Las mamás que cuidan de sus hijos también son mujeres trabajadoras
También ellas contribuyen, a pesar de no cobrar un salario, también ellas llegan rendidas a la cama por las noches, a pesar de no estar cotizando. La suya, aunque a muchos les cueste creerlo, es una labor igual de digna, y quizá, la más hermosa del mundo.
Algo que todos sabemos es que vivimos una actualidad donde a la mujer se le exige -y se autoexige- una eficiencia casi extrema en todos los ámbitos de su vida. Debe batallar en una sociedad poco dada a la conciliación, hacer peripecias para cuadrar horarios, para llevar y recoger a los niños, y garantizarles un bienestar económico donde no descuidar la riqueza emocional y la complicidad madre-hijo.
No es fácil, y aún así son millones las mujeres que lo consiguen a diario: crían, educan y alcanzan cuotas de éxito en sus respectivas profesiones. Sin embargo, y aunque a muchos les cueste creerlo hay muchas mamás que por las razones que sean, eligen postergar la entrada al mundo laboral tras dar a luz.
A veces se debe a una elección personal, en otras ocasiones es el propio contexto laboral y la complejidad por hallar un nuevo empleo el que dificulta esa incorporación, pero sea como sea, debemos tenerlo claro: la mujer o el hombre que está en casa atendiendo a los niños también trabaja.
Algo que todos tenemos claro es que nuestros contextos laborales no son sensibles a estas necesidades vitales, y es eso lo que hace que sean muchas las mujeres que opten, sencillamente, por quedarse en casa para criar a sus hijos