¿Qué tan satisfechos están los mexicanos con su vida?, Inegi
El nivel de satisfacción de la población adulta al primer mes del año bajó, producto del retroceso en sus perspectivas a futuro, su satisfacción con el país y la seguridad ciudadana, entre otros, de acuerdo con los resultados más recientes del módulo de Bienestar Autorreportado (BIARE) que elabora el Inegi.
Los datos de este módulo muestran que, en una escala de 0 a 10, el promedio de satisfacción con su vida, reportado por la población adulta urbana en enero de 2017, se sitúa en 7.9; mientras que en enero de 2016, el promedio de satisfacción con la vida alcanzaba un valor de 8.0, con lo que se ubica en su nivel más bajo desde octubre de 2014.
El concepto de bienestar subjetivo se refiere al reporte en primera persona de distintos aspectos de la experiencia de vida de la población. Estos reportes, solicitados por el Inegi a la población de 18 años y más, comprenden tres aspectos: 1) satisfacción con la vida en general y con aspectos específicos de la misma, denominados dominios de satisfacción; 2) fortaleza anímica y sentido de vida, es decir; y 3) balance afectivo, que explora la prevalencia de estados anímicos positivos o negativos en un momento de referencia.
Referente a los dominios de satisfacción, las relaciones personales presentan el mayor promedio (8.5), mientras que aspectos que van más allá de la esfera privada de interacción, como el país y la seguridad ciudadana, registran los menores promedios, con valores de 5.5 y 4.7, respectivamente.
En comparación con enero del año anterior, los promedios de satisfacción son inferiores en siete dominios específicos: relaciones personales, perspectivas a futuro, nivel de vida, tiempo libre, ciudad, país y seguridad ciudadana.
Por su parte, los cinco aspectos restantes, relacionados con la actividad u ocupación, el estado de salud, logros en la vida, vivienda y vecindario se mantienen sin cambios. En particular, la satisfacción con el país presenta el mayor retroceso respecto de un año atrás (1.1 puntos), seguido por la satisfacción con la seguridad ciudadana, que disminuye siete décimas.
El balance anímico de la población urbana de 18 años y más, en una escala que va desde -10 hasta +10, indica un predominio de los estados anímicos positivos sobre los negativos, dando como resultado un promedio de 6.1 en enero de 2017; sin embargo, debido a un descenso en el componente positivo del balance en relación con un año anterior, el balance afectivo general presenta un retroceso, dado que en enero de 2016, se situaba en 6.2.