Para los consumidores de la ropa Zara, en Estambul, Turquía, fue una desconcertante sorpresa encontrar pequeños mensajes ocultos en las etiquetas de sus prendas, con textos como "hice este artículo que vas a comprar, pero no me pagaron por él".
Los encargados de colocar las etiquetas en las prendas fueron los trabajadores subcontratados para Zara y otros minoristas y, de acuerdo con The New York Times, en las etiquetas también se podía leer que los empleados fueron contratados por la empresa Bravo, que cerró sus instalaciones de un día a otro; además se acusó a la empresa de tres meses de sueldo que no pagó y tampoco indemnizaciones por despido.
Frente a estas fuertes acusaciones, Grupo Inditex, propiedad del español Amancio Ortega, no ha dado, hasta hoy martes, ninguna declaración ni ha querido contestar a los medios sobre esta polémica.
Luego de que Amazon anunciara la compra de la cadena de alimentos orgánicos Whole Foods por 13,500 millones de dólares, disparando las acciones en bolsa 3.5%, Jeff Bezos, su CEO y fundador, se convirtió en el segundo hombre más rico del mundo.
Bezos, quien fue uno de los grandes ganadores en 2016, se ha disputado el segundo sitio de la lista Forbes de Billionaires con Warren Buffett, el genio detrás de la firma de inversión Berkshire Hathaway, y Amancio Ortega, el patriarca de Inditex, siempre detrás de Bill Gates.