YOLANDA PEÑA
La primera vez que Manuel "El Loco" Valdés contrajo matrimonio iba a cumplir 18 años (era 1948), aunque nunca se divorció de Yolanda Peña, sí se separaron porque ella no soportó que fuera mujeriego. Procrearon cinco hijos - Manuel, Jorge, Fernando, Alejandro y Norma - y decidieron llevar una buena relación por ellos, hasta que ella falleció.
ROSA MARÍA BOJALIL GARZA
Su efímera relación con Rosa María Bojalil Garza, en 1964, fue tormentosa y el comediante confesó que le caía muy mal. Ella era bailarina en un espectáculo que los mantuvo en gira, ella tenía 16 años cuando se relacionó con "El Loco" Valdés por una sola una noche y de la cual nació Marcos Valdés. La mamá de Rosa María, la cantante Eva Garza, lo amenazó con pistola en mano, pero cuando le explicó que ella se metió en su camerino, desistió de su amenaza.
ARCELIA LARRAÑAGA
Con Arcelia Larrañaga tuvo una relación de más de cinco décadas. Ella murió el 3 de marzo de 2018 víctima de un paro cardiorrespiratorio, consecuencia de la demencia senil que padecía desde hace algunos años, los cuales "El Loco" Valdés se dedicó a cuidarla. Francisco, Arcelia, Pedro y Michelle fueron sus hijos.
RAQUEL VÁSQUEZ
Una mujer llamada Raquel Vásquez, es la madre de otro de los hijos de "El Loco", llamado Oscar; lo particular de este caso es que su compadre y amigo Sergio Corona también tiene una hija con ella.
VERÓNICA CASTRO
Con Verónica Castro el comediante califica su relación como una etapa muy bonita, donde sí hubo amor. Se conocieron en 1973 en la obra Don Juan Tenorio, sus atenciones y caballerosidad la conquistaron, un año después nació su hijo Cristian Castro.
Doña Socorro, mamá de Vero, fue una de las causas de su separación porque no estaba de acuerdo que su hija anduviera con un hombre casado y con hijos. Él a la distancia no se arrepintió de haberla dejado porque ella creció.
Manuel "El Loco" Valdés falleció hoy viernes a los 89 años de edad, desde hace varios meses, el actor se encontraba delicado de salud, con problemas como cáncer de piel y agua en los pulmones. Había superado varias operaciones de anestesia general, quimioterapias, inmunoterapias e implantes.
En su árbol genealógico se encuentran grandes nombres como Germán Valdés "Tin-Tan" y Ramón Valdés "don Ramón", pero él se ganó su lugar en la historia de la comedia en México por mérito propio, gracias a su sentido del humor a prueba de todo, aún en la enfermedad.
Nació el 21 de enero de 1931 en Ciudad Juárez, Chihuahua, sus padres fueron Rafael Gómez-Valdés Angellini y Guadalupe Castillo, tuvo ocho hermanos, Rafael, Germán, Guadalupe, Pedro, Armando, Ramón, Cristóbal y Antonio.
A los 7 años deja su tierra natal, debido al trabajo de su padre que era agente aduanal, algo que lo obligó a cambiar varias veces de estado de la República. Cuando al fin llegan a Nuevo Laredo, su hermano Germán "Tin-Tan" ya triunfaba en la frontera y aunque quiso detenerlos ahí, porque quería comprarles una casa, su padre no aceptó y se trasladaron a la Ciudad de México.
Estudió hasta segundo de secundaria, pero dejo la educación básica y se metió a una escuela de topógrafos porque ya quería comenzar a trabajar de inmediato.
Cuando Tin-Tan hizo la película El hijo desobediente (1945) Manuel trabajó como extra recibiendo un pago de 12 pesos, tenía tan sólo 13 años y fue su primer contacto con el mundo del espectáculo. Con el tiempo comenzó a bailar, primero de manera amateur y después estudió cinco años ballet clásico y moderno; así a los 19 años forma parte del ballet de Televicentro y además trabajaba con algunas vedettes como parte de su cuerpo de baile.
Su primera oportunidad como comediante, la recibe en Variedades de medio día (1955 - 1957) al lado de Héctor Lechuga, donde salieron personajes inolvidables como La hermanitas Mibanco. A este programa le siguieron Operación Ja-Ja (1966), Ensalada de locos (1970-1973), El show del Loco Valdés (1972-1974), Variedades de medianoche (1977) y La hora del Loco (1982-1986). Se le considera como el primer comediante surgido netamente de la televisión.
Su carrera en el cine fue mucho más prolífica.
Desde muy joven practicó futbol americano, en la posición de quarterback, en México era seguidor de los Pumas de la UNAM y en Estados Unidos de los Vaqueros de Dallas; pero su gran pasión es el soccer, siendo el equipo de su corazón las Águilas del América.
Sobre el mote que lo ha distinguido desde el principio de su carrera, hay varias versiones de dónde nació, uno dice que es gracias a su habilidad de improvisar en el escenario y hacer reír, y fueron sus compañeros de escena quienes se lo pusieron en 1955; pero se dice que Emilio Azcárraga Milmo fue quien lo bautizó así, cuando le dijo, "¿qué está loco Valdés?"
