Yaretzi, en pie de lucha contra el "bullying"
Cada viernes, las niñas de la secundaria golpeaban a una compañera distinta, aprovechaban que, como de costumbre, sus profesores no darían la última clase. No era la primera vez que molestaban a Yaretzi, era "la nueva" y no tenía muchos amigos. Le mandaban mensajes por internet en los que se burlaban de ella y la amenazaban, "te vamos a golpear", le escribían. Nunca le dijo a sus papás "para no preocuparlos".
"Te toca a ti" le dijeron a Yaretzi, pero esta vez fue diferente. No lo hicieron fuera de la escuela, María y su amiga le pegaron dentro del salón de clases donde todas las ventanas estaban cubiertas con cartulinas, pues acababan de pintar las aulas. Sus compañeros vieron cómo dos adolescentes la empujaban y le jalaban el cabello.
Yaretzi, de 14 años, cubría su rostro porque no sabía pelear. María la jaló por atrás y la joven cayó de espaldas. Su cabeza chocó contra el pizarrón. En el piso le seguían pegando, sin importar que ella estuviera sangrando, "las veía y ya ni sentía los golpes" dice entre lágrimas.
El "bullying" sin consecuencias
Cuando por fin terminaron, Yaretzi se levantó del piso, arregló su cabello y al acomodarse la ropa se dio cuenta de que sus manos estaban llenas de sangre. "No vayas de chillona", le gritaban los demás niños, pero asustada corrió a la dirección de la secundaria Luis G Urbina, ubicada en Chalco, Estado de México. El director no hizo nada y delegó su responsabilidad a la subdirectora Natividad Peñasco, quien no llamó a una ambulancia a pesar de que Yaretzi tenía fractura de cráneo y sangraba. En este tipo de lesiones el cerebro puede verse afectado por el sangrado.
La subdirectora le hizo meter la cabeza al lavabo y cuando vio que la sangre no paraba, decidió llamar a sus padres. El Estado de México es uno de los nueve estados de la República donde se concentran 59% de los suicidios a causa del "bullying", según la Secretaría de Salud. Ecatepec, Nezahualcóyotl y Toluca de Lerdo son los municipios donde más se concentran los jóvenes que son víctimas de violencia escolar, de acuerdo con datos de la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia del Inegi. El 9% de los jóvenes encuestados participaron en organizaciones delictivas, y casi 12% golpeó a alguien sólo porque le caía mal.