciento sufre de ansiedad antes de hablar por teléfono. 

“Aunque no es su opción preferente, los jóvenes tienen la capacidad de comunicarse en tiempo real, pero el hecho de que no lo hagan de manera sistemática hace que cada vez tengan más dificultad para desenvolver en público y en vivo. Y eso, al final, les genera inseguridades que pueden derivar a ansiedad”, dijo Ferran Lalueza, profesor e investigador de Social Media de la Universitat Oberta de Catalunya, en declaraciones que publica la Vanguardia. 

"Lo que está claro es que la interacción en tiempo real es más próxima, cálida y esclarecedora, aunque también es arriesgada, ya que nos puede agarrar desprevenidos”, añadió. 

En una conversación telefónica te expones cómo eres, tanto por las palabras como por el tono de voz, mientras que por mensaje de texto lo escribes las veces que quieras y los jóvenes los prefieren por practicidad. 

"La comunicación asincrónica -aquella comunicación que se establece entre personas de manera diferida en el tiempo, es decir, cuando no hay intervención de las dos partes- permite comunicarte en el momento que te resulte más oportuno”, comenta Ferran Lalueza. 

Jóvenes prefieren mensaje de texto por inseguridad 

El profesor Lalueza apunta a que la ansiedad por las llamadas telefónicas es por la apuesta de los jóvenes de rozar la perfección que buscan también en redes sociales, con fotografías en Instagram que parecen espontaneas, pero no muchas veces buscan el momento perfecto, lo que se traduce en inseguridad. 

"Como investigadores hemos comprobado que esa reticencia está vinculada al miedo o angustia que les genera la interacción en directo con los demás. Básicamente por dos motivos: el miedo a la improvisación y las obligaciones o tareas que pueden derivar de una llamada, como tener que hacer un favor a alguien o hablar con una persona que simplemente no te agrada”, comenta. 

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Te decimos el significado de los términos 'GPI' y 'POV'

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Milenio,  Ciudad de México, Mexico, 

En la actualidad gracias a las redes sociales es que podemos enterarnos de noticias, tendencias o divertirnos con memes, pero también en ellas nos podemos encontrar con términos que los más jóvenes utilizan para comunicarse, estos pueden ser la abreviatura de ciertas palabras, pero últimamente dos han llamado la atención: GPI y POV. 

En el idioma inglés es común ver la abreviación de palabras o hasta de frases como el conocido OMG que significa “Oh my God” o LoL que quiere decir “Laughing out loud”, sin embargo, en los últimos días ha surgido la duda del significado de GPI y POV, tanta es la curiosidad que ya hasta se han creado memes entorno a estas abreviaturas. 

Debido a que las personas que no están tan familiarizadas con estos términos han decidido buscar que significa, ya que consideran que son usados por la gente más joven o “chaviza”, como mencionan en memes, a continuación, te decimos qué es lo que quieren decir. 

POV

 En redes sociales se ha utilizado el término POV, cuyas siglas provienen del inglés “Point of view” o Punto de vista en español. Esta abreviación es muy utilizada en TikTok, que se ha convertido en una de las apps favoritas entre los millenials. 

Es común ver que quienes suben videos a TikTok agreguen en la descripción POV, con lo cual indican que el clip o lo que van a contar es en primera persona. Por otra parte, este término también puede ser utilizado en memes o conversaciones.

 GPI

 Al igual que POV, GPI también es la abreviación de una frase: Gracias por invitar. 

Este término es relativamente nuevo y es muy utilizado por las personas más jóvenes en sus conversaciones, sobre todo como ironía cuando no fueron avisados de algún evento, por ejemplo, cuando varios amigos se reunieron para ir a comer y no le avisaron alguien, si éste último se entera puede utilizar la abreviatura.

Sin duda las abreviaturas de estas frases han generado confusión, pero al mismo tiempo memes que han inundado las redes sociales, sobre todo Twitter. 



¿Por qué los "millennials" prefieren los mensajes a las llamadas?

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

La tecnología en estos días nos permite comunicarnos con los demás de una manera rápida y a través de diferentes maneras y no solo por una llamada o SMS.

Sin embargo, los "millennials" al parecer han desarrollado una preferencia por evadir las llamadas telefónicas y solamente enviar mensajes hasta para tratar temas importantes.

Algunas personas pueden tener una fobia llamada "telefonobia", que de acuerdo con "psicopotal", esta fobia es el miedo de recibir o realizar llamadas telefónicas. Por lo que muchas de estas personas prefieren comunicarse por WhatsApp, Facebook Messenger y otras aplicaciones de mensajería.

