Pide subsecretario un nuevo impuesto dirigido a multimillonarios
El subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Maximiliano Reyes Zúñiga, lanzó un reto a todos los legisladores y líderes de esta región para imponer el cobro de 3% de un “impuesto extraordinario” por un año a los multimillonarios de la zona, que tengan fortunas mayores a los mil millones de dólares, para recaudar 11 mil 790 millones de dólares y abatir la pobreza y el desempleo que dejará la pandemia del Covid-19.
“Hoy quiero lanzar un reto, quiero poner este reto a disposición de todos los legisladores y legisladoras que nos escuchan, pero también a disposición de los líderes que me acompañan en el panel, para que podamos darle forma y empujarlo a nivel regional. Se necesitan recursos y proponemos tres fuentes para obtenerlos: el primero, un impuesto extraordinario al patrimonio de los multimillonarios de la región, todas aquellas personas que han logrado acaudalar más de mil millones de dólares solamente por un año, y solamente un impuesto de 3% a esa riqueza nos arrojaría 11 mil 790 millones de dólares en un año”, detalló el subsecretario de la SRE.
Al participar en el foro virtual: La respuesta de los gobiernos ante la pandemia: Brasil, Chile, Colombia, España y México, organizado por la Asociación Nacional de Legisladores de la 4T, que integran diputados de Morena, PT y PES, Reyes Zúñiga también sugirió, como segunda medida, la condonación del pago de intereses de la deuda externa de los 17 países más grandes de la región para recaudar 109 mil millones de dólares.
En este foro, en el que estuvieron los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Colombia, Ernesto Samper, así como otros líderes de la región, el subsecretario de la Cancillería hizo una tercera propuesta para exhortar a las 247 empresas más grandes, incluso multinacionales, para que reinviertan de manera obligatoria 20% de sus ganancias en cada uno de los países y recaudar 5 mil 893 millones de dólares en un año.
Maximiliano Reyes explicó a todos los ponentes que la suma de éstas tres propuestas, daría un total de 126 mil 683 millones de dólares en un sólo año, “para atender las consecuencias dramáticas, sociales y de pobreza que nos va a dejar esta pandemia”.
Dijo que los 126 mil 683 millones de dólares no representan una mayor carga fiscal para nadie, ni un endeudamiento extraordinario y que en el caso del gravamen de 3% de la riqueza “nos parece una contribución extraordinariamente mínima, pero que podría ayudar a abatir la pandemia y la crisis económica que se nos viene en la región”.
Agregó que no propone que la recaudación que se daría con estas tres prop uestas se entregue de forma directa a los gobiernos, sino que sean administrados en una alianza estratégica, es decir como una “nueva manera de responsabilidad social entre los donantes o las fuentes de las mismas.
“Por ejemplo en el caso de las empresas y de la reinversión de utilidades, que sean ellas las que reinviertan y que los gobiernos garanticen que esos recursos se reinvierten para abatir la pobreza y la pobreza extrema.
“En el caso de la condonación del pago de intereses de la deuda, que sean los propios organismos financieros internacionales, que son acreedores de esos servicios de deuda, los que apliquen los recursos, con la supervisión de los gobiernos de América Latina y el Caribe también, para efectos de abatir las condiciones de pobreza, pobreza extrema y desempleo e informalidad que se generarán en la región”, asentó.
Sobre el gravamen a la riqueza, precisó que no plantea que se entreguen y que formen parte de ningún presupuesto público, “lo que proponemos es que esas personas que han logrado acaudalar esas riquezas los apliquen a través de distintos mecanismos, que normalmente son sus propias empresas, a actividades que estén supervisadas por los gobiernos y por organismos multilaterales internacionales y que incidan directamente en el abatimiento de la pobreza, y la pobreza extrema en la región”.
Agregó que la pandem ia agudizará las desventajas de muchos pobladores de América Latina y el Caribe, pues consideran que la economía —en promedio— caerá 5.3% en 2020, y arrojará 30 millones más de pobres, así como 12 millones más caerán en el desempleo y la informalidad ascenderá a 54%.