Silvia Pinal no solo dejó huella en el cine mexicano, sino que también marcó un capítulo especial en la cinematografía internacional gracias a su colaboración con el legendario director Luis Buñuel. Juntos crearon tres obras maestras: Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965).

En una entrevista en 2008, durante la Primera Muestra de Cine Español en México, la actriz compartió su admiración por Buñuel, revelando que fue ella quien buscó al director:

“Yo escogí a Buñuel, no él a mí. Cuando conocí su obra me enamoré de su cine, de su humor negro y su manera de ser. No descansé hasta ser dirigida por él, y lo logré”.

Para Pinal, trabajar con Buñuel fue una experiencia transformadora:

“Jamás me sentí tan gran actriz como él me hizo sentir”.

El estilo único de Buñuel

Silvia destacó que Buñuel no era un director convencional:

“Él no daba consejos ni órdenes. Era muy inteligente, charlaba contigo y entre los dos llegaban a una conclusión. Siempre lo hacía de manera natural”.

Incluso escenas controvertidas, como mostrar desnudos, no representaban un problema:

“Nunca lo vi como algo obsceno. Todo estaba justificado y era parte de la película. Amaba trabajar con él”.

Un Ariel de Oro y su amor eterno al cine

El cine fue siempre “la joya de la corona” para Silvia, y recibir un Ariel de Oro en reconocimiento a su trayectoria la llenó de orgullo:

“Este Ariel me hace feliz; es un reconocimiento a mi trabajo y a mi amor por el cine”.

Sobre el retiro, la actriz fue contundente:

“Ay no, qué aburrición. Yo amo mi trabajo y siempre estaré haciendo algo”.

Una anécdota inesperada

Silvia también relató cómo terminó participando en su última película, Tercera llamada, dirigida por Francisco Franco. Curiosamente, fue gracias a su perrita:

“El director me pidió que la prestara para una escena, pero al final, cuando empezó a llover y la perrita se asustó, terminé abrazándola frente a la cámara. Así fue como terminé en la película”.

Una diva cercana y auténtica

Pinal dejó un legado no solo de grandes interpretaciones, sino también de anécdotas que reflejan su humildad, carisma y amor por el arte. Su colaboración con Buñuel sigue siendo un punto culminante en la historia del cine, y su actitud hacia la vida y el trabajo continuará inspirando a generaciones futuras.

Descanse en paz, Silvia Pinal, la eterna diva del cine mexicano.

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Tras darse a conocer la tarde de este jueves la muerte de la primera actriz Silvia Pinal, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo realizó un homenaje a la “última diva del Cine de Oro”.

En su conferencia mañanera de este viernes 29 de noviembre en Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo mostró un video para recordar a la productora de televisión y teatro.

“Nuestro pésame a su familia, familiares, amigos”, expresó la Presidenta.

En el video se refirió que el nombre de Silvia Pinal no solo define una época, “sino que también simboliza el corazón del espectáculo en nuestro país”.

Además de destacar su trabajo y biografía, se recordó en el Salón Tesorería que Pinal se convirtió en sinónimo de versatilidad y talento: “Trascendió las fronteras, llevando el cine mexicano a los ojos del mundo, pero su magia no quedó solo en la pantalla grande, fue también una narradora de nuestras realidades, se convirtió en la voz de cientos de historias que conmovieron a generaciones”.

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Alejandra Guzmán acaba de confirmar que su madre, Silvia Pinal, ingresó al hospital por una influenza, enfermedad con la que ella también fue diagnosticada, y aunque la cantante reconoció que, al principio de la infección, la primera actriz atravesó momentos complicados, por lo que fue necesario que la trasladaran al hospital para que sus doctores le retiraran las flemas que dificultaban que respirara con normalidad, destacó que la salud de "la Pinal" está mejorando.

Ayer, preocupó la noticia de que Pinal estaba hospitalizada, supuestamente, por una grave enfermedad respiratoria, pero pasó poco para que personas allegadas a la familia Pinal, como es el caso de Juan José "Pepillo" Origel" desacreditara, en entrevista, que la salud de doña Silvia estuviera en peligro, pues destacó que Silvia Pasquel, la primogénita de la actriz, le confió que se trataba de una gripe leve, de la que ya estaba recuperándose.

Pese a estas declaraciones, la incertidumbre de sus fans permaneció, pero Alejandra Guzmán ya salió a hablar y actualizó el estado en que se encuentra su madre, quien explicó que atravesó una influenza que la llevó a ser hospitalizada, de hecho, confió que ella también contrajo la enfermedad:

"Mi mami fue internada porque le dio influenza, fue muy complicado, y vinimos a sacarle todas sus flemitas, entonces que el doctor les explique mejor como estuvo la situación", expresó.

Entre los pormenores que ofreció a la prensa, la cantante señaló que llevaron a doña Silvia al hospital en la madrugada del jueves 21 de diciembre, luego de que sus hermanos Luis Enrique y Silvia Pasquel, junto a su asistente Efigenia Ramos, la trasladaran fuera de las inmediaciones de su hogar.

Durante su estancia en el hospital -a lo largo de seis días-, "la Guzmán" explicó que su madre ha mostrando una visible mejora.

"Ha estado mejorado increíblemente bien, pues poco a poco hemos estado aquí viendo como su salud avanza para bien, ella es muy fuerte, su corazón es muy fuerte, es muy sana, pero sí nos dio influenza", destacó.

La artista señaló que ella también contrajo la enfermedad, sólo que se enteró hasta ahora, que fue sometida a la prueba de influenza: "No sabía que era influenza hasta que me dijeron que era positiva".

Ale también detalló que la familia ya ha estado conversando con el nuevo geriatra del hospital, quien les ha dado su punto de vista del estado en que se encuentra doña Silvia.

Por su parte, el parte médico de la actriz contó que ha sido sometida a diferentes tratamientos, por lo que se les suministraron antibióticos, antivirales y rehabilitación pulmonar.

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Para atenderse de una gripa, Silvia Pinal ingresó a un hospital de la Ciudad de México, pero sin que esto represente algo preocupante en su salud.

De acuerdo con su amigo, el periodista Juan José Origel, la actriz de 93 años se encuentra sin problema más allá de lo normal de la enfermedad.

“Acabo de hablar con Silvita y la señora tiene gripa, está perfecta, no está mal. Entonces no es nada, nada de alarma, para que no se asusten, ni hagan escándalo”, aseguró Origel en un video subido a redes sociales.

Esta noche hubo versiones de que la protagonista de “Viridiana” y “El inocente” había sido internada desde el pasado 22 de diciembre y llevada a terapia intensiva.

Pero el pasado domingo, día 24, su hija Sylvia Pasquel subió un video para desear a todos feliz Navidad y que esa noche estaría con la familia.

Hasta esta hora ni Pasquel, ni Luis Enrique Guzmán, hijo de la nonagenaria actriz, han respondido su teléfono para aclarar el estado de salud de leyenda de la Época de Oro del Cine Mexicano.

La semana pasada el periodista Mario de la Reguera informó en el programa radiofónico “Fórmula Espectacular” que Pinal estaría con malestares en las vías respiratorias y se le estaba proporcionando oxígeno caliente para contrarrestarlo.

De acuerdo con estudios médicos, el oxígeno caliente permite niveles óptimos de humidificación que facilitan el transporte mucoliar del paciente.

La versión fue desmentida por allegados a la “Chivis”, quienes aseguraron que estaba en perfecto estado.

“De hecho ahorita está en su fisioterapia normal, ella ha estado bien, está comiendo y durmiendo normal”, subrayó la fuente, en su momento, a El Universal.

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Silvia Pinal fue una de las actrices mexicanas más importantes del Cine de Oro y de teatro. Además de su trayectoria actoral, también estuvo al frente de "Mujer casos de la vida real", uno de los programas más populares y duraderos de la televisión mexicana, cuyos episodios conmovieron a los televidentes, pero también los perturbaron por sus historias crudas.

La emisión de "Mujer casos de la vida real" comenzó en el año de 1986, durando hasta el 2007. Estuvo casi 21 años al aire, pues Silvia Pinal compartía casos reales en su mayoría, cuyas cartas eran enviadas a la producción para dar a conocer el caso, denunciar o buscar a familiares perdidos que nunca más fueron vistos.

Aunque su programa fue un canal para dar a conocer el abuso que sufrían algunas mujeres, hacer conciencia de la inseguridad que ya se vivía en ese entonces en el país, también hubo episodios de "Mujer casos de la vida real" que resultaron muy perturbadores para la audiencia, pues no tenían censura alguna sobre la crudeza de lo que llegaron a sufrir los involucrados.

El episodio perdido de Mujer casos de la vida real que se basó en hechos reales

Silvia Pinal presentaba en "Mujer casos de la vida real" casos de violación, abuso, desapariciones, tráfico, delincuencia, problemas de violencia familiar, mujeres y hombres asesinos, entre otros. La mayoría de ellos basados en hechos reales, por lo que lograban impactar a los televidentes ante la crueldad de los casos.

Sin embargo, hubo un episodio por de más perturbador que no presentó censura alguna. Es uno de los capítulos de "Mujer casos de la vida real" que pocos recuerdan haber visto. Se trata del caso de "El niño del globo rojo", cuya historia relata a un pequeño de escasos recursos que vivía en una vecindad con su madre y hermana.

El niño fue víctima del tráfico de órganos, pues le quitaron los dos ojos y lo dejaron afuera de su casa con una caja de dinero y un globo rojo. A pesar de lo controversial de su historia, lo puedes ver en YouTube, algunos lo consideran uno de los peores casos, otros creen que es una tristeza la crueldad que llegó a sufrir el pequeño.

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Todos estaban distraídos cuando Silvia Pinal llegó por un costado. La sala principal del Palacio de Bellas Artes se oscureció y ella brilló en el palco enfocada por un reflector y por el efecto de la luz en las lentejuelas de su vestido. 

Empezaba la fiesta de la gran diva de México, que este lunes recibió un homenaje a su trayectoria de más de siete décadas en cine, teatro y televisión. Consagrada como musa del cineasta Luis Buñuel y exponente de la época de oro del cine mexicano, la actriz ha protagonizado una celebración en blanco y negro a pocos días de cumplir 92 años el 12 de septiembre.

Los asistentes llevaban más de dos horas esperando para entrar. Los alrededores del Palacio de Bellas Artes, en el centro de Ciudad de México, habían sido ocupados por las filas: hileras para el público general, para la prensa, para los artistas invitados. 

Muchos se quedaron afuera cuando se abrieron las puertas pasadas las seis de la tarde. En el interior, aguardaban los actores que compartieron con la intérprete los años dorados del cine nacional, ese mundo en blanco y negro que habitaron Ignacio López Tarso, Martha Ofelia Galindo o Luz María Aguilar en la década de los cincuenta. También habían asistido interpretes de otras generaciones, como Aracelia Ramírez o Roberto D’Amico, que tienen en Pinal una maestra.

“¿Qué tal, Silvia?”, empezó desde el escenario la actriz Diana Bracho cuando los primeros aplausos de la noche terminaron. El saludo era un guiño a ¿Qué tal, Dolly?, una obra de teatro musical que Pinal protagonizó en la década de los noventa. 

“Hablar de ti es hablar de una artista que ha sido pionera del cine, el teatro y la televisión en nuestro país”, continuó Bracho. “Una mujer”, dijo, “que asumió ser actriz desde que descubrió la condición de su ser”.

Pinal llegó a Ciudad de México desde Guaymas, en el norte del país, para estudiar una carrera “seria”, como quería su padre. Pero enseguida fue “seducida por la interpretación”, recordó durante el acto una de sus hijas, la actriz Sylvia Pasquel. 

La intérprete hizo un repaso de la trayectoria de su madre desde aquellos primeros años en la Escuela de Actuación de Bellas Artes: su debut con la obra Sueño de una noche de verano; sus inicios en la televisión; el primer Ariel como mejor actriz; las colaboraciones con Pedro Infante o con Cantinflas, también con Vittorio de Sica o José María Forqué; el rodaje de Viridiana, el largometraje dirigido en 1961 por Luis Buñuel que la consagró en el extranjero.

Esa fue la primera de las tres películas que hizo la actriz con el director aragonés. El filme, una sátira a la caridad cristiana, fue censurada por el Vaticano, pero Pinal consiguió sacar los rollos de la España franquista para proyectarlo en México. Así lo recordó en una entrevista reproducida durante el acto de este lunes: “Las saqué de las latas, porque pesaban, y las llevaba yo en mi bolso”. 

Con Viridiana, el cine en español obtuvo su única Palma de Oro en el Festival de Cannes. “La tengo yo en mi casa y se las enseño... No cuando quieran. Si ustedes me avisan, se las llevo yo a algún lado”, bromeó la actriz en otra de las entrevistas proyectadas. La presea está ahora resguardada en el Palacio de Bellas Artes, como parte la exposición que completa el homenaje a la diva.

La artista protagonizó después otros dos filmes de Buñuel, más que ninguna otra actriz: El ángel exterminador (1962), en la que un grupo de burgueses queda atrapado en una habitación, y Simón del desierto (1964), donde Pinal personifica al Diablo. 

“Siempre se dice ‘qué suerte tuvo la Pinal de trabajar con Buñuel’. Lo contrario también aplica”, señaló el crítico de cine Leonardo García Tsao desde el escenario, en una conversación con la guionista Busi Cortés y con el también crítico José Antonio Valdés Peña. “No todos los días se puede homenajear a una leyenda viviente”, destacó García Tsao. 

Encima de sus cabezas, colgaba el retrato de la artista que pintó Diego Rivera en 1956.

Pinal siguió las casi dos horas de homenaje desde el palco. Las proyecciones de fragmentos de sus obras, los discursos y las interpretaciones que hicieron después la actriz y bailarina Bianca Marroquín, la cantante Fela Domínguez, el actor y director Alan Estrada y la nieta de Pinal Stephanie Salas. 

“Tu abuela te ama intensamente. Nos necesitamos ambas”, dijo a su nieta.

“Ay, mamacita”, dijo Pinal cuando finalmente fue conducida hasta el escenario en silla de ruedas. La última aparición en público de la actriz había sido en 2017, cuando su trayectoria fue celebrada por la Academia de Cine de Hollywood, de la que es miembro.

“Yo me siento tan ilusionada”, dijo, y quiso continuar. “Vamos a hacer una cosa muy importante...”, empezó, pero ya no pudo completar la frase porque alguien desde el publicó gritó su nombre y después ella dejó el micrófono.