El último adiós a Gabriel Cruz

Compartir en:

EFE,  Ciudad de México, Mexico, 

El funeral de Gabriel Cruz, el niño de 8 años que desapareció en Las Hortichuelas de Níjar (Almería) el 27 de febrero y cuyo cadáver apareció este domingo en el coche de la pareja de su padre, ya detenida, ha dado comienzo en la Catedral de Almería con una gran presencia de sus vecinos de Almería.

Cientos de personas abarrotan el templo mayor de la capital almeriense y la plaza que da acceso al mismo, donde han sido instaladas pantallas gigantes para que los asistentes que no han podido entrar puedan seguir la misa oficiada por el obispo de Almería, Adolfo González Montes.

Aunque estaba previsto que comenzase a las diez y media, ha sido media hora más tarde cuando ha dado inicio la misa. En este tiempo no han cesado los gritos de "no estáis solos" y los aplausos a miembros de Protección Civil, Bomberos y Guardia Civil que participaron en la búsqueda y han acudido al rito religioso.

Los coros y palmas se han repetido una y otra vez exclamando "todos con Gabriel" a la llegada de los padres, Ángel Cruz y Patricia Ramírez". Él ha sido consolado por su exmujer, que le ha acariciado con insistencia el hombro mientras el ataúd con los restos de su hijo era introducido en la Catedral.

Numerosas autoridades políticas e institucionales, como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, o la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la coordinadora regional de Podemos, Teresa Rodríguez, y familias de víctimas como la de Mariluz Cortés se encuentran entre los numerosos asistentes a este acto fúnebre.

Zoido y Díaz asistieron también ayer por la tarde a la capilla ardiente del pequeño Gabriel, instalada en el Palacio Provincial de la Diputación de Almería, que fue visitada por unas 6.000 personas entre las cinco de la tarde y las diez de la noche.

De nuevo numerosos carteles con los "pescaitos" que tanto gustaban a este niño que quería ser biólogo marino dan ánimo a los padres de Gabriel, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, que no han dejado de recibir muestras de cariño desde la desaparición y especialmente desde la detención de la pareja de él, Ana Julia Quezada.

Se espera que el obispo realice una intervención especial en este funeral, pues ya cuando se conoció la muerte de Gabriel el Obispado dijo en un comunicado que las "desapariciones y asesinatos que nos sobrecogen día a día ponen de manifiesto la enfermedad del corazón humano, necesitado de conversión y perdón". 





La dominicana Ana J. Quezada confiesa que mató al niño español Gabriel Cruz

Compartir en:

EFE,  España, Madrid, Madrid, 

La dominicana Ana Julia Quezada confesó hoy a las fuerzas de seguridad españolas que mató al niño de ocho años Gabriel Cruz, a quien dio un golpe con la parte roma de un hacha durante una discusión y luego lo asfixió, informaron a Efe fuentes de la investigación.

Quezada, detenida el domingo pasado, declaró a los agentes que Gabriel la agredió y ella respondió con un fuerte golpe dado con el hacha el mismo día de la desaparición del niño, el 27 de febrero pasado, en una localidad de la provincia de Almería, en el sureste de España.

La autopsia, según indicaron este lunes fuentes de la investigación, muestra signos de que el pequeño murió por estrangulamiento. El juez encargado ha prohibido la incineración del cadáver por si fuera necesario practicarle más pruebas.

El caso ha tenido una gran repercusión social y mediática en todo el país desde un primer momento, y decenas de personas (a veces más de 200) entre profesionales y voluntarios estuvieron buscándolo intensamente en un radio de hasta doce kilómetros desde el lugar de la desaparición.

Son innumerables las muestras de dolor que han recibido estos días los padres, Patricia Ramírez y Ángel Cruz, siempre emocionados, procedentes de sectores sociales, de las autoridades y de la política.

"Nos habéis llevado en volandas a buscar a nuestro hijo. Nos habéis llevado en brazos. Nos habéis tenido fuertes buscando a Gabriel. Muchísimas gracias por vuestro apoyo y por el cariño que nos habéis dado", dijo Ángel a los presentes en el funeral multitudinario oficiado hoy en la catedral de Almería.

Patricia aseguró que su hijo "estará ya jugando con sus peces", en alusión a la gran pasión del niño, y afirmó que "la bruja ya no existe", en referencia a la detenida.

Quezada, de 44 años, declaró hoy durante casi dos horas en la Comandancia de la Guardia Civil de la ciudad de Almería (sureste).

Al término de la declaración, su abogada, Beatriz Gámez, aseguró que su defendida estaba "colaborando" con los agentes y había respondido al interrogatorio. Añadió que la detenida "mañana ya pasará a disposición judicial".

El cuerpo del niño fue encontrado el domingo por la Guardia Civil en el maletero de un automóvil que conducía la mujer.

Quezada era pareja del padre del niño en el momento de los hechos y aunque colaboraba estrechamente con el resto de la familia para su localización, los investigadores sospecharon de su actitud.

El pequeño desapareció tras salir de casa de su abuela para dirigirse a la de unos familiares, situada a escasos metros, en la comarca de Las Hortichuelas, en Níjar (Almería).

La detenida era objetivo de la investigación policial desde que el pasado sábado 3 de marzo avisó a los agentes de haber descubierto, supuestamente, una camiseta blanca que contenía restos del ADN de Gabriel, en una zona que ya había sido rastreada previamente.

Quezada llegó en 1995 a Burgos (norte de España) procedente de la República Dominicana, y se instaló junto a su hija mayor, nacida también en el país caribeño.

Posteriormente se casó con un español y tuvo otra hija. La mayor de ellas falleció en 1996 al caer desde una ventana de la vivienda de Burgos a un patio interior, un caso que se cerró como una muerte accidental.

La Policía española está realizando gestiones con el juzgado que investigó esa muerte para decidir si reabre este caso, según fuentes de la investigación.

La muerte de Gabriel Cruz ha ocurrido en pleno debate político y social sobre la pena de prisión permanente revisable, que existe en España para asesinatos especialmente graves, y que el Gobierno quiere ampliar a otros delitos.

Por el contrario, la mayoría de la oposición cuestiona sus fines y eficacia y quiere que el Parlamento la derogue.

Familias españolas cuyos hijos, algunos de ellos menores, fueron secuestrados y asesinados han recogido más de 2,5 millones de firmas para pedir que no se suprima esa ley. 



Familia de dominicana sospechosa de matar a un niño se declara sorprendida

Compartir en:

EFE,  España, Madrid, 

Familiares de Ana Julia Quezada, de origen dominicano, principal sospechosa del asesinato del niño de 8 años Gabriel Cruz en España, expresaron hoy su sorpresa y la definieron como poco familiar, según publicó la prensa local.

"Lo encuentro extraño, nosotros somos muy humildes, nos ganamos el pan con el sudor de la frente. No creo que ella, que viene de abajo con sacrificio y esfuerzo, le venga un pensamiento y le arranque la vida a un inocente", dijo un hermano de la detenida, Juan José Quezada, en declaraciones a un informativo local de televisión.

Tras conocer por los medios de comunicación la detención de su hermana, Juan José Quezada manifestó que debe tratarse de algún tipo de montaje contra ella, "eso es un biberón que le están montando", dijo a "Noticias SIN" en la comunidad La Cabuya, en la provincia de La Vega, donde reside la familia de la detenida.

La madre de Ana Quezada, Juana Cruz, también expresó su sorpresa y dijo que sus hijos nunca se han visto envueltos en conflictos con la ley, por lo que entiende que si es culpable fue "el demonio que la indujo a cometer el hecho", al tiempo que pidió que se haga una profunda investigación, según publicó en su página web "Listín Diario".

Juana Cruz añadió que su hija viajó a España hace 26 años y la definió como una persona descuidada y desentendida con su familia en República Dominicana, según el diario.

El cadáver de Gabriel fue encontrado el domingo por las fuerzas de seguridad españolas en el maletero del coche de la arrestada, Ana Julia Quezada, quien además es actual pareja del padre del niño y estuvo colaborando estrechamente con el resto de la familia para su localización.

El pequeño desapareció el 27 de febrero tras salir de casa de su abuela para dirigirse a la de unos familiares, situada a escasos metros, en la comarca de Las Hortichuelas, en Níjar (Almería, sur de España).

Ana Julia Quezada, de 44 años, llegó en 1995 a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana, y se instaló junto a sus dos hijas de dos y cuatro años en un piso de esta ciudad.

La hija de 4 años falleció en 1996 al caer desde una ventana de la vivienda en Burgos a un patio interior, un caso que se cerró como una muerte accidental.

La Policía española está realizando gestiones con el Juzgado que investigó esta muerte para decidir si reabre este caso, según fuentes de la investigación. 



La autopsia de Gabriel asesinado en España confirma que fue estrangulado

Compartir en:

EFE,  España, Madrid, 

La autopsia realizada al cadáver del niño de ocho años cuyo cuerpo fue encontrado ayer por la Guardia Civil, desveló que murió estrangulado el mismo día de su desaparición, el pasado 27 de febrero, informaron hoy a Efe fuentes de la investigación.

El cadáver de Gabriel Cruz fue hallado por los agentes en el maletero del coche que conducía Ana Julia Quezada, una mujer de origen dominicano pareja del padre del niño que fue detenida a unos 60 kilómetros de donde desapareció el menor.

La autopsia realizada hoy es una de las pruebas clave para los investigadores, que, si bien no descartan ninguna hipótesis, creen que la principal sospechosa actuó sola.

También será fundamental la declaración que preste la detenida ante la Guardia Civil, así como la inspección que se está haciendo en la finca de Níjar, en la que se encuentra el pozo donde supuestamente Quezada ocultó el cuerpo de Gabriel hasta que ayer lo sacó y lo cargó en su maletero.

El pequeño desapareció el 27 de febrero tras salir de casa de su abuela para dirigirse a la de unos familiares, situada a escasos metros, en la localidad de Níjar (Almería, sur de España).

El cuerpo de Gabriel fue encontrado después de casi dos semanas de angustiosa búsqueda en la que participaron más de 2.600 voluntarios y casi 1.500 profesionales.