Sin embargo, muchos "millennials" prefieren hacer uso de los mensajes aunque no por causas relacionadas a una fobia. De acuerdo con un estudio hecho por OpenMarket a 500 personas de entre 18 y 34 años, se encontró que el 75% de los ellos prefieren utilizar mensajes.

Este estudio también relevó que la causa del por qué los "millennials" prefieren los mensajes a las llamadas es debido a que los mensajes se adaptan a sus horarios y no toman mucho tiempo, contrario a una llamada telefónica.

Un 63% de los encuestados mencionan que los mensajes de texto interrumpen menos que una llamada, mientras que el 19% prefiere recibir mensajes a llamadas ya que nunca revisan su buzón de voz.

La mayoría de los que participaron en el estudio coincidieron en que un mensaje es más útil al momento de agendar una cita o pagar alguna deuda, ya que todo se encuentra en el teléfono y podrán recordarlo al momento de revisar su celular.

Otros datos que se obtuvieron del estudio es que el 62% de los "millennials" recibe mensajes de ofertas o cupones. Mientras que el 59% recibe mensajes para recordarles algún pago pendiente o que se han hecho actividades fraudulentas en sus cuentas.

Finalmente, este estudio menciona que los mensajes son la opción preferida para comunicarse de los "millennials", ya que piensan que son menos invasivos y más personales.



Reforzarán vigilancia en instituciones bancarias

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Cadena Noticias,  Ensenada, Baja California, Mexico, 

Para evitar los actos de robo, extorsión y delitos financieros a cuentahabientes se llevó a cabo una mesa de trabajo entre elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y gerentes de instituciones bancarias de la ciudad.

La intención, informó el jefe de la corporación local, Jorge Íñiguez Díaz es la implementación de acciones conjuntas para la prevención y disuasión de estos delitos, que se han presentado recientemente.

Se dio a conocer que personal de las estaciones y grupos especiales realizarán rondines de manera continua por las zonas comerciales, específicamente en los días y horas de mayor afluencia.

 “Aunado a los rondines, se dará capacitación a población en general sobre la importancia de que la comunidad sea precavida a la hora de realizar retiros bancarios y en materia de extorsión telefónica”, añadió.
 

A su vez, el subdirector Operativo de la DSPM, Juan Francisco Chávez Ibarra puso a disposición de los representantes bancarios la opción de generar un grupo de WhatsApp para sumado a la denuncia oportuna a las líneas 911 y/o 089, se avise de manera oportuna cualquier situación de riesgo.

Finalmente, subrayó la importancia de que en caso de un delito apoyen proporcionando las grabaciones de los sistemas de videovigilancia con los que cuentan, ya que éstas pueden ser utilizadas como medios de prueba en un proceso judicial.



Vivir en el nido: jóvenes que siguen en el hogar

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Isela Martínez tiene 35 años de edad, es soltera y aún vive con sus padres en Hermosillo, Sonora. A pesar de ser una mujer trabajadora, autosuficiente y emprendedora, siente el deber moral de permanecer con ellos; su instinto protector rebasa sus deseos de ser independiente y de formar una familia propia.

Es la segunda de cuatro hermanos, tuvo una infancia feliz y por falta de interés, explica, dejó trunca la educación preparatoria. A los 18 años ya tenía su primer trabajo formal en una tienda departamental, lo que le ayudó a acumular puntos y, a los 25 años, llegar a ser beneficiaria de un crédito hipotecario para adquirir una vivienda social.

Al principio tenía planes de irse y empezó a hacerle los arreglos necesarios a su casa, incluso su padre le ayudó a construir algunas partes de su nuevo hogar; no obstante, el deseo de independizarse se disipó a medida que sus hermanos se fueron casando.

Su padre, don Alejandro, quien hoy tiene 67 años, está pensionado. Por su problema de diabetes, primero sufrió la amputación de cuatro dedos del pie izquierdo y luego de dos años, ya no tenía las dos piernas. Su madre, doña Olga, de 64 años de edad, padece asma y bronquitis crónica.

Isela trabaja en una tienda de conveniencia, estudia la preparatoria abierta y un curso de costura industrial con el fin de instalar un taller en casa para seguir al pendiente de sus padres, ya que de manera frecuente debe conseguir citas y acompañarlos al médico.

"La verdad, a veces quisiera salir corriendo, tener libertad", comenta al describir a su padre como alguien con un carácter controlador que le repite a menudo: "Mientras vivas en esta casa, no vas a hacer lo que tú quieras".

