La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió un amparo directo en revisión, en el cual se estableció que, de acuerdo al interés superior del menor, cuando uno de los padres sistemáticamente impida que sus hijos convivan con alguno de los progenitores, se justifica modificar la guarda y custodia para que se logre esa convivencia.
En el caso, después del divorcio de una pareja, se decretó que la madre tendría la guarda y custodia y que el padre tendría un régimen de visitas y convivencias. No obstante, la madre no presentaba a la niña a las convivencias, por lo que el padre no veía a su hija, a pesar de que éste intentara por varios medios estar con ella. Por esos hechos, el padre le solicitó al juez modificar la de guarda y custodia para que él la tuviera y pudiera convivir con la niña.
Así, en el caso, la Primera Sala determinó que el cambio de guarda y custodia es lo más benéfico para la menor, pues es la única forma en la que se puede garantizar que las convivencias se llevarán a cabo y, consecuentemente, que la niña estará en contacto con ambos padres. Lo anterior, en razón de que el hecho de que no conviva con su padre aumenta notablemente la posibilidad de que tenga daños emocionales difíciles de revertir. Además, no existía razón que haga pensar que interactuar con su padre pueda tener un impacto negativo en su vida.
Por otra parte, se determinó que dicho cambio se debe hacer de forma gradual pues un cambio radical implicaría ser muy intrusivo en la vida de la menor. Asimismo, la Primera Sala señaló que antes de que se determinen las circunstancias precisas de cómo será el cambio gradual, la menor deberá ser escuchada para garantizar que se tomen en cuenta sus intereses y prioridades.
Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar a las estrellas hablar de su vida y carrera con la naturalidad y confianza con la que lo hacen en foros como el llamado In Conversations with… (En conversaciones con…) que se realiza en el TIFF y que humaniza a las estrellas al sentarlas en un teatro a conversar con su público.
En esta ocasión fue Angelina Jolie a la que le tocó el turno de recordar su pasado y el cómo fue que llegó a los sets, "la verdad es que crecí en una familia llena de actores en la que siempre se hablaba de lo genial que sería que fuera actriz y lo maravilloso que era hacer películas, así que nunca me plantee hacer algo diferente. Pero quizá si hubiera podido pensar en otra cosa hubiera querido ser un escritor o algo diferente. Sin embargo no me puedo quejar, amo el trabajo que tengo, es increíble", contó la actriz que apareció en el escenario vestida de blanco y con el pelo suelto. Respecto a su preparación como actriz bromeó.
"Hay algo muy gracioso en el método de Stanislavsky que dice que cuando actúas tienes que traer hacia ti experiencias que has tenido hace siete años y cuando yo empecé a actuar tenía sólo 13 años así que hacerlo era algo complicado (risas). Creo que lo más importante cuando eres actor es saber escuchar, a los otros actores, a las personas que te rodean, a las historias de los demás, de eso, de las experiencias es que nos nutrimos los actores".
Y, aunque Angelina provenía de una familia en la que la actuación siempre estuvo en la sangre la actriz aseguró que no fue fácil para ella lidiar con la fama, "me deprimí mucho porque después de 6 meses de estar en la escuela de actuación comencé a hacerme famosa y a tener mucha atención y me di cuenta de que no tenía nada que decir, que no me merecía el micrófono, eso me hacía sentir muy mal. Me di cuenta también de que había cambiado mi relación con el metro, con el autobús, con la forma en la que la gente se relacionaba conmigo. Y eso fue muy difícil para mí, un sentimiento muy extraño al que tardé mucho tiempo en acostumbrarme", explicó la estrella que aseguró que si algo disfruta es de la compañía de las personas y de llevar una vida sencilla, algo paradójico para una celebrity de alcance mundial.