El próximo 20 de octubre sabremos más detalles de la nueva Hummer EV, pero por el momento se ha dado a conocer que echarán mano de Unreal Engine para el sistema de infoentretenimiento.
Para aquellos no familiarizados con esta compañía, Unreal Engine es la empresa encargada del desarrollo de "Fortnite", videojuego con alta popularidad estos últimos años. Llamada HMI (Human-Machine Interface) este nuevo sistema de infoentretenimiento promete una experiencia completamente nueva.
"El uso de Unreal Engine en la GMC Hummer EV dotará a los usuarios de una experiencia completamente nueva, con gráficas mucho más vivas que antes. Estamos emocionados por esta colaboración, que llegará a la pantalla central y clúster digital, pero compartiremos más detalles el 20 de octubre," comentó Scott Martin, director del área de infoentretenimiento en General Motors.
Sin embargo, la colaboración con Unreal Engine va más allá de los gráficos de "Fortnite". Esta empresa cuenta con alianzas con gigantes de la industria tecnológica, como Qualcomm, Blackberry y Mapbox, por lo que GM podría echar mano de novedades de dichas marcas también.
Esto podría abrir a la posibilidad de ver un sistema de infoentretenimiento con procesadores Snapdragon, algo que jamás se había visto. Como resultado, se tendría un despliegue 100 por ciento configurable al gusto del usuario, más similar a un teléfono portátil.
"Gracias a los planos visuales abiertos de Unreal Engine, nuestros ingenieros pueden diseñar proyectos desde 0 a nuestro gusto sin necesidad de escribir un solo código. Esto lo vuelve un proceso mucho más eficiente, con tiempos de programación mucho más cortos", finalizó Clemens Conrad, director de Vectorform, socios tecnológicos de GM.
Si funciona bien el proyecto en la Hummer EV, Unreal Engine podría llegar a más autos, no solo a aquellos de la familia General Motos, sino a un gran número de interesados en la industria automotriz.
El sindicato United Auto Workers (UAW), el mayor del sector automotriz, convocó este domingo a la huelga a 48.000 trabajadores del gigante General Motors (GM), lo que enfrenta a la compañía a su primera huelga en todo Estados Unidos en 12 años.
"No nos tomamos esto a la ligera (...) Es nuestro último recurso", aseguró Terry Dittes, el vicepresidente del sindicato y encargado de las relaciones con GM, durante una rueda de prensa en Detroit, la sede del que fuera el primer productor mundial de automóviles en el siglo XX.
Dittes anunció que la huelga comenzará pasada la medianoche del domingo, cuando expira un acuerdo laboral alcanzado hace cuatro años y cuya renovación estaba siendo negociada.
Desde que comenzaron las negociaciones, el sindicato ha estado intentando evitar que General Motors cierre dos plantas de producción ubicadas en los estados de Ohio y Michigan.
Entretanto, la empresa argumenta que es necesario cerrar esas plantas para responder a los cambios en el mercado automotriz y considera que el sindicato está siendo demasiado exigente con sus peticiones para incrementar salarios y garantizar varios beneficios laborales, como la cobertura médica.
"Los trabajadores hemos sido muy claros sobre lo que vamos a aceptar y lo que no vamos a aceptar", subrayó Dittes en su rueda de prensa.
"Nosotros -añadió- estamos defendiendo nuestros salarios, estamos defendiendo la posibilidad de tener una cobertura médica de calidad y que podamos pagar."
En la parte del sindicato las negociaciones han estado marcadas por un caos sin precedentes, ya que su presidente, Gary Jones, se enfrenta a cargos federales de corrupción por supuestamente haber usado dinero de la organización para alojarse en hoteles de lujo, comprar puros y jugar al golf.
Mientras, General Motors ha recibido continuos ataques del presidente de EE.UU., Donald Trump, que ha recriminado el traslado de una parte de la producción a México, así como el cierre de plantas de producción en Ohio y Michigan, dos estado que podrían ser claves para las elecciones de 2020.
La huelga, convocada en todas las instalaciones de GM en EE.UU., será la mayor a la que se enfrenta la empresa en 12 años. En 2007, los trabajadores se ausentaron de sus puestos durante dos días.
Como parte de su estrategia para reducir costos y ajustarse a las necesidades del mercado, General Motors (GM) anunció el cierre de tres plantas en Canadá y Estados Unidos en 2019.
