La Fiscalía Federal de EE.UU. aseguró este miércoles que ha presentado a lo largo de las 36 sesiones del juicio contra Joaquín "El Chapo" Guzmán una "montaña de evidencias" que demuestran su culpabilidad "más allá de la duda razonable", por lo que pidió al jurado que no lo deje escapar y lo declare culpable.
En una intervención de seis horas y cuarenta minutos, la fiscal Andrea Goldbarg insistió en que "después de revisar esta montaña de evidencias se ha podido demostrar" que el acusado, que podría enfrentarse a cadena perpetua, es culpable.
"No le dejen escapar, háganle pagar por todos sus crímenes, declárenlo culpable de todos los cargos", dijo Goldbarg, al concluir su alegato final.
De pie, con un traje gris, dirigiéndose constantemente a los doce miembros del jurado y con varias pruebas sobre la mesa, como un supuesto rifle del Chapo o una lata de jalapeño utilizada para el tráfico de drogas, Goldbarg fue armando sus argumentos contra el acusado.
Durante su alegato final, la fiscal, de origen argentino, repasó los diez cargos contra el Chapo empleando casi todo su tiempo en demostrar su participación en una organización criminal y su posición de liderazgo dentro de cartel de Sinaloa.
En todo caso, explicó al jurado que lo importante del proceso contra el Chapo no es demostrar si este era el máximo líder del cártel de Sinaloa, sino catalogarlo como un jefe, "organizador, supervisor u otra posición de esa organización" para poder condenarlo por narcotráfico.
"El acusado era un jefe de cinco o más personas, no hay que probar que era el máximo responsable" para condenarlo por narcotráfico, subrayó ante el jurado la fiscal, antes de insistir en que "era uno de los máximos líderes más allá de la duda razonable".
La defensa del acusado, que mañana realizará su exposición final, ha defendido a lo largo del juicio que el verdadero líder del cártel de Sinaloa era Ismael "el Mayo" Zambada, que permanece prófugo de la justicia.
Goldbarg volvió a recurrir a las declaraciones de los antiguos miembros del cártel, de policías, incluso de una de sus amantes, la "chapodiputada" Lucero Sánchez, que testificaron a lo largo del proceso, que arrancó el pasado mes de noviembre.
Así, para montar su discurso rescató declaraciones del principal testigo Jesús "el Rey" Zambada, hermano de Ismael "Mayo" Zambada, a quien se identifica junto al "Chapo" como el líder del cártel de Sinaloa; del que fuera su piloto y gerente, Miguel Ángel Martínez, o de Juan Carlos Ramírez "el Chupeta", principal abastecedor de coca del cártel.
La fiscal las apoyó con textos, mensajes y grabaciones de audio y vídeo que ya habían sido presentadas ante el tribunal como evidencias durante el juicio para insistir en la culpabilidad del Chapo.
"El Gobierno ha presentado catorce cooperantes, estos testigos eran criminales", dijo la Goldbarg antes de insistir en que el Gobierno no pide al tribunal que simpatice con ellos, sino que constaten que sus testimonios son consistentes con las pruebas que se han presentado.
Además, Goldbarg afirmó que el hombre que se sienta en el banquillo de los acusados "vendió droga en todo el mundo desde sus orígenes, a veces llevó a cabo negociaciones directamente, a veces alguien lo hizo en su nombre, pero siempre estuvo involucrado".
Asimismo, argumentó que para defender su negocio de compra, venta y transporte de drogas, el Chapo contó una sofisticada red de telecomunicaciones y no dudó en torturar, usar la violencia o comprar a la policía "para defender el cártel a cualquier precio".
La Fiscalía apeló también "al sentido común" de los miembros del jurado para determinar que una persona con túneles debajo de sus casas, con un "ejército" para defenderle y que viajaba en aviones privados y helicópteros, tenía que ser "jefe".
"¿Por qué escapó?", se preguntó Goldbarg antes de responderse diciendo: "Porque sabía que era culpable. Siempre tenía un plan. Por eso tenía túneles debajo de su casa".
"Escapó porque quería evitar sentarse justo ahí, enfrente de ustedes", concluyó antes de pedir a los cinco hombres y siete mujeres que deben juzgar al Chapo que lo declaren culpable.