Esto pasó en el primer capítulo de la bioserie de Chente
La bioserie no autorizada de Vicente Fernández se estrenó esta noche por Las Estrellas con el nombre “El último Rey. El hijo del pueblo”.
El primer capítulo tuvo varios saltos en el tiempo entre la época actual, la época en la que nació Vicente Jr. y los años 90, cuando secuestraron al primogénito de Chente.
La serie comenzó con la periodista Delia (Angélica Aragón) llegando al Rancho Los Tres Potrillos para entrevistar al Charro de Huentitán, ya que ella será el hilo conductor de la historia.
En otra escena se ve a Chente (Pablo Montero) cantar unos fragmentos de “El Rey” en un Palenque.
"Gracias mi querido público, habemos dos clases de personas, los que creen tenerlo todo y no tienen nada y los que creen no tener nada y lo tienen todo", se oye decir a Chente, una de sus frases más emblemáticas, y agrega "El dinero es tan vulgar que hasta un ignorante como yo lo tiene", dice el artista.
Inmediatamente la historia da un corte al secuestro de Vicente Junior y se hace evidente la actitud controladora de Gerardo (Jesús Moré) , otro de sus hijos, quien hace referencia al alcoholismo de Alejandro Fernández (interpretado por Emilio Osorio), y quien menosprecia a Chente Jr.
En otro momento, Delia pregunta: “¿Es cierto que alguien de tu propia familia secuestró a Vicente?”, pregunta que queda en silencio.
También aparece Cuquita (Iliana Fox) con una actitud sumisa, religiosa, siempre a la espera de que Vicente tome las decisiones. Durante el secuestro, Chente continúa con sus conciertos y blindan la información lo más posible.
"Gerardo le tiene lavado el cerebro a papá", se le oye decir a Alejandro Fernández en otro momento. Previamente, Alejandro había dado unas declaraciones al noticiero "Al despertar", en las que desmiente el secuestro de su hermano.
En las siguientes escenas, se ve a un Vicente Fernández Jr. enfrentando a que le corten alguna parte del cuerpo, tanto que se orina del terror que siente en ese momento. Se ve cómo le inyectan en uno de sus dedos y él, con el rostro golpeado, sucio y débil, espera lo peor, recordando escenas de su pasado.