333 ballenas asesinadas, según Japón tiene "objetivos científicos"
El pasado 31 de marzo regresó a Japón la flota que mató a 333 cetáceos en el océano Antártico. Lo hizo en el marco de una campaña anual de caza de ballenas que según Japón tiene "objetivos científicos".
La comunidad internacional ha condenado en reiteradas ocasiones esta actividad. Grupos ecologistas y el Tribunal Internacional de Justicia consideran que la misión responde a intereses comerciales.
"La cantidad de ballenas asesinadas no corresponde con la actividad científica. A través de una muestra de piel y grasa se puede obtener casi toda la información que se necesita para estudiar ballenas sin matar al animal. En un juicio contra Japón llevado a la Corte internacional de Justicia de la Haya presentado por Australia, se comprobó que esas cacerías se realizan con fines comerciales", dijo a Sputnik el director del Organismo de Conservación de Cetáceos de Uruguay, Rodrigo García.
Para García la cifra de 333 ballenas asesinadas es aún mayor. "En el recuento no se tienen en cuenta las hembras embarazadas. La mitad de las ballenas cazadas suele ser hembras y de esa mitad, la otra mitad está embarazada", indicó.
Para el especialista es importante destacar que Japón no está solo en esto. El país asiático recibe apoyo de países balleneros como China, Corea, Islandia, Noruega y Dinamarca.
Según el sitio especializado Whale-world, la caza comercial y la furtiva son una de las mayores amenazas para las ballenas. Por año mueren unos 300 mil cetáceos debido a la captura incidental y mil ballenas barbadas perecen a causa de la caza comercial.
De continuar con estas prácticas se podría afectar al calentamiento global. "Las ballenas, a través de su materia fecal fertilizan los océanos favoreciendo el crecimiento del fitoplancton desde donde se inicia la cadena productiva marina. El fitoplancton oceánico es uno de los grandes pulmones de nuestro planeta, se estima que el 45% del oxígeno del mundo se produce a partir de estos vegetales", concluyó.