Un vistazo a la devastación que causaron los incendios forestales en la isla hawaiana de Maui reveló una amplia extensión de vecindarios destruidos y paisajes emblemáticos calcinados e irreconocibles, mientras el número de muertes ascendía a por lo menos 53 y los sobrevivientes narraban aterradoras historias de escapes apenas con lo que llevaban puesto.
Un sobrevuelo de la localidad histórica de Lahaina reveló vecindarios enteros que solían ser una vibrante combinación de colores y vida tropical reducidos a cenizas grises.
Cuadra tras cuadra de escombros y cimientos ennegrecidos, incluida la famosa Calle Front, en donde los turistas compraban y cenaban apenas hace unos días. Las embarcaciones en la bahía quedaron calcinadas, y el humo flotaba sobre la localidad, la cual data del siglo 18 y es la mayor comunidad en el lado occidental de la isla.
"Con algunas raras excepciones, Lahaina ha sido consumida", dijo el gobernador Josh Green. Más de mil estructuras quedaron destruidas por incendios que siguen ardiendo, añadió.
Grandes extensiones de terreno fueron afectadas por el siniestro. Foto: AFP
Es posible que el número de fallecimientos aumente, ya que continúan las operaciones de búsqueda y rescate, indicó Green, y las autoridades prevén que se convierta en el peor desastre natural del estado desde que un tsunami cobró 61 vidas en la Isla Grande en 1961.
"Tenemos roto el corazón", dijo Green.
La tienda de regalos de Tiffany Kidder Winn, Whaler's Locker, uno de los comercios más antiguos de la isla, fue uno de varios negocios destruidos. Mientras evaluaba los daños, se encontró con una fila de vehículos calcinados, algunos con cuerpos en su interior.
"Parecía como que estaban tratando de escapar, pero quedaron atorados en el tráfico y no pudieron salir de la Calle Front", contó. Más tarde encontró un cadáver recargado contra un malecón.
Winn dijo que la destrucción fue tan extensa que ni siquiera pudo distinguir dónde estaba porque ya no había puntos de referencia.
Avivado por un verano árido y los fuertes vientos de un huracán cercano, el incendio comenzó el martes y tomó a Maui por sorpresa, extendiéndose por los pastizales que cubren la isla y luego alimentándose de las residencias y todo lo que hubiera a su paso.
El saldo oficial de 53 decesos lo convierte en el peor incendio forestal en Estados Unidos desde el Incendio Campo de 2018 en California, que cobró 85 vidas y destruyó la localidad de Paradise.
El número de decesos en Hawai podría aumentar a medida que los rescatistas lleguen a zonas de la isla que quedaron inaccesibles debido a tres incendios que continúan ardiendo, incluido el de Lahaina que estaba controlado en un 80 por ciento, según un comunicado de prensa del condado de Maui.