Economías de QR y BCS se hunden más del doble que resto del país
Los estados con mayor vocación turística padecieron los efectos más devastadores en sus economías por la pandemia del Covid-19, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se hundió más del doble que el resto del país.
Ante las restricciones a la movilidad para contener el virus, la reducción en el ingreso disponible y el gasto de las familias y empresas por la recesión mundial, Quintana Roo vio a su economía hundirse 38.2% entre abril y junio del presente año, de acuerdo con la variación trimestral de los indicadores de la actividad económica estatal del Inegi.
Se trata del quinto trimestre consecutivo en negativo y la caída más profunda desde que hay datos disponibles, a partir de 1980.
El desplome de la economía de Quintana Roo fue el doble de profundo que el conjunto de la economía nacional, cuya reducción fue de 17.1% entre abril y junio.
En la entidad que gobierna Carlos Joaquín González, las actividades de hoteles, restaurantes, transporte, comercio y servicios inmobiliarios aportan dos terceras partes de su PIB.
Quintana Roo cuenta con la mayor oferta de alojamiento del país, cerca de 110 mil habitaciones de hotel, cuya ocupación llegó a tocar niveles cercanos a cero entre abril y mayo, señalan los principales destinos del estado que reporta el sistema de monitoreo DataTur de la Secretaría de Turismo (Sectur).
Rodeado del Mar de Cortés y el océano Pacífico, Baja California Sur es el segundo estado que mayor depende del turismo, donde las actividades relacionadas con este sector representan más de la mitad de su PIB.
La economía sudcaliforniana se desplomó 37.9% entre abril y junio de 2020, también el doble que la economía nacional.
Se trata de la peor caída en su historia y el cuarto trimestre consecutivo en negativo, según el Inegi.
En la entidad que gobierna Carlos Mendoza Davis, la ocupación hotelera también llegó a tocar niveles cercanos a cero entre abril y mayo, indican datos de la Sectur.
Desde antes de la emergencia sanitaria, el turismo ya venía perdiendo fuerza por los problemas de inseguridad, la pérdida del mercado norteamericano, la incertidumbre ante las políticas gubernamentales, la desaceleración de la economía interna, la falta de promoción internacional y la plaga del sargazo que afectó el Caribe mexicano.