FMI mejora pronóstico económico mundial de -4.9% a -4.4%
Debido a la adaptación a la nueva normalidad, los apoyos fiscales y la recuperación parcial de empleos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró el pronóstico para la economía global para este año al pasar de una caída -4.9% que preveía en junio a -4.4%.
En la actualización de su reporte de perspectivas económicas mundiales (WEO por sus siglas en inglés), ahora anticipa una recesión menos profunda en 2020 a la que veía en el pico más alto de la pandemia por Covid-19 debido a una sólida recuperación que hubo durante el tercer trimestre del presente año.
Sin embargo, advirtió que aún prevalece un alto grado de incertidumbre porque el virus está resurgiendo junto con los bloqueos localizados en algunas economías para evitar nuevos contagios.
Por eso, recortó ligeramente la expectativa de avance para el 2021 a un crecimiento positivo de 5.2% desde el 5.4% que consideraba hace cuatro meses en su reporte anterior.
"Si esto empeora y las perspectivas de tratamientos y vacunas se deterioran, el costo económico de la actividad sería severa y probablemente se vería amplificada por las graves turbulencias de los mercados financieros", advirtió la economista en jefe del FMI, Gita Gopinarth.
Afirmó que aún queda mucho por hacer para asegurar una recuperación sostenida.
Se necesita la colaboración internacional para poner fin a esta crisis sanitaria, manifestó en un comentario que acompaña el documento que el organismo multilateral difundió esta mañana.
Gopinarth puntualizó que se requiere avanzar en el desarrollo de pruebas, tratamientos y vacunas contra Covid-19, pero funcionará sólo si los países lo hacen muy de cerca, para garantizar suficiente producción y distribución generalizada para todos alrededor del mundo.
Indicó que en el FMI se estima que si las soluciones médicas pueden estar disponibles más rápido y más ampliamente en relación con su línea de base, podría conducir a un aumento acumulativo en ingresos globales de casi 9 billones de dólares para fines de 2025, lo que aumentará los ingresos en todos los países y se reduciría la divergencia de ingresos.