Existen muchos estereotipos sobre los hijos únicos, como algunos que dicen que son menos sociables, más cerrados en sí mismos, pero ¿qué es lo que dice la ciencia?
Un reciente estudio, publicado en la revista Brain Imaging and Behavior, se ha planteado precisamente esta pregunta. Los investigadores analizaron a 303 jóvenes chinos, de los cuales la mitad eran hijos únicos, según informó ScienceAlert.
Evidentemente, este equipo no es el único que se ha interesado en el tema, pero los investigadores analizaron por primera vez el cerebro de los participantes y descubrieron que la estructura de los hijos únicos es diferente.
UNA ZONA SUPERDESARROLLADA; OTRA, INFRADESARROLLADA
Las 303 personas se sometieron a pruebas para medir su inteligencia, su creatividad y su personalidad. Además, los investigadores analizaron la forma de su cerebro gracias a una imagen por resonancia magnética. Es importante precisar que los investigadores no encontraron diferencias en cuanto al cociente intelectual.
En cambio, los hijos únicos parecían tener una mayor flexibilidad en la forma de pensar. Éste es uno de los tres marcadores utilizados por un célebre test de creatividad (aunque no el más importante, matiza Quartz). Por otro lado, no todo el gremio científico aprueba este test, ni el que mide el cociente intelectual.
Asimismo, los investigadores señalaron que el cerebro de los hijos únicos tenía un volumen más importante de materia gris a nivel del giro supramarginal, una zona asociada al lenguaje, a la flexibilidad, a la imaginación y a la planificación. Para los investigadores, estas mediciones y los resultados de los tests están correlacionados.
UN ESTUDIO LIMITADO, PERO SIMILAR A LOS PRECEDENTES
Por otro lado, los hijos únicos tenían menos materia gris en otras zonas, especialmente en la parte de la corteza frontal media, asociada a la regulación de las emociones. Precisamente, a raíz de las pruebas los investigadores se dieron cuenta de que los hijos únicos no obtenían tan buenos resultados en términos de amabilidad como los resultados de aquellos que tenían hermanos.
Sin embargo, los estudios conductuales anteriores muestran resultados bastante similares. Un análisis de 115 estudios científicos realizado en 1986 señalaba también que los hijos únicos tenían mejores resultados en tests de inteligencia, de carácter y de relaciones con los padres que los hijos procedentes de familias numerosas. Si los niños tenían un hermano o si eran los primogénitos, sus resultados se parecían más a los de los hijos únicos.