"Si supiera que van a estar bien, me iba, pero no, cada vez todo empeora. Mi papá está perdiendo la vista y ya no puede hacer muchas cosas", argumenta. Sin embargo, el mismo don Alejandro le aconseja que se vaya, que haga su vida, que los años pasan y cuando ellos mueran, se quedará sola. Hace días le preguntó "¿Por qué no te casaste?", pero también le dijo que no la quiere en su casa si decide hacerlo. Por eso siente que está destinada a cuidarlos. No ve otra salida.

Las razones de Isela superan todo deseo de formalizar alguna relación, pues además del compromiso moral que siente, enfrenta responsabilidades económicas; debe aportar para el pago del agua, la electricidad y el servicio de internet. También asea todos los días la vivienda. Su madre usualmente prepara la comida y su padre contribuye para comprarla.

"No es fácil, no es cómodo y tampoco es que no quiera irme, que no tenga opciones, pero no me arrepiento de estar con ellos. He pensado que me van a durar mucho. Después de que se vayan, hasta podría meterme a un asilo", expresa Isela al sonreírle a una circunstancia por la que atraviesan muchos jóvenes por motivos que van desde los problemas económicos —la falta de vivienda asequible y el cambio de prioridades— hasta conflictos personales.

Para Sonia Rangel, doctora en Filosofía de la UNAM, la tendencia creciente en México y otros países a "dejar el nido" a una edad más avanzada que hace 20 años se debe a que los jóvenes enfrentan un mundo en el que ya no hay condiciones laborales óptimas para lograr ser independientes.

"Si tú vienes de una familia más o menos de clase media, la forma en la que estás acostumbrado a vivir es algo que no te puedes costear si te sales" del hogar de tus padres, comenta a EL UNIVERSAL.

Castran el desarrollo

"Antes la gente pensaba independizarse para tener su propia familia y cosas, casa, auto. Todo respondía al bienestar de la forma de vida capitalista. El problema fundamental es que no hay opción para lo que quieres hacer, hace falta una perspectiva del sentido de la vida. Hay una especie de castración del desarrollo personal", explica Rangel. 

Los jóvenes permanecen en su casa, con ciertos privilegios, pero "hay una precariedad existencial, porque no se desarrollan personalmente: somos incapaces de plantearnos, de imaginar o desear otras formas de vida y caemos en el conformismo", expone.

En referencia a las generaciones anteriores, que crecieron bajo la premisa de que el trabajo les permitiría crear un patrimonio, indicó que "la gente no se daba cuenta de que sacrificaba su existencia por esta idea del bienestar, pero en cierto sentido se veían retribuidos, porque podían acceder a ciertas compras. Ahora puedes sacrificar toda tu vida en el trabajo y no accederás a eso.

"Estamos frente a una doble precarización: la laboral y la existencial. Tenemos que plantearnos cómo queremos vivir. Puede haber una apropiación del deseo; es decir, saber qué es lo que se quiere hacer en la vida. El carácter mediocre de la existencia tiene que ver con la colonización del deseo, que a su vez tiene que ver con la forma de vida capitalista. Lo que genera es una especie de abulia, este efecto de 'Yo tengo todo en mi casa. Mejor no me salgo y no hago nada'", opina. 

Rangel enfatizó que "las nuevas generaciones tienen una especie de infantilización, debido a la sobreprotección de los padres; en ese sentido, siempre es positivo que en algún momento se planteen una existencia autónoma, de pensamiento, de deseo, de lo que quieren hacer". 

Si bien en el país no existen estadísticas precisas sobre el tema, una encuesta de Dada Room, plataforma en internet para compartir departamentos en América Latina, expuso en 2018 que la edad promedio en la que los mexicanos dejan la casa de sus padres es a los 28 años y que para hacerlo destinarán hasta 47% de su ingreso mensual.

Detalló que a diferencia de lo que pasa en otras naciones, en especial europeas, así como en Estados Unidos y Canadá, los sueldos de los egresados en México resultan insuficientes para independizarse. En promedio, oscilan entre 5 mil y 10 mil pesos, cuando la renta de un cuarto en la Ciudad de México era de 3 mil 800 pesos y de 5 mil 200 en el caso de un departamento de una sola habitación.

Al dejar el hogar, los jóvenes destinarán así casi 50% de su primer ingreso a la renta de una vivienda, pese a que los expertos consideran que lo más conveniente es limitar ese gasto a 30% del total.