Era 1969 y México vivía en el momento más álgido del sistema presidencialista, en aquel tiempo nadie se atrevía a cuestionar la visión de Gustavo Díaz Ordaz, titular del Poder Ejecutivo. El primer mandatario era el hombre más poderoso del país... quizás con una excepción: el dueño de la televisión, Emilio Azcárraga Milmo.
La familia Azcárraga fundó Telesistema Mexicano cuando la televisión llegó a México y creó un verdadero emporio que se extendió a millones de hogares. Los programas de variedad, las telenovelas y el fútbol fueron los pilares de su barra de programación. Es precisamente el balompié el que generó una anécdota que dejó en claro el poder que tenía en ese entonces el "Tigre", aún por encima del presidente.
Azcárraga Milmo fue el heredero de Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien comenzó la empresa de comunicación con la emisora radial XEW. La administración del padre de Emilio Azcárraga Jean le permitió a Televisa convertirse en el mayor conglomerado de medios de América Latina, pero no sólo por su visión, sino también por su fuerte carácter.
"Era muy temperamental", recordó el periodista Heriberto Murrieta sobre la personalidad del "Tigre" Azcárraga en el documental "América vs América" de Netflix. Con unanimidad, los empleados de Televisa que conocieron al dueño en ese entonces lo describen como un hombre complejo y al cuál era complicado contradecir.
"Habla con el 'Tigre'"
En el mismo trabajo donde se recapitulan las andanzas del América, equipo propiedad de Televisa, se recuerda el traspaso de Enrique Borja de los Pumas a las Águilas, cuando el delantero era el máximo ídolo de la afición universitaria y tenía que engrosar las filas del odiado enemigo.
El América compró a Borja por 400,000 pesos el 27 de marzo de 1969. El acuerdo entre los directivos no involucró al entonces seleccionado mexicano que no tuvo empacho en mostrar públicamente su inconformidad. "No soy un costal de papas", declaró en una frase que quedó grabada en el imaginario popular durante generaciones.
"Esa frase me marcó", recordó Borja en el citado documental. "Yo no quería ir al América", agregó.
Desesperado por su situación, Borja pidió una cita, que nunca llegó, con el rector de la UNAM. "Mi papá me dijo, '¿por qué no vas a ver al presidente?'", contó el exjugador que comandó la delantera de la selección mexicana que participó en el Mundial de México 1970.
Según el relato del también exdirectivo, Díaz Ordaz lo recibió en su oficina y a pesar de la cordialidad de la entrevista, aceptó que no tenía el poder de contravenir la decisión de Azcárraga Milmo, quien quería reforzar a su equipo con las mejores estrellas del momento.
"En temas de fútbol yo no puedo hacer nada", le dijo el presidente. "Mejor habla con el 'Tigre'".
Borja hizo caso al presidente Díaz Ordaz y se presentó días después en las oficinas de Azcárraga Milmo. "Queremos que te quedes en el América", dijo el mandamás de Televisa y con esa escueta frase zanjó una polémica que había escalado a nivel nacional.
La carrera de Enrique Borja en el América quedó rubricada a base de goles. Debutó en la derrota de las Águilas ante las Chivas un 13 de julio, anotó su primer gol ante Toluca en agosto de la temporada 1969-70 y posteriormente consiguió tres títulos consecutivos de goleo individual y el campeonato de Liga, el Campeón de Campeones y sumó 103 tantos en su época como azulcrema.
Azcárraga Milmo por su parte vivió momentos de esplendor al frente de Televisa en las dos décadas subsecuentes y fue reconocido como uno de los hombres más poderosos del país. Murió el 16 de abril de 1997 a las afueras de Miami a bordo de su yate ECO a causa del cáncer de páncreas. Tenías 66 años.