Natalia Lafourcade se despide con mágica velada en el Metropólitan
Luego de una extensa gira con la cual las Musas han sido las protagonistas, Natalia Lafourcade inició una serie de conciertos con los que cerrará su tour en la Ciudad de México.
Portando rosas en la cabeza, sentada en una mesa con una radio y en compañía de Los Macorinos, Natalia Lafourcade recibió a un público ávido de escucharla cantar en la primera de sus presentaciones en el Teatro Metropólitan en el primero de siete conciertos que ofrecerá en la capital.
Minutos antes de las 21:00 horas, Lafourcade recibió en "su casa" a un teatro abarrotado en su totalidad. Portando un vestido rojo, la cantante comenzó la velada con "Alma mía", "Mexicana" y "Tú me acostumbraste", aprovechando esta última para levantarse de la mesa y regalarle una rosa a una chica de las primeras filas.
"Buenas noches. Es un placer tenerlos a ustedes en el comedor de nuestra casa. Este es el comedor por el cual han pasado personalidades célebres, históricas. Tuve aquí una conversación con Chabela Vargas y Los Macorinos, aquí, tuvimos la presencia de María Félix con Agustín Lara, tuvimos una bohemia maravillosa. Tuve a la señora Frida Kahlo discutiendo con el señor Diego Rivera hasta las seis de la mañana, aspectos de la vida y del amor. Han estado personalidades increíbles, mudas, inspiración para todos nosotros y hoy, esta noche, tenemos aquí para todos nosotros en la casa un público maravilloso, espero que pasen una velada maravillosa. Muchas gracias", fueron las primeras palabras que le dirigió al público que se dejó hechizar por la voz de la cantante.
Chiflidos y gritos como "¡Te amo!", "¡Yo más!" y "¡Guapa!", fueron los que el público presente le grito a la artista en numerosas ocasiones. Lafourcade apostó por un escenario sombrío en compañía de ocho músicos, además de Los Macorinos.
Su voz bien entrenada y energía vocal fueron la sal y pimienta de esta primera noche en un recinto donde los boletos fueron adquiridos con gran demanda desde el anuncio de sus presentaciones. Atrás quedó la chicha que usaba peinados con chongos o que se disfrazaba como un pato. La cantante logró mostrar esa evolución a través de bloques en donde la nostalgia, el amor y las emociones a flor de piel fueron sus más fieles acompañantes.
Antes de terminar "Soledad y el mar", la artista se tomó unos segundos para quitarse el adorno de flores que decoraba su cabeza así como los zapatos, hecho que le fue aplaudido y que motivó a la audiencia a terminar la canción a su lado. "Sonidos del mar", que por momentos invitaban a una experiencia sensorial, dieron pie a un nuevo bloque de éxitos de la cantautora.
Vistiendo un nuevo atuendo compuesto de pantalones grises, camisa blanca y zapatillas negras, Lafourcade canto temas como "Estoy lista", "Hasta la raíz", "Lo que construimos" y "Nunca es suficiente", que fueron coreados en todo momento. Aún con lo alto de sus tacones, en más de una ocasión brincó, bailó y desfiló a lo largo del escenario, logrando provocar una atmósfera que transitó entre la tristeza y la alegría.
"Estamos muy emocionados, muy contentos de estar aquí en el Metropólitan con todos ustedes. Estamos comenzando el cierre de gira aquí, como debe de ser. Vamos a comenzar un viaje por tantos años de música. Me costó mucho trabajo salir de mi cajita y de ahí para adelante, muchas gracias a todos ustedes por acompañarme", expresó antes de cantar "Azul" y aprovechar para tocar un pequeño piano.
"Amor de mis amores", "Elefantes", "Amarte duele", "Casa "y "En el 2000", hizo que sus seguidores recordaran los más de 15 años de trayectoria que tiene y que ha transitado entre el pop, las baladas y los toques folclóricos que ha adquirido con el tiempo.
"Cuando las cosas no me salen como quiero, digo que chingue a su madre, pero con amor. Las cosas con amor", dijo al cantar "Bonita" y bailar por todo el escenario en compañía de sus músicos, lo que ocasionó que el público se parara de sus asientos.
Antes de interpretar el tema "Recuérdame", Lafourcade invitó al escenario al cantante El David Aguilar, de quien agradeció las lecciones que le ha dado y a quien le permitió "adueñarse" del escenario después para cantar y tocar la guitarra en solitario con una de sus canciones.
"Duerme negrito", "Soy lo prohibido", "Danza de Gardenias", "Mi tierra veracruzana" y "Tú si sabes quererme" animaron a que la gente nuevamente dejara sus asientos y las cantara a su lado, e incluso, esta última sorprendió a algunos fans al subir al escenario y en donde además de bailar con ellos, se animó a bajarse del escenario y saludar al público de las primeras filas.
Más adelante, Lafourcade quiso explicar el porqué de su decisión de alejarse de manera temporal de los escenarios.
"Nunca probé dejar de trabajar. Cómo que ya estoy, impuesta pero me voy a dar un descanso. Esta canción que sigue habla acerca de soltar de como la vida es abrazar momentos y después partir de ellas, decirles adiós y para mí este momento es un poco así porque llevo más de 15 años en este recorrido pero voy a probar que se siente del otro lado. La vida, la calle, la playa y nos vemos por aquí si es que quieren acompañarnos y si no, espero verlos en un tiempito cuando nos toque volver", explicó en la última recta de su concierto, declaración que le fue aplaudida y se hizo acompañar de gritos por parte de sus fans quienes le expresaron un fuerte "¡Te vamos a extrañar!".
Luego de más de dos horas de concierto, la artista remató con la canción "Acuérdate de Acapulco", con la que invitó de nueva cuenta a Aguilar, así como el tema "Partir de mi", y con los que la gente aplaudió la energía y dedicación de Lafourcade al dedicarle aplausos de pie.