Sexy, brillante, divertido, malagueño por los cuatro costados, familiar, cariñoso, trabajador, muy trabajador, cabezota, a veces, gafe, y único. Todas esas palabras, y algunas más, llevan cuarenta años acompañando cada aventura profesional del actor español Antonio Banderas, el zorro y el cofrade, que mañana cumple 60 años.
Desde su primera película, "Laberinto de pasiones" (1982), Banderas ha rodado más de cien largos y cortometrajes, ha dirigido dos ("Locos en Alabama", 1999, y "El camino de los ingleses", 2006), producido otros nueve -tres de ellos, cintas de animación desde Green Moon- y ha protagonizado cientos de anuncios, entre ellos los de sus propias fragancias.
Su imagen es sinónimo de prestigio, y de rentabilidad. Y siempre ha sido así cuando ha trabajado para otros. En 1996 cobró cuatro millones de dólares por "Evita" y en 2001, doce por "El cuerpo". Son solo dos cifras que se conocen (los artistas no suelen hacer públicas sus emolumentos), pero dan una idea de su caché.
Hay que recordar una de las particularidades de Banderas, su decisión de invertir en España el dinero ganado en sus proyectos internacionales, desde propiedades inmobiliarias a una bodega, una empresa de alquiler de barcos, restaurantes, su aceite Patio de Banderas, o su teatro, entre otros. Y, por supuesto, en cine, teatro o páginas web para artistas, como Vibuk.
Su primera película como director fue "Crazy in Alabama", rodada en inglés, que protagonizaba su entonces esposa Melanie Griffith, pero la crítica le suspendió (4,5 sobre 10 en Rotten Tomatoes) y a la segunda, Filmaffinity le dio un 5,2, raspando el aprobado, aunque "El camino de los ingleses" consiguió nominaciones en los premios españoles Goya y en la Berlinale.
Su último proyecto personal en el cine no lo dirigió, pero sí lo protagonizó. Con "Autómata", Banderas sufrió una gran decepción. La película de Gabe Ibáñez le gustaba, y creyó en ella, pero tampoco recibió el apoyo que esperaba.
De seis veces que ha podido ganar un Goya, sólo lo consiguió con "Dolor y gloria", la película que le ha resarcido de todos los premios que no le han dado, aunque sí tiene un Goya de Honor, que dedicó emocionado a su hija Stella del Carmen, por las horas que no había podido pasar con ella a causa del trabajo.
Carlos Saura, Rafael Monleón, Fernando Colomo, Montxo Armendáriz, Félix Rotaeta, Gerardo Vera, José Luis García Sánchez y, por supuesto, Pedro Almodóvar, le dirigieron en películas que el público español recuerda: "La corte de faraón", "Los zancos", "Baton Rouge", "Bajarse al moro".
Pero la lista de directores internacionales no es más pequeña: con Arne Glimcher hizo "Los reyes del mambo tocan canciones de amor", donde canta y toca la trompeta; con Billi August, Jeremy Irons y Meryl Streep "La casa de los espíritus"; con Johnathan Demme y Tom Hanks, "Filadelfia", y la maravillosa "Entrevista con el vampiro" con Neil Jordan, Brad Pitt y Tom Cruise.
No sucedió, pero muchos de estos trabajos merecían al menos una nominación al Óscar.
Todas estas películas las hizo entre 1992 y 1994 y eso que llegó a Estados Unidos sin saber inglés en 1991. Pero a partir del 1995, su popularidad creció y creció, más con "Desperado", "Four Rooms" o "Assesins", y terminó el año con "Two Much", la comedia del español Fernando Trueba donde conoció a Melanie Griffitt.
En 1996 rueda una de sus películas más emblemáticas a nivel mundial: "La máscara del zorro", una cinta que recaudó más de 250 millones de euros.
El "zorro" le abrió un universo nuevo a uno de los hombres vivos más sexys: el cine familiar. Y rodó la saga "Spy kids" y se convirtió en el gato con botas de "Shrek".
Mientras, seguía rodando acción ("The Mexican", "The body","El guerrero número 13"), provocativas ("Pecado original", con Angelina Jolie, "Femme Fatal", de Bryan de Palma), comprometidas ("Imagine Argentina") y una con Woody Allen, "Conocerás al hombre de tus sueños". Y muchas más, hasta superar las cien en 2020.
En 2011 volvió con Almodóvar para componer al personaje más contenido de cuantos ha hecho para el manchego: el doctor Robert Legard de "La piel que habito".
