El Pentágono niega estar evaluando una posible reducción de tropas en Corea
El Departamento de Defensa de Estados Unidos rechazó hoy las informaciones que apuntan a una posible retirada de las tropas estadounidenses desplegadas en Corea del Sur como consecuencia de las negociaciones entre Washington y Pyongyang, que pueden poner fin al programa nuclear de Corea del Norte.
"La misión del Departamento de Defensa en Corea del Sur permanece igual, la postura de nuestras Fuerzas no ha cambiado", explicó a Efe el teniente coronel Christopher Logan, portavoz del Pentágono.
Estas declaraciones llegan después de que este jueves el diario The New York Times publicara un artículo en el que se afirmaba que el presidente Donald Trump ordenó al Pentágono estudiar una posible reducción de los 28.500 soldados desplegados en Corea del Sur.
"La historia del New York Times es falsa. El presidente no ha pedido al Pentágono su opinión sobre la reducción de tropas desplegadas en Corea del Sur", aseguró Logan, quien agregó que el Departamento de Defensa mantiene su "compromiso en desarrollar y mantener opciones militares" para la Casa Blanca en la región.
La misión de las Fuerzas Armadas estadounidenses en el país asiático explicó el militar "es disuadir agresiones externas y defender la península de Corea".
A pesar de esta respuesta, el propio secretario de Defensa, James Mattis, reconoció la semana pasada que la posibilidad de una reducción de la presencia estadounidense en la región "es uno de los asuntos que se abordarán con los aliados, primero, y después, por supuesto, con Corea del Norte".
Más allá del resultado de las negociaciones a tres bandas entre Washington, Seúl y Pyongyang, el presidente estadounidense ha criticado el coste que supone a las arcas del país este despliegue y ha expresado su deseo de que Corea del Sur asuma una mayor parte del pago.
Cuestionado por el coste, Logan evitó dar cifras, pero la prensa local estima que este despliegue supone un desembolso anual en torno a los 1.600 millones de dólares, cuyo pago se dividen a partes iguales Washington y Seúl.