Tuvo 12 hijos: Norma, Arcelia, Manuel, Jorge, Fernando, Alejandro, Norma, Oscar, Marcos y Cristian.
Un año duró el viacrucis de Yesenia, el ir y venir de hospital en hospital en busca de una respuesta para mejorar su salud.
Los sollozos no tardan en aparecer cuando Lupita, su madre, recuerda cómo inició la agonía de su hija. En un esfuerzo, trae a su memoria el día en que todo comenzó: 27 de marzo de 2015, cuando Yesenia, quien apenas había cumplido 18 años, dio a luz a una niña.
En esa ocasión Yesenia permaneció hospitalizada tres días, le practicaron una cesárea; aunque presentaba una infección en las vías urinarias, los médicos del Hospital de la Mujer de Ciudad Juárez, en Chihuahua, la dieron de alta.
Había transcurrido una semana desde su alumbramiento cuando la joven de 18 años regresó al hospital, debido a que la fiebre y los dolores provocados por la infección no cedían; momentos previos para partir, Yesenia defecó sin darse cuenta, evacuó por la vagina.
"Cuando me di cuenta de que había defecado por la vagina, inmediatamente la traje al hospital. Yesi estaba súper apenada, entre los dolores y eso, ya no sabía qué hacer. No entendíamos por qué había pasado eso", recuerda.
Con un dejo de indignación en su voz, Lupita recuerda que pese a los síntomas que presentaba, atendieron a su hija dos horas después de su llegada. Una vez que la internaron nuevamente le suministraron antibióticos para controlar la infección; sin embargo, ésta no cedía.
"Ella se retorcía del dolor y sudaba de la pura fiebre, los doctores no hacían nada, sólo le daban el antibiótico, según le iban a hacer una limpieza", narra.
Después ingresaron a Yesi, como su mamá le dice de cariño, al quirófano para realizarle la limpieza, puesto que al momento de evacuar, la materia fecal contaminó las paredes vaginales, lo cual contribuía a que la infección no cediera.
Al transcurrir un par de horas, el ginecólogo que atendió a Yesi cuando dio a luz, de quien prefirió no dar su nombre, se le acercó a Lupita y le comentó lo que habían hecho con su hija: "Me dijo que cuando le hicieron la cesárea le cortaron de más, le hicieron un corte innecesario y que de alguna manera que no entendí, le conectaron el ano con la vagina, es lo que le entendía a los médicos.
"Por más que les decía que por favor me explicaran, no lo hacían y hasta me trataban mal. Según que por eso la infección era muy fuerte, porque estaba defecando por la vagina", detalla.
Una vez que le realizaron la limpieza a Yesenia, la siguieron tratando con antibióticos, pero su madre trató de buscar más opciones, así que pidió el alta de su hija para poder trasladarla a otra clínica y encontrar una segunda opinión.
Lupita llevó a Yesi al Centro Médico de Especialidades en Chihuahua, una clínica particular en la que le controlaron la infección y le explicaron que debían practicarle a la joven una colostomía para sacar un extremo del intestino grueso a través de un estoma (una abertura) hecho en la pared abdominal. Las heces que se movilizan a través del intestino salen por el estoma hasta la bolsa adherida al abdomen.
Este procedimiento tenía un costo de 160 mil pesos: "Yo no tenía esa cantidad de dinero, ¡cómo la iba a pagar!, así que me fui a buscar otro hospital y logré que la aceptaran en el Hospital de Especialidades Salvador Zubirán".
Una vez en esa institución de la capital de Chihuahua, los médicos le explicaron que debían someter a su hija a una cirugía para reconstruirle el ano y la vagina.
El procedimiento quirúrgico se realizó, pero cuando la operaron, los médicos no contaban con una grapadora para suturar los tejidos.
"Me dijeron que tenía que conseguirla, pero costaba entre 14 y 21 mil pesos, entonces busqué hospitales que la pudieran prestar; sin embargo, en ese tiempo en lo que conseguía la grapadora a mi hija la dejaron con la panza abierta, desde abajo del ombligo hasta el inicio de su vagina", recuerda entre lágrimas.
La herida de la cirugía le generó a Yesenia una hemorragia y dificultad para respirar, falleció el 14 de marzo de 2016.
Hasta la fecha, ningún médico ha sido sancionado ni retirado de su puesto por estos hechos. Debido al ir y venir de hospitales, Lupita perdió su trabajo en una fábrica de Ciudad Juárez; actualmente está desempleada, con dos niñas que mantener: su hija, de 11 años, y Cristel —la bebé de Yesenia—, de apenas un año, quien a pesar de todo, logró sobrevivir.
"Me han ofrecido 200 mil pesos del Hospital de la Mujer en Ciudad Juárez, pero eso no me va a regresar a mi hija, la vida de mi Yesi no tiene precio", expresa Lupita entre sollozos.