En menos de diez años, estos últimos, Banderas ha conseguido llegar a muchas de las metas que perseguía; quienes le conocen, hablan de la positiva influencia de su nueva pareja, la empresaria alemana Nicole Kimbel, nacida en 1980.
Sufrió un infarto en 2017, del que se ha repuesto totalmente, aunque su cardiólogo aún sufre cuando le ve atender a la prensa de medio mundo tras ganar todos los premios posibles -menos el Óscar, otra vez- por su protagonista de "Dolor y gloria", la última y fructífera aventura con Almodóvar.
Después de comprar su teatro en el Soho de su ciudad natal, Málaga, y embarcarse en uno de los proyectos más costosos de su vida, también a nivel personal, y cuando todo iba bien -muy bien, todos los aforos vendidos de su musical "A Chorus Line"- llegó la pandemia. Y se reinventó otra vez.
Con su amiga la periodista española María Casado montó una productora de televisión de la que se sabe que organizará la gala de los Goya 2021, con él mismo de anfitrión y presentador.
Y así celebra su 60 cumpleaños, otra vez lanzándose al vacío, como cuando a los 19 salió de Málaga con 15.000 pesetas en el bolsillo y los ojos más chispeantes del cine español.
Por cierto, todos los lunes de agosto a partir de mañana, el canal TCM celebra su cumpleaños con algunas de sus películas: "La ley del deseo", "Philadelphia", "Entrevista con el vampiro" o "Ruby Sparks".
El actor español Antonio Banderas, que este lunes cumple 60 años, anunció que se verá obligado a celebrar su cumpleaños guardando la cuarentena al haber dado positivo en la enfermedad COVID-19.
Banderas explicó en su cuenta de la red social Twitter que se encuentra "relativamente bien, solo un poco más cansado de lo habitual", y "confiado" en recuperarse "lo antes posible siguiendo las indicaciones médicas", que espera que le permitan "superar el proceso infeccioso" que sufre y que a "tantas personas está afectando alrededor del planeta".
"Aprovecharé este aislamiento para leer, escribir y seguir haciendo planes para comenzar a darle significado a mis recién estrenados 60 años, a los cuales llego cargado de ganas y de ilusión", añadió el actor.
Quiero contaros lo siguiente... pic.twitter.com/u579iBVLM0
— Antonio Banderas (@antoniobanderas) August 10, 2020
Jonathan Sánchez y Horacio Celestino son dos albañiles que fueron encontrados en el barrio de Jalalpa, en la Ciudad de México y ya son actores de cine.
Ambos forman del elenco de "Mano de obra", cinta que cuenta como un grupo de trabajadores de la construcción se adueñan de una casa que hicieron, tras la muerte de uno de ellos.
Esta mañana, tras su paso en certámenes internacionales como San Sebastián, se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia, encontrándose en la sección oficial.
"Si conocemos (abusos a los albañiles), pasa en todo el mundo", señala Jonathan.
"No creíamos al principio que fuera cierto (hacer un filme) hasta que vimos al actor", dice por su parte Horacio.
"Mano de obra" es la ópera prima de David Zonana, siendo productor Michel Franco, ("Las hijas de Abril" y "Chronic") ganador en Cannes.
Se aprovechó la luz natural y la ropa propia de los albañiles y demás actores naturales, para rodar en una residencia acondicionada como si acabara de ser construida.
"Para mí la construcción es una profesión que me intriga, se construye algo que no se va a tener", explica el realizador.
"A nosotros sólo nos decía que actuáramos como en la vida real, cotidiana, y eso hicimos", rescata Jonathan.
Mano de obra estrenaría comercialmente en marzo próximo de la mano de la distribuidora Piano.
El modelo 2019 del Joker está aquí para, así como en 1975 fue el primer villano protagonista de su propio cómic, demostrar nuevamente que no necesita al esquizoide de Batman para reflejar las ansiedades más negras de la época.
Chelsea Smith, posgraduada de la Universidad Brock, nos revela que detrás del origen público del Príncipe Payaso del Crimen hay un origen bastante más sociológico --como el que es más evidente en la transformación que sufrirá Joaquin Phoenix en el papel de Arthur Fleck--. Pues ha evolucionado para adaptarse y ser un símbolo de los temores de la sociedad estadounidense desde su aparición en 1939.
Crisis en los tiempos infinitos
En concurso demencial, con la curaduría sociohistórica de Chelsea Smith, tendríamos como participantes a:
- El Joker de la década de los 30, que se enfrentó a la peor recesión económica mundial tras el Martes Negro del 29 de octubre de 1929 y la Gran Depresión. Los tiempos no estaban para bromas, ni siquiera desde las páginas de los cómics, es por ello que el Joker, que extendió sus recién nacidas manos en el número 27 de Detective Comics, lo hizo para enriquecerse robando bancos a punta de pistola.
- El Joker de los 50 y 60, que se mofó del status quo de la generación de la posguerra. Luego de la Segunda Guerra Mundial y en un escenario de conflicto generacional entre quienes o tuvieron suficiente de combatir y obedecer órdenes o acabaron sintiéndose cómodos con los rigores y la filosofía militar… Adelantándose a los X-Men de la competencia, las actitudes de los adolescentes fueron odiadas y temidas por los adultos, y en el reino del arte secuencial los miembros de la Comic Code Authority se lanzaron en una cruzada contra la, en su opinión, excesiva violenta en las viñetas.
- El Joker de los 70, que hace suyo el lema "una gran villanía implica una gran responsabilidad" haciendo eco de polémicos casos como el Watergate y el de la joven Patricia Hearst, quien luego de ser secuestrada por el Ejército Simbiótico de Liberación terminó secuestrando con ellos a una persona y haciendo bombas. Nuestro payaso afronta en los cómics de estos años una situación similar, por ejemplo, en el primer número de The Joker, escapa de la cárcel para frustrar un robo por no haber sido invitado a participar. El Joker termina siendo el héroe al ocasionar el arresto de Dos Caras, pero es arrestado también.
- El Joker de los 80, una década marcada por frustraciones, decepciones y fracasos, iniciando con el asesinato de John Lennon, siguiendo con la fallida negociación para liberar a 52 rehenes estadounidenses en Irán y con la invasión de Irak a este país, y continuando con la explosión del Challenger. Al Joker ochentero lo que menos le importa es el dinero, las bromas o la responsabilidad; lo que más, actuar como terrorista personal de Batman y disparar a jóvenes desprevenidas (Bárbara Gordon/Batgirl en el cómic "The Killing Joke"), secuestrar a representantes de la autoridad (el comisionado Gordon, en el mismo cómic de Alan Moore) y a menores de edad (Jason Todd/Robin en "Death in the Family"), y detonar explosivos con consecuencias irreversibles como la muerte de una madre (la de Jason Todd). Es este último el que Christopher Nolan escogió para llevar a la pantalla con Heath Ledger.
- El Joker de los 90, producto no de los cómics, sino de Batman: La serie animada y, más específicamente, del más exitoso de los personajes introducido por ésta: Harley Queen. La peor pesadilla de una feminista en la antesala del movimiento "MeToo" y la legislación de 1994 contra la violencia doméstica --acecho y agresión sexual de parte de una pareja sentimental-- es sintetizada en la anti-romántica relación Joker-Harley.
-Prófugo de las terapias de salud mental. Así como llegamos al Joker del Siglo XXI, que en su manifestación primitiva es un prófugo de las terapias de salud mental con choques eléctricos en la era del cuestionamiento sobre la posible medicación excesiva de drogas psicotrópicas.
Lo que convierte al Joker en uno de los más grandes villanos de los cómics es, según Smith, "su habilidad para ser impredecible --siempre cambiante-- y asustar al público". ¿Qué es lo que más nos angustia en esta década? Ya lo averiguamos con The Joker.
Venecia se convirtió este sábado en Gotham City para la presentación de "Joker", la película dedicada al acérrimo enemigo de Batman, uno de los 'malos' más populares del cine.
Dirigida por Todd Philips, la transformación del actor Joaquín Phoenix en el villano disfrazado de payaso en busca de redención, en competición en el festival de Venecia, ha desatado las apuestas, ya que algunos lo dan como seguro candidato a Oscar por su actuación o como mínimo a la Copa Volpi veneciana.
La cinta protagonizada por el actor Joaquín Phoenix llegará a los cines de Estados Unidos el 4 de octubre del 2019.
TRÁILER
La historia se desarrolla en la ciudad de Gotham de 1981 y cuenta la transformación de Arthur Fleck en guasón con mente criminal.
"Es inusual que una película de los grandes productores estadounidenses quiera competir en Venecia", comentó el director del festival veneciano, que en los últimos años ha servido de trampolín para obtener la codiciada estatuilla.
La película de Phillips, una superproducción con tono 'muy negro', fue escrita específicamente para el actor, contó el director.
"Fue difícil interpretar ese personaje porque no se puede definir. Ningún psiquiatra podría atribuirle una patología específica. Mi 'Joker' debía tener siempre un aura de misterio", confesó Phoenix.