Conductor de NY, joven con un largo historial
Con apenas 26 años, Richard Rojas el hombre de ascendencia dominicana que el jueves atropelló intencionalmente a peatones en Times Square, Nueva York, tenía ya un abundante historial delictivo.
Familiares, amigos y vecinos aseguraron a medios estadounidenses que Rojas, quien vivía en el barrio neoyorquino del Bronx, regresó muy cambiado a casa tras haber servido en la Marina, entre 2011 y 2014. Se convirtió en un tipo agresivo, consumidor frecuente de alcohol y drogas, en particular cannabis.
Harrison Ramos, vecino y amigo de Rojas, quien de acuerdo con el diario "The New York Times" creció en Walton Avenue, en la sección Mount Eden del Bronx, dijo que éste "pasó una época realmente muy difícil. No quieran hacerlo pasar por un terrorista o algo así. Sirvió a su país y, cuando regresó, nadie le ayudó".
Otro amigo, Hansel Guerrero, aseguró que Rojas se volvió un tipo agresivo, sobre todo bajo el influjo de las drogas. Pero no era sólo eso. Según Guerrero y otros conocidos, el joven de origen hispano sufría alucinaciones y aseguraba que había una conspiración en su contra.
La versión coincide con el señalamiento que este viernes hiciera el alcalde neoyorquino Bill de Blasio, citado por "The New York Post", en el sentido de que el acusado sufrió "trastornos mentales desde la infancia" que no fueron atendidos.
En 2008, fue arrestado bajo cargos de conducir intoxicado. Pero su cambio a peor coincidió con su paso por la Marina. Se enlistó en 2011 y pasó cuatro meses estacionado en una base en Illinois. En 2012 sirvió en el destructor USS Carney. Luego fue promovido. Se sabe, también, que fue galardonado con la Medalla de Servicio de Defensa Nacional.
Al parecer, todo se torció a su paso por la base de Charleston, Carolina del Sur, en 2013 donde registros de la Armada revelan que pasó dos meses en calabozos militares. El motivo no se ha dado a conocer. Luego vino la base de Jacksonville, Florida, donde obtuvo el rango de aprendiz de electricista.
En 2014 volvió a casa, al parecer con su madre. Según Hansel Guerrero, Rojas se quejaba de que el gobierno no lo dejó progresar. Y comenzó a beber más, a aislarse más y a mostrarse cada vez más ansioso.
Ramos asegura que su amigo solía postear online sobre conspiraciones en su contra. "Parecía un poco perdido", explicó al Times.
No paró allí. El jueves pasado, drogado, embistió a la gente que caminaba por Times Square. Según su declaración, Dios le ordenó matar. También dijo que oía voces, y que no pensó que sobreviviría.