Nueva Zelanda vive hoy su "día más sombrío" tras los ataques contra dos mezquitas en Chrischurch en los que murieron al menos 49 personas y por los que ha sido acusado un sospechoso, al parecer un supremacista blanco de origen australiano.
"Está claro que esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, parece haber sido bien planeado", dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, en una comparecencia transmitida en directo desde Wellington, en la que expresó "la condena más fuerte posible contra la ideología" de los responsables.
En los ataques, que se produjeron a plena luz del día y en momentos en que los centenares de musulmanes realizaban la oración de los viernes, murieron 41 personas en la mezquita de Al Noor, muy cerca del Jardín Botánico, y otras 7 en la mezquita de Linwood, a unos 6,5 kilómetros al este de la primera.
Otra persona murió después en un hospital de la ciudad donde se atiende a unas 48 personas heridas de bala, entre ellos niños.
El ataque de Al Noor fue transmitido en vídeo durante 17 minutos por el atacante y en las imágenes se ve cómo el individuo recorre las habitaciones de la mezquita y dispara a bocajarro con armas semiautomáticas contra personas indefensas.
"Había un banco, puse la mitad de mi cuerpo debajo y mis piernas quedaron fuera, intentado que pareciera que no respiraba y él cambió los cargadores siete veces.... Se fue a los diferentes compartimentos y disparó por doquier", dijo Farid Ahmed a la prensa.
El equipo nacional de críquet de Bangladesh escapó ileso al tiroteo en una de las dos mezquitas porque "el ataque ocurrió antes de que llegaran al lugar", dijo a Efe el director ejecutivo de la Junta de Críquet de Bangladesh, Nizamuddin Chowdhury.
El agresor, que vestía ropa militar y habría publicado en las redes sociales un manifiesto con calificativos peyorativos contra los musulmanes, se cree que es Brenton Tarrant, un ciudadano australiano de 28 años de edad de la localidad de Grafton.
Pero el comisionado de la Policía neozelandesa, Mike Bush, se negó a identificar al atacante, al limitarse a decir que "tiene casi treinta años y comparecerá ante los tribunales mañana" para responder a cargos por asesinato por cada una de las víctimas.
Las autoridades no han dado información sobre el tiroteo en Linwood e incluso Bush, al ser preguntado si una persona es responsable de los dos ataques, se limitó a decir: "una persona ha sido acusada y no sería apropiado dar detalles ahora".
Lo que sí se ha confirmado es la detención de cuatro personas armadas, tres de ellas presuntamente vinculadas al ataque, que incluye al australiano, y otra que fue puesta en libertad.
Ninguna de estas personas estaba en la lista de sospechosos de Nueva Zelanda.
La Policía halló armas de fuego en las mezquitas y dos explosivos en dos vehículos vinculados a los ataques, uno de los cuales ha sido desactivado.
Tras los tiroteos, la apacible ciudad de Christchurch, que quedó devastada e 2011 por un poderoso terremoto que mató a 185 personas, quedó temporalmente bajo una orden de confinamiento, a la vez que se elevó la alerta de seguridad de baja a alta en todo el país.
Ahora ya "no hay otras amenazas desde que respondimos a estos incidentes", afirmó Bush por la noche, al referirse a estos ataques que se presumen motivados por ideas supremacistas blancas.
La jefa del Ejecutvio dijo que su país fue blanco de estos ataques por sus valores de tolerancia, multiculturalidad y respeto hacia los demás.
"Representamos la diversidad y la compasión, un hogar para aquellos que comparten nuestros valores, un refugio para aquellos que lo necesitan. Y esos valores no serán vapuleados por estos ataques. Somos una nación orgullosa de más de 200 orígenes étnicos y 160 lenguas", enfatizó la mandataria.
En medio del horror y las condenas internacionales, entre ellas las del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, Christchurch anochece de luto tras el "día más sombrío" desde 1943, cuando 48 japoneses murieron en un motín en un campo de prisioneros de guerra.
El Gobierno de México condenó este viernes los "trágicos ataques" contra dos mezquitas en Christchurch (Nueva Zelanda), en el que han fallecido hasta el momento al menos 49 personas, y destacó los valores de respeto y diversidad de ambos países.
"El Gobierno de México expresa su solidaridad al gobierno y pueblo de Nueva Zelanda por los trágicos ataques a mezquitas en Christchurch", destacó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en Twitter.
La Cancillería agregó que "la inclusión y el respeto a la diversidad" son "valores fundamentales" para ambos países.
Al menos 49 personas fallecieron a causa del ataque contra dos mezquitas en esa ciudad del sur de Nueva Zelanda mientras cientos de personas asistían al rezo de los viernes.
Hay, además, 40 heridos de bala, una veintena de ellas en estado grave.
El presunto cerebro de los ataques es un supremacista blanco que ha sido identificado como Brenton Tarrant, un australiano de 28 años de edad, según las autoridades neozelandesas.
"Está claro que esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista. Por lo que sabemos, parece haber sido bien planeado", dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, en una comparecencia transmitida en directo desde la capital Wellington.
En los ataques, que se produjeron a plena luz del día y en momentos en que los centenares de musulmanes realizaban la oración de los viernes, murieron 41 personas en la mezquita de Al Noor, muy cerca del Jardín Botánico.
Otras víctimas fallecieron en la mezquita de Linwood, a unos 6,5 kilómetros al este de la primera, en Christchurch, la mayor ciudad en la isla Sur del país y que cuenta con 375.000 habitantes.
Al menos tres bangladesíes se encuentran entre los 49 muertos por los ataques terroristas contra dos mezquitas en Nueva Zelanda perpetrados supuestamente por un supremacista blanco.
Los ataques fueron transmitidos en directo a través de las redes sociales por el presunto autor de la masacre. El vídeo grabado tiene una duración superior a los 17 minutos.
Las autoridades neozelandesas consideran que los tiroteos responden a un ataque terrorista y elevan la alerta en el país a su máximo nivel.
Un hombre de 37 años que causó destrozos con un machete y dejó tocino en una mezquita de Florida (EE.UU.) fue condenado a 15 años de cárcel, después de que se declarara culpable de los cargos que se le imputaban, informaron hoy medios locales.
Después de cumplir la condena en prisión, Michael Wolfe estará otros 15 años en libertad vigilada, según declaraciones de un representante de la Fiscalía citado por el canal de televisión NBC 6.
Para la imposición de la sentencia se consideró un agravante que se trató de un crimen de odio, indicó el canal.
Wolfe profanó la mezquita Masjid Al-Munin de Tittusville (en el centro de la costa este Florida) en la madrugada del 1 de enero de 2016.
Las cámaras de seguridad captaron a Wolfe golpeando con un machete lámparas, ventanas y todo lo que encontraba a su paso en la mezquita.
Antes de abandonar el lugar dejó un pedazo de tocino en la puerta de entrada de la mezquita, sabedor de que el cerdo y sus productos son considerados impuros por los musulmanes.
Miles de fieles musulmanes se abalanzaron el jueves al interior de la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén y al menos 113 resultaron heridos por choques con la policía, luego de que Israel levantara las medidas de seguridad impuestas en el lugar tras varios días de violencia.
El caos se desató después de que el Ejército israelí usó granadas aturdidoras para controlar a la gente que intentaba ingresar a la mezquita. "Nos sacrificaremos por Al-Aqsa", cantaban los fieles fuera del lugar.
Israel retiró todas las medidas de seguridad que había instalado tras un esfuerzo diplomático de Naciones Unidas, el involucramiento del enviado de Estados Unidos a Oriente Medio y la presión de países de la región como Turquía, Arabia Saudita y Jordania.
La disputa comenzó después de que Israel instaló detectores de metales, cámaras y barreras de acero en entradas musulmanas hacia la Explanada de las Mezquitas cuando unos árabes armados mataron a dos policías israelíes el 14 de julio en el lugar.
La seguridad adicional provocó días de agitación, con enfrentamientos violentos en las calles de Jerusalén Oriental. Fuerzas israelíes mataron a tiros a cuatro palestinos en los enfrentamientos y un palestino apuñaló y mató a tres israelíes.
Durante dos semanas muchos musulmanes se negaron a entrar al complejo y optaron por rezar en las calles alrededor de la Ciudad Vieja. Más temprano el jueves, líderes musulmanes se declararon satisfechos de que las autoridades israelíes hayan descartado las nuevas medidas de seguridad y decidieran volver a la situación previa al 14 de julio.
El informe técnico mostró que fueron retirados todos los obstáculos que la ocupación (Israel) puso fuera de la mezquita de Al-Aqsa", dijo Abdel-Azeem Salhab, jefe de Waqf, el fondo financiado por Jordania que supervisa los sitios sagrados musulmanes en Jerusalén.