El futuro de las Afore no es reconfortante
A partir del 1 de julio de 1997, el futuro para aquellos trabajadores que empezaban a cotizar ante el Seguro Social desde ese momento no sería igual. Ese día se esfumaron las pensiones garantizadas por el gobierno y nacieron las Afore (estas instituciones privadas que administran el dinero de los trabajadores y cobran comisiones por ello) y la obligación de que los trabajadores mexicanos se encargaran de ahorrar para su vejez.
A 20 años de su creación, por desgracia, el panorama no es alentador. Este sistema fue adoptado en México luego de que fuera creado en Chile por los llamados "Chicago Boys", aquellos economistas liberales que idearon las reformas que desarrollaron económicamente a Chile en la época del dictador Augusto Pinochet, las cuales incluso hicieron que Milton Friedman se refiriera a la situación económica de este país sudamericano como el milagro de Chile. En México, Pedro Aspe, como secretario de Hacienda de Carlos Salinas, fue su principal impulsor.
Pero el tiempo se encargaría de hacer justicia. En México todavía no se jubila ningún aforado —se espera que esto ocurra en 2022— pero en Chile ya empezaron a hacerlo. Y los resultados no les gustaron para nada. Incluso han salido a las calles varias veces para pedir un alto a este sistema de privatización, porque los jubilados a través de sistema no están recibiendo los recursos necesarios para vivir una vejez digna.
"Hoy día, la experiencia chilena nos regala una bola de cristal que nos muestra lo que será el futuro de las pensiones en México si continuamos como hasta ahora sin realizar las reformas de fondo", señala en un texto Leopoldo O. Somohano, director corporativo de Planeación Estratégica de Principal Financial Group México. Según su diagnóstico, es necesario un incremento al nivel de contribución obligatoria, incrementar la edad de retiro, ampliar el régimen de inversión, unificar los diferentes sistemas de pensiones existentes en el país y un largo etcétera.
Por desgracia, sólo es cuestión de esperar a que suceda en el país. "Este modelo se copió de Chile y ya hay problemas sociales. En México, esto no tardará en ocurrir. Cuando en cinco años las personas se empiecen a jubilar bajo este esquema, va a haber problemas", explica Leobardo Muñoz, presidente de la Comisión Representativa ante Organismos de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México.