Pence no planea ningún contacto con Corea del Norte durante su visita a JJOO
El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, no planea mantener ningún contacto con representantes norcoreanos durante su visita a los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang, y acudirá de hecho a la cita olímpica con cierto escepticismo ante la distensión entre las dos Coreas, informó hoy la Casa Blanca.
"Desde luego que el vicepresidente no está buscando una reunión con los norcoreanos", dijo un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, en una conferencia de prensa telefónica.
Pence emprende hoy un viaje de seis días a Japón y Corea del Sur con el objetivo de encabezar la delegación estadounidense en los Juegos de PyeongChang, y algunos analistas habían especulado con la posibilidad de que mantuviera algún contacto con Kim Yong-nam, presidente honorífico de Corea del Norte.
Kim asistirá el 9 de febrero a la recepción oficial para mandatarios con motivo de la inauguración de los Juegos y coincidirá allí con Pence y con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Aunque Kim no está ligado al desarrollo de armas del régimen norcoreano ni sujeto a sanciones, la Casa Blanca ha exigido que Corea del Norte haga avances hacia la desnuclearización antes de iniciar cualquier diálogo.
Además, Pence planea acudir al condado surcoreano de PyeongChang con una advertencia, la de que la "propaganda" de Corea del Norte en sus esfuerzos de distensión con el sur no debería distraer al mundo de la "deplorable situación de derechos humanos" en el hermético país, según explicó el citado funcionario.
De hecho, Pence ha invitado a unirse a la delegación estadounidense a Fred Warmbier, el padre de Otto Warmbier, un turista estadounidense que falleció en junio pasado tras regresar en coma desde Corea del Norte, donde estuvo preso durante más de un año.
"Fred ha aceptado ser su invitado, así que estará en los Juegos Olímpicos, sentado junto al vicepresidente y su esposa", afirmó el funcionario.
Desde que llegó al poder hace un año, Trump ha mantenido una dura retórica contra Pyongyang debido a su programa nuclear y de misiles, pero en las últimas semanas ha puesto el acento también en las violaciones de derechos humanos del país asiático, en un aparente giro en su estrategia de presión contra Corea del Norte.