Las plantas a las cuales no se les asignará más producción a partir de 2019 son:
Planta de Ensamble de Oshawa en Ontario, Canadá; Planta de Ensamble de Detroit-Hamtramck en Detroit, Michigan; y Planta de Ensamble de Lordstown en Warren, Ohio.
En un comunicado, GM indicó que con estas acciones espera ahorrar 6 mil millones de dólares hacia finales de 2020.
Para contribuir a los ahorros de efectivo, la armadora reducirá sus costos en 4.5 mil millones de dólares y disminuirá su gasto de capital en 1.5 mil millones de dólares.
Otras dos plantas de componentes y propulsión tampoco recibirán nueva producción en 2019: la planta de Operaciones de Baltimore en White Marsh, Maryland y la de Transmisiones de Warren en Warren, Michigan.
"Las acciones que estamos tomando continúan nuestra transformación para ser ágiles, resilientes y rentables, al mismo tiempo que nos dan flexibilidad para invertir en el futuro", dijo Mary Barra, presidenta y directora general de General Motors.
"Estas acciones aumentarán el potencial de generación de efectivo y ganancias a largo plazo de la empresa y mejorarán nuestra resiliencia a los ciclos de nuestro negocio", agregó.
El ajuste de GM no contempla ninguna planta en México.
Además del cierre anunciado previamente de la planta de ensamble en Gunsan, Corea, GM cesará las operaciones de dos plantas adicionales fuera de Norteamérica a finales de 2019.
GM también reducirá personal asalariado y contratistas en un 15%, lo que incluye un 25% menos en niveles ejecutivos para simplificar la toma de decisiones.
La compañía espera financiar los costos de reestructuración a través de una nueva línea de crédito que mejorará aún más su posición de liquidez y aumentará su flexibilidad financiera.
General Motors (GM) eliminará centenares de empleos de una de sus plantas en Ohio (Estados Unidos) por la caída de las ventas del modelo Chevrolet Cruze, informaron hoy los medios locales.
El periódico "The Vindicator" dijo hoy que durante una reunión celebrada hoy en la planta de montaje de Lordstown, la compañía informó a los trabajadores que a partir del 15 de junio suprimirá el segundo turno de trabajo, lo que afectará a unas 1.500 personas.
El año pasado, GM ya suprimió el tercer turno de trabajo y paralizó los trabajos de la planta durante 10 semanas para rebajar el inventario de vehículos.
La fábrica, situada en el estado de Ohio, produce el Chevrolet Cruze, cuyas ventas han caído un 26 % en el primer trimestre del año, debido a la fuerte subida de las ventas de todocaminos SUV en detrimento de los sedanes.
La fábrica emplea actualmente unos 3.000 trabajadores, de los que unos 2.700 son empleados de planta.
GM informó a los trabajadores que buscará voluntarios para acogerse a la jubilación o a programas de compensación para reducir el número de empleados que serán despedidos.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) multó a la empresa automotriz General Motors de México por 68 mil 415 dólares por vender automóviles sin certificado ambiental.
En un comunicado Profepa indicó la empresa importó y vendió 96 vehículos sin el certificado de la norma oficial mexicana que establece el límite máximo permisible de emisiones contaminantes por el escape del automóvil y de ruido.
Inspectores de la Profepa realizaron la supervisión correspondiente en octubre de 2016, donde se percataron de que entre septiembre de 2015 y julio de 2016, la empresa importó y vendió 96 vehículos de la línea Corvette CPE 6,2I modelo 2015 y Cadillac línea SRX 3.6l modelo 2016 sin los dos certificados que marca la norma ambiental mexicana, mismos que fueron obtenidos posteriormente.
Las normas son de cumplimiento obligatorio para las empresas que comercializan vehículos nuevos cuyo peso no exceda los 3 mil 857 kilos, por lo cual se decretó la multa de 1,2 millones de pesos (unos 68 mil 415 dólares), explicó la Profepa.
La Procuraduría precisó que continuará con sus inspecciones a toda la industria automotriz en el país para asegurar que se cumplan las obligaciones ambientales previas a la importación y comercialización de los vehículos en México.
En un comunicado, General Motors informó que fue notificada de la sanción impuesta por Profepa.
"Cabe señalar que esto deriva de un procedimiento administrativo que no tiene afectación alguna para los consumidores", apuntó.
Tal y como aseguró la automotriz, todos los vehículos que fueron comercializados en el periodo señalado tienen hoy "los certificados correspondientes y cumplen con la normatividad aplicable, ya que pueden ser usados sin restricciones y no representan riesgo alguno para los clientes de la marca", concluyó el comunicado.