Demócratas piden que declare Donald Jr. por posibles nexos con Rusia
El primogénito del presidente Donald Trump se ha situado en el centro de la vorágine del Rusiagate. La reunión que se reveló durante el fin de semana con una abogada rusa para obtener material nocivo de la demócrata Hillary Clinton ha colocado a Donald Trump Jr. en una posición más que comprometida, dejando abiertas (de nuevo) todas las puertas a una colusión con Moscú y obligando a la Casa Blanca a pasar a la defensiva y al Congreso a pedir explicaciones.
No era la primera vez que alguien del círculo cercano a Trump reconocía una reunión con un agente ruso meses después de haberlo negado. El ex asesor en seguridad nacional Michael Flynn, el fiscal general, Jeff Sessions, el yerno y asesor principal del presidente, Jared Kushner: todos ellos habían negado encuentros con emisarios de Moscú y, tras una publicación periodística, fueron obligados a reconocer su error de memoria. Todos los casos despertaron la ira de los legisladores, y el caso de Donald Jr. no fue para menos.
Para muchos, el nuevo descubrimiento de la trama rusa es la parte más evidente de la existencia de un complot, conspiración o colusión entre el Kremlin y los Trump para vencer en las elecciones.
"Nuestra comisión de inteligencia necesita entrevistarlo a él y a quienes asistieron a la reunión. Sospecho que el fiscal especial [del Rusiagate, Robert Mueller] también querrá hacerlo", dijo la senadora republicana Susan Collins. "Todo el comité [de inteligencia] quiere saber más", agregó el demócrata Joe Manchin.
Tras la reacción desde el Capitolio, el primogénito de los Trump, desafiante como de costumbre, se mostró predispuesto a ser interrogado. "Contento de trabajar con el comité [de inteligencia] para pasarles todo lo que sé", tuiteó. Por si acaso, Donald Junior ha contratado un abogado para que le represente en el futuro sobre la trama rusa.
La Casa Blanca, como es habitual, ha restado importancia hierro al asunto. "No se proporcionó información que fuera útil. No se tomó ninguna acción. Nada", declaró una de las asesoras de Trump, Kellyanne Conway. También se ha querido separar al presidente de todo el embrollo, asegurando que él no supo de la reunión de su hijo con una abogada cercana a Putin hasta hace dos días, cuando salió en la prensa.
Moscú, por cierto, lo negó todo. "No sabemos quién es. No podemos seguir todas los abogados rusos ni todas sus reuniones domésticas o en el extranjero", se justificó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.