Se vive lunes de terror, peso y crudo se hunden
Este domingo se desataron ventas de pánico del peso mexicano como no se veía desde que Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos, en noviembre de 2016.
En la apertura de los mercados asiáticos, el dólar se disparó 6.2% o 1.24 pesos y dejó atrás las 21 unidades, por los estragos del coronavirus en las plazas financieras y el desplome de los petroprecios.
Se trata de la pérdida cambiaria más pronunciada en un sólo día desde el 9 de noviembre de 2016, cuando entonces la moneda nacional se depreció 8.4% o 1.55 pesos.
A las 17:00 horas, la divisa alcanzó las 21.34 unidades y significó el nivel más alto desde el 24 de enero de 2017, de acuerdo con Reuters.
Significa que los bancos abrirán hoy vendiendo el dólar en más de 21 pesos, toda vez que las cotizaciones minoristas suelen ser 30 centavos superiores a las mayoristas.
Para analistas de Banorte, la depreciación del peso frente al dólar está relacionada con las preocupaciones de los inversionistas sobre el impacto del coronavirus en el crecimiento económico y las utilidades de las empresas, mientras esperan medidas adicionales que ayuden a mitigar el efecto, como el recorte sorpresivo de tasas de interés que aplicó la Reserva Federal de Estados Unidos el martes pasado.
Desde su perspectiva, la volatilidad seguirá mientras no haya señales claras de que el ritmo de contagio se ha estabilizado.
La Comisión de Cambios, conformada por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, puede convocar a una conferencia para anunciar medidas que brinden liquidez y atenúen la volatilidad.
En las últimas tres semanas, el peso arrastra una pérdida de 15.2% ante el dólar y ha regresado todas las ganancias que había acumulado durante los más de 15 meses que lleva la Cuarta Transformación.
La semana pasada el peso fue la tercera moneda más depreciada, sólo después del real brasileño y el rublo ruso, según Reuters.
Se desploman petroprecios; repunta oro. El petróleo perdió ayer casi un tercio de su valor en su peor colapso desde la Guerra del Golfo de 1991, ante la expectativa de un menor crecimiento económico por el coronavirus y porque Arabia Saudita, el principal productor del mundo, recortó su precio de venta oficial y anunció planes para subir la extracción de crudo, luego de no alcanzar un acuerdo sobre una baja del bombeo con Rusia.
El barril de petróleo extraído de Texas, conocido como WTI y referencia principal para la mezcla mexicana, llegó a cotizar en 30 dólares ayer por la tarde, después de desplomarse 27.3% o 11.3 unidades con respecto al viernes pasado.
En tanto, el crudo del Mar del Norte, referencia en Europa y conocido como Brent, se hundía 31.5% o 14.3 dólares y se ofrecía en 31 unidades por barril.
Significa que el barril de petróleo mexicano volverá a cotizar este lunes en menos de 30 dólares por primera vez desde abril de 2016, situación que de prolongarse afectará a las finanzas públicas.
Los Criterios Generales de Política Económica 2020 explican que si bien la baja en los petroprecios reduce los gastos por importar gasolinas y otros hidrocarburos para Pemex, el sector público padece pérdidas superiores debido a la caída en sus ingresos por exportaciones de petróleo.
El gobierno contrató un programa de coberturas petroleras que garantiza un precio promedio de 49 dólares por barril, con el fin de blindar el presupuesto de 2020.
A consecuencia de la percepción de riesgo, los participantes del mercado prefirieron invertir en oro, activo que consideran de refugio seguro. En Nueva York, la onza del metal al contado superó los mil 700 dólares por primera vez desde diciembre de 2012.