Cómo va a cambiar la economía en los próximos años
La petición y concesión de más préstamos personales, la contención del gasto y la revisión de pólizas de seguro serán algunas de las iniciativas que las familias empezarán a mirar en detalle.
Los efectos económicos de la crisis del COVID-19 van a ser palpables durante los próximos años. En tan sólo 50 días de confinamiento, por ejemplo, las medidas tomadas para frenar la expansión en los países de la Unión Europea van a hacer que el Producto Interior Bruto (PIB) de una buena parte de ellos caiga este año 2020 entre un 9,2 y un 9,6% con respecto al año anterior.
Una situación que va a afectar a la economía, tanto macro como micro, y por lo que familias y empresas van a tener que tomar decisiones para afrontar una nueva situación económica mucho más volátil. Ante esta situación hemos decidido elaborar un listado con algunos de los impactos que esta crisis está generando desde el punto de vista financiero.
Aumento del paro y cierre de empresas
Una de las primeras consecuencias de la declaración del estado de alarma ha sido el aumento de las listas del paro por el cierre de empresas y la excesiva burocracia que las empresas tienen que superar para que los gobiernos les concedan ayudas a la hora de pagar una parte del salario de sus trabajadores con el objetivo de no cerrar, no despedir a sus empleados y dejar una luz de esperanza de cara al futuro. Por tanto y como ya se está viendo en todo el mundo, el aumento del desempleo en los países de todo el mundo será una de las principales consecuencias debido a que el consumo se está viendo retraído.
Más necesidad de financiación
El incremento de desempleo y la caída de la actividad económica van a ir unidos a una mayor necesidad de liquidez para afrontar los próximos meses, tanto desde un punto de vista personal como desde un punto de vista profesional.
Con respecto al primer punto, las familias van a necesitar acceder a préstamos personales para poder tener dinero que les brinde acceso a comprar bienes básicos como alimentación. Además, la petición de este tipo de préstamos no se realizará a través de la banca convencional, ya que serán muchas las personas que tendrán que optar por empresas de crédito online para obtener un dinero que de otro modo no les sería posible conseguir debido a las condiciones exigentes de las entidades financieras.
Desde un punto de vista profesional y empresas, las compañías también van a tener que solicitar y abrir unas vías de financiación para afrontar unos meses que se presentan duros debido a la caída del consumo y a la necesidad de seguir pagando sus gastos fijos.
Estudiar los gastos al detalle
La población, al igual que sucedió con la crisis de 2008, va a tener que mejorar sus conocimientos de economía y a aprender a gestionar mejor sus gastos. En este sentido, las familias van a empezar a revisar todos los gastos de sus hogares, como agua, luz o calefacción, en busca de acceder a las mejores ofertas y, de este modo, conseguir ahorrar el máximo dinero posible. Los consumidores van a ver cómo es posible ahorrar mucho dinero al año revisando las facturas y comparando entre diferentes proveedores de servicios.
Aprender a gestionar productos financieros
Relacionado con el punto anterior, las familias van a tener que esforzarse por conocer cómo funciona la economía y saber en profundidad las condiciones de los productos que contratan. Al respecto y como habrá un incremento en la petición de préstamos personales, los titulares de estos créditos van a tener que revisar los contratos a la perfección, fijarse en la letra de pequeña y cerciorarse de que tienen la capacidad para cumplir con las condiciones acordadas. Por ello, la revisión de ofertas y la comparación va a ser más habitual que nunca. Siempre pensando en escoger la mejor opción y solución.
Más prudencia y más planificación
En definitiva, el impacto de la crisis sanitaria del COVID-19 desde el punto de vista de la economía personal y doméstica va a ir unido a una mayor conciencia de que es necesario incrementar los conocimientos de economía financiera doméstica. Por tanto, los hogares van a implantar medidas y normas con el objetivo de planificar mejor, ser más prudentes y evitar gastos innecesarios para pasar esta situación económica del mejor modo posible.
A pesar de este impacto negativo, todo parece indicar que la crisis económica que se avecina por el coronavirus va a ser menos prolongada que la originada en el año 2008 debido a que el mundo está mejor y más organizado. A ello hay que añadir esta crisis no ha sido provocada por un motivo económico o de caída de consumo sino por un fenómeno excepcional como una pandemia. De ahí que los expertos señalen que si la caída de la economía en las primeras fases va a ser muy pronunciada la recuperación del consumo también será proporcional.