El ortopedista del futuro: en 3D

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Máquinas creando, casi de la nada, objetos tridimensionales. En algún momento se pensó en aquello sólo como pasaje de alguna película o novela futurista, al igual que las videollamadas o los hologramas. El futuro nos alcanzó. La materia como la energía, no se crea ni se destruye: sólo se transforma. Con 25 años, sonríe cada vez que menciona su paso por su alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudió la licenciatura en Ingeniería Mecatrónica. Esa especialidad le abrió muchas puertas, como aquel curso enfocado en una ciencia que, aun ahora, parece increíble, la posibilidad de materializar en estructura 3D sueños asentados en programas de diseño en computadoras. La tecnología llegó para crear en materiales sólidos los bocetos hechos a la medida e imaginación de su creador. La nueva incógnita era ¿en qué podía ser aplicado aquel adelanto tecnológico? Así nació NovaCast, un yeso creado con una impresora tridimensional que permite al fabricante ingresar medidas exactas para obtener un inmovilizador hecho justo a la medida de pacientes con fracturas, esguinces o fisuras. Más allá de la inmovilización total de la parte corporal afectada, la utilización de este dispositivo permite una adecuada ventilación, cosa que con los yesos comunes no pasa, causando incluso mal olor en la piel cuando se retira. No sólo eso, suele ocurrir en los peores casos, que cuando el médico ortopédico o traumatólogo no coloca bien el yeso, la soldadura de éste suele complicarse, al punto de hacer perder a la extremidad su movilidad. El detonante Cuando Zaid estaba terminando su pasantía en California, ocurrió un hecho que marcaría profundamente su trabajo como ingeniero. Su madre tuvo un accidente que le causó problemas en la columna y, aunque no menos importante, una fractura en la mano. “Entre tantas cosas para preocuparse, esa lesión en la mano fue lo que menos pensamos que le iba a afectar. El problema fue que le pusieron mal el yeso, impidiendo que el hueso soldara en la dirección correcta”. Este suceso cruzó sus conocimientos en impresión tridimensional, que con temas de emprendimiento que adquirió en París, Francia. Como consecuencia casi natural, Zaiz creó MediPrint, su propia empresa dedicada a llevar la tecnología de la creación tridimensional al servicio de la ciencia médica: “Buscamos ayudar a las personas a recuperarse con opciones mucho más cómodas y seguras a través de soluciones médicas personalizadas, mediante el proceso de impresión 3D. Esta técnica permite hacer objetos diferentes a costos moderados para que las personas puedan tener una solución hecha justo a su medida a través de este proyecto”. NovaCast es un producto realizado con un termoplástico especial, es bastante rígido, su diseño, basado en hexágonos, muy parecido a la arquitectura de un panal de abejas, que le permite ser mucho más resistente que un yeso.



🎥 VIDEO: ¡Increíble! imprimen en 3D casa de dos pisos

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Bélgica se ha convertido en el primer país en Europa en construir una casa de varias alturas impresa en 3D sobre la ubicación final de la vivienda, un innovador proyecto piloto "fabricado" en sólo 15 días y desarrollado como escaparate tecnológico por el instituto público Kamp C.

"El mayor beneficio de todos es que no tienes límites en las formas (...). Puedes pensar en todas las formas que existen en el mundo sin demasiada complejidad, también las orgánicas. Además, es más rápido. Te lleva un poco más de tiempo hacer el diseño, pero luego la máquina hace sola el trabajo", explica a Efe la ingeniera y directora del proyecto, Marijke Aerts.

El prototipo consiste en un cubículo de 9,9 metros de altura y 90 metros cuadrados habitables con ventanas repartidas en dos pisos que ha sido impreso en 15 días con 60 toneladas de hormigón en un campus cercano a una zona residencial del municipio de Westerloo, en la región de Flandes, en el norte de Bélgica.

El proyecto echó a andar en 2017 y la construcción del prototipo ha requerido seis meses de diseño y pruebas previas antes de iniciar la fase de producción, llevada a cabo con una impresora de la firma COBOD que consta de cuatro columnas de 10 metros de altura en cuyo interior se desplaza el cabezal de la impresora, añadiendo capas de cemento a la construcción como si fuera crema pastelera.

En la iniciativa, financiada con 668.320 euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea, también han colaborado varias firmas de arquitectura y construcción, una empresa de materiales y estudiantes del centro universitario belga Tomas Moro.

Concebida como escaparate tecnológico y abierta al público los meses de julio y agosto, no está previsto que resida nadie en la vivienda, aunque quizá se acabe aprovechando como espacio de oficinas para la propia Kamp C.

El objetivo es "mostrar a las empresas de construcción que hay nuevas tecnologías y muchas técnicas", un ejercicio de divulgación que no se circunscribe exclusivamente a Bélgica sino que se puede desarrollar "también en España o en cualquier parte del mundo".

"Nos estamos planteando nuevas experiencias con otras empresas para que prueben la impresora y ver si podemos hacer otras cosas, utilizar otros materiales o añadir cualquier tipo de elementos a los materiales. Queremos probar cuáles son los límites (...) y mostrar las posibilidades que hay con este tipo de tecnología", resume Aerts.

Si bien el proyecto piloto es costoso, en Kamp C esperan que al optimizar y escalar los procesos resulte "una técnica más barata que la construcción tradicional, porque no se necesitan tantos trabajadores en el lugar ni tanto transporte de material".

Instalar la impresora en el lugar deseado lleva sólo un día y una vez que el dispositivo está trabajando bien no se necesita a ningún albañil, aunque sí hace falta que una persona arranque y detenga la máquina, supervise el desarrollo de la obra en un ordenador y limpie toda la instalación.

Las posibilidades tecnológicas son casi tantas como pueda estirarse la creatividad de los diseñadores, agrega Aerts, quien explica que se pueden cambiar o elevar las columnas para imprimir edificios más altos y utilizar también brazos robóticos o desplazar la impresora para añadir habitaciones adicionales.

"No tienes que hacer exactamente la misma casa. Puedes diseñar una casa para un lugar muy especial y utilizar el material y las técnicas apropiadas, así que una casa en el sur de España sería completamente distinta a una en el norte de Finlandia. Puede tener una estructura y unos objetivos diferentes", concluye Aerts.