Trump sufre derrota con reforma de salud
Donald Trump probó este viernes por primera vez el sabor de la derrota legislativa, un duro revés para su joven administración que deja tocada su Casa Blanca. El batacazo a su plan de reforma de salud, que incluía la tan deseada derogación de la Ley de Salud Asequible de su predecesor (mejor conocida como Obamacare), fue un fracaso estrepitoso, una humillación que deja en evidencia las carencias no sólo del magnate, sino también del liderazgo republicano en el Congreso.
No sirvió de nada aplazar un día la votación, ni el ultimátum de la Casa Blanca a los legisladores de que o aprobaban la reforma de Trump o se mantenía la Obamacare, ni las ofertas y concesiones que estaban dispuestos a ceder. Cerca de 40 congresistas republicanos se negaron a votar a favor de la iniciativa presidencial.
El propio Trump fue el encargado de anunciar la rendición. Lo hizo llamando a dos reporteros, uno de "The Washington Post" y otro de "Thel New York Times", periódicos a los que ha criticado duramente. Lo hizo cuando todos los congresistas estaban sentados en sus curules dispuestos a votar respecto de lo que el mandatario ha llamado “desastroso” Obamacare.
“Nos hemos quedado muy cerca, a pocos votos”, lamentó Trump desde el Despacho Oval. “Hay mucha gente que no se da cuenta de cómo era de buena esta ley”, criticó.
Y eso que, según dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, Trump “se dejó la piel” por la ley, y habló con 120 congresistas para tratar de convencerles. Sin éxito.
La respuesta de los demócratas no se hizo esperar. “Hey, republicanos, no se preocupen. Esta herida la cubre Obamacare”, tuiteó el senador Robert Menéndez. En el hemiciclo, algunos congresistas demócratas vociferaron: “¡Voto! ¡Voto! ¡Voto!, hurgando más en la herida.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no ocultó su satisfacción ante la prensa. “Es un día histórico (…) Una victoria, lo que ha pasado es una victoria del pueblo estadounidense”, aseguró.
Trump, lejos de aminorarse, intentó modificar el discurso tratando de vender la derrota como algo positivo. “Esperaremos a que Obamacare estalle”, dijo el presidente, para así obligar a los demócratas a trabajar con ellos en una ley que será “mucho mejor”. El mandatario culpó a los demócratas de la derrota, aunque más bien fueron los republicanos, particularmente el conservador Freedom Caucus, quienes se negaron a alinearse con el